Capítulo 24

306 18 4
                                    

Punto de vista de Marcos.

Sufriendo, habíamos sufrido, casi nos habíamos quedamos fuera, pero habíamos logrado vencer a Alemania 2-0 con un gol de Rafa Mir y otro mío a pase de Pedri. Habíamos pasado de fase, estábamos en octavos de una copa del mundo. Nuestro rival sería Canadá.

Todos en el vestuario estaban celebrando, era una gran noticia dado a cómo empezamos el mundial contra Bélgica, además, Alemania era la favorita de este partido y ni Dios confiaba en nosotros, así demostramos que somos muy buenos y que podemos con cualquiera que se nos ponga por delante en este mundial, al menos eso espero.

—Os dije que cuando entráramos por esa puerta debíamos sentirnos orgullosos de nosotros mismos, felicidades chicos. —dijo Luis Enrique a lo que los demás hicieron una bulla.

El caso es, que aunque hubiésemos ganado y estuviese feliz porque había marcado uno de los mejores goles de toda mi carrera, estaba más desconectado de todo que nunca, solo sabía mirar a Alejandra que parecía que la cosa tampoco iba con ella y supe que la sonrisa que mostraba en todo momento era falsa.

—Cuando lleguemos al hotel, ¿Quedamos en el bar? —dijo Carla a mi lado. —Ahogaremos penas, siempre nos ha venido bien.

Esa última frase me hizo recordar a un día en Milán en la Nations League del año pasado, donde ella había discutido con Eric y estuvimos hablando juntos a cerca de los hermanos G, como un día los bautizamos en la Eurocopa. Ay, la Eurocopa quien pudiese volver a ella.

—Me parece bien, trato de dormir a Daniela y nos vemos allí.

—¿Puedo dormir esta noche en tu habitación? Es que sinceramente no me apetece dormir con Eric...

—¿tú y Chloe?

—Chloe que se quede con Eric. —dijo enfadada.

—uh... tiene que ser fuerte lo que ha pasado. —ella asintió con la cabeza. —claro, enana. Puedes dormir en mi habitación, tal vez, hasta sea mejor que tomemos las cosas del mini bar allí.

—Si, lo comparto. —sonríe.

—voy a ver a mi hija, debo de dirigirle la palabra a Alejandra, deséame suerte. —le hice una mueca.

—Suerte, y no haceros daño. —dejó un beso en mi mejilla.

Me dirigí hacia mi hija, la que estaba en brazos de su madre, estaba contemplando a mi mundo delante de mí, mi hija, su madre, los dos amores de mi vida. Mi corazón latía nervioso.

—Hola. —hablé casi en un hilo. Alejandra me miró. —¿puedo?

No quiero problemas así que espero que entienda que quiero estar con ella yo un rato.

—No tienes que pedir permiso, Marcos. Una cosa es que nuestro matrimonio...se haya...acabado, y otra muy diferente es que ya no tengas derechos sobre Daniela, sigue siendo de los dos, y ese derecho nunca te lo voy a negar. —habló, se le notaba dolida, pero ese dolor yo ahora mismo no me lo terminaba de creer, lo siento, pero sigo pensando que no está enamorada de mi, solo cree estarlo.

—mañana me la quedo a dormir yo. —zanjé.

—Me parece bien. Te preparé una bolsa mañana. —dijo mientras yo cargaba a nuestra hija. —felicidades por el gol.

Luego se giró y se sentó en una banca a hablar con Oliver, se habían hecho buenos amigos, no me extraña, ella es sevillista y él jugador del Sevilla, era obvio esa química que iban a tener.

En cuanto el gol, lo celebré haciendo una "D" de Daniela y un corazón, la gente pensará que el corazón era a Daniela, yo sabía que el corazón era una forma de decirle a Alejandra que la sigo amando con todo mi corazón, aunque no vaya a decírselo a ella de forma directa.

La vuelta al hotel fue tranquila, estuvimos planeando la boda de Pau y Gerard. Parecía mentira, pero iban a ser el primer matrimonio gay en toda la historia del fútbol, me encantan. Esas dos personas que juraron que solo se enrrollaron por curiosidad y que no se gustaban lo más mínimo se habían enamorado y ahora se iban a casar, un shippeo que nos inventamos de pura coña, era una historia de amor Preciosa.

—¿puedo ser caballero de honor? —habló Dani, yo me reí.

—vas a estar precioso llevando los anillos. —dije riéndome de él.

—En tu boda casi que fui padrino, idiota.

—E ibas vestido como el puto culo. —habló César.

—¿A quien se le ocurre llevar un traje de flores? —dijo Gavi.

—Tú cállate enano, que ibas como un cani de barrio.

Al volver al hotel, cada cual fue a su cuarto, yo me quedé en el mío con Carla, ella se quitó los tacones y se sentó sobre el sillón y puso su móvil en silencio, lo que me hizo entender que si Eric la llamaba no iba a responder, ha habido una movida y de las gordas.

—Tengo Whisky. —le dije enseñándole la botella.

—Lo que sea, pero alcohol. —dijo suspirando.

Preparé las bebidas de whisky y me senté a su lado, nos tocaba ahogar penas así que esto iba para largo.

—¿Qué te ha pasado con Eric?

—Que es gilipollas.

Me reí ante ese comentario.

—¿aparte?

—Es muy inseguro con Ferran. —dijo suspirando. —se piensa que me voy a volver a tirar a Fer o algo, y no. No se entera que llevo un año y medio casada con él, que tengo una hija con él y que por nada del mundo le cambiaría.

—¿y por qué piensa así? ¿Es idiota?

—Algo así. —dijo bebiendo de su copa, yo hice igual. —Ferran está con Sira que no caga, pero Sira no quiere nada con él porque entre ellos dos hay una movida bastante grande por el tema de Lucho y tal, y estaba literalmente llorando, desde que conozco a Ferran solo lo he visto llorar cuando perdimos contra Italia en la Eurocopa y nunca más. Solo quise consolar a mi amigo, pues Eric nos vio abrazados y ya se pensó que es quiero tener cuatro hijos con él.

—Bueno, conociendo a Eric, se le pasará. —bebí lo que quedaba en mi vaso y volví a rellenarlo. —Sois una pareja increíble.

—Tú y Alejandra también. —apartó su pelo a lado.

—Bueno, no creas.

—¿Qué ha pasado, Marcos? ¿Tan grande es como para que decidas ponerle fin a vuestro matrimonio?

Le conté todo, todo lo que oí y todo lo que últimamente nos venía sucediendo, que en vez de solución los problemas hablando, lo hacíamos con sexo y eso no podía ser.

—Marcos, te pasa la misma mierda que a Eric. —me ofendí por un segundo. —No pongas esa cara, es la verdad. Alejandra te quiere a ti, solo a ti. La conozco desde hace mucho y veo que está sumamente enamorada de ti, y si yo lo veo, tú también eres capaz.

Suspiré. Todo era difícil.

—Tienes que aprender a relajarte, y a mirar más a la realidad.

Nos abrazamos y luego de eso, hablando de anécdotas de la Eurocopa y la nations League y de navidad, nos dormimos.

Me había sentado bien compartir esta noche con mi mejor amiga.

_______
HOLAAAAAAA🫠

Vengo con un súper maratón de tres capitulos, a cambio quiero muchos comentarios y votos en los tres!!❤️

OS QUIERO✨

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora