Capítulo 18

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Punto de vista de Alejandra.

La luz había entrado por la ventana, con todo el follón de lo de Neymar no había cerrado las cortinas. Abrí los ojos y vi a Dani dormida plácidamente, pero a su otro lado vi un lugar vacío, Marcos no había llegado, dicho de otra forma, Marcos no había dormido aquí.

Me sentí como una mierda cuando me di cuenta que había dos opciones, o me había quedado viuda o me habían puesto los cuernos, así que por el bien del pene de Marcos que me hubiese quedado viuda, porque la mala hostia que me estaba entrando por dentro era digno de película.

Le llamé, él no contestó.

Bueno, ya aparecerá. Supongo.

Monté a Daniela en su carrito, ella aún dormía, bajé a desayunar cuando me vestí y me puse como una persona decente.

En el comedor ya estaban: César, Álvaro, Dani, Pau, Gerard y mi hermano con Carla y Chloe.

—¿Y Marcos? —preguntó Pau cuando me vio llegar sola con Daniela.

—Buena pregunta. —dije sentándome al lado de César, quién me miró con los ojos abiertos y desconcertados.

—¿como así? —preguntó Dani. —¿no ha vuelto desde anoche?

—sí, ahora sí. —habló Carla mirando por la puerta.

Entró Marcos, yéndose para los lados, joder, llevaba una encima que ni él mismo se lo cree. Me levanté rápidamente de la mesa.

—Buenas...—dijo entrando, su voz estaba ebria.

—¿por qué no coges el teléfono? —le pregunté enfadada.

—me he quedado sin batería.

—¿y dónde coño estabas, Marcos? —mi enfado por momentos aumenta, más aún al saber que parece que a él se la sudaba.

—Es que Paddy no se dormía y me quedé acompañándola.

—Acompañándola a qué, ¿a beber?, ¿se te olvida que tienes una mujer y una hija, Marcos?

—Que sea padre y marido no significa que no me pueda divertir una noche, Alejandra.

Mi hermano dio un golpe en la mesa y se levanta y va corriendo a por Marcos, menos mal que entre Carla y yo le cogimos.

—¿de qué coño vas? —dijo mi hermano. —te vas con tu puta ex y no apareces en toda la noche y tienes los huevos de hablarle así a tu mujer.

A lo lejos, ajeno a toda esta pelea, vi a Neymar. Lo que me faltaba, que después del altar que le hice a Marcos anoche él viera que mi relación se estaba tambaleando.

—Wo, wo, wo. Relájate, García. Tú mismo lo has dicho, es mi mujer y yo hablo como lo considere oportuno.

Miré muy mal a Marcos.

—Vete a la puta mierda. —dije señalando a mi marido. Él me miró confundido. —Carla, por fa. Échale un ojo a Dani.

Pasé por el lado de Neymar, pero ni siquiera le miré. No quería ver a nadie.

¿Donde coño estaba el Marcos de la Eurocopa? ¿Donde habían quedado Sevilla, Copenhague, San Petersburgo y Londres? ¿Donde coño demuestra todo lo que me dijo ayer en el partido? A veces siento que estoy casada con una doble cara, un Marcos que un día es uno y otro día es otro.

—¡Alejandra! —escuché los golpes de Marcos al otro lado de la puerta. —¡Abre la puta puerta!

—La abriré cuando me asegure que la persona de la que yo me enamoré sigue ahí.

—Ábreme, pequeña. Por favor. —disminuyó su tono de voz. Lloré al oír ese pequeña. —Siento mucho no haber venido en toda la noche, pero de verdad no pude venir, ¿no irás a creer que prefiero estar con Paddy antes que contigo y Daniela, verdad?

—Yo ya no creo en nada, Marcos. Solo llevamos seis meses casados y estás actuando de una forma muy rara últimamente.

—No estoy raro, estoy presionado.

—Pues empieza a entender que soy tu mujer, tu aliada, no tu enemiga.

Abrí la puerta.

—Lo siento, mi amor. —dijo mirándome. Sus ojos azules irradiaban sinceridad y suplicaban un perdón por mi parte. 

—No me hagas esto nunca más. —le dije tajante. —Si me quedo aquí es porque este mundial es mi trabajo y es importante para mis amigos y mi hermano, no porque quiera seguir ahora mismo a tu lado.

Vi como tragó un nudo en su garganta.

—Dúchate, apestas a Whisky.

Salí de nuestra habitación, preguntándome si el resto del tiempo que estuviésemos juntos iba a ser así, preguntándome si algún día iba a volver el Marcos que conocí.

Entre todas esas preguntas al fondo del pasillo le vi, vi al hombre que yo más había amado en toda mi vida.

—He visto la pelea de antes. —me dijo. —Siento lo de anoche.

—Como puedes ver mi vida no es de color de rosa.

Y no quise llorar, no al menos delante de él, pero tuve que hacerlo, porque solo de esa forma conseguí sacarme el nudo que llevaba dentro del pecho.

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Holaaaaaaa. 💓

Se me han llevado a mi Marquitos romantico😩

50 votos y doy el siguiente . ❤️

Maratón 2/2

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora