ᴍᴀʀʀɪᴇᴅ ʟɪꜰᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ PAUSADA

♡ １６ ♡

Habían pasado unos años. Heejin ya tenía siete años. Ya iba a primaria, así que podríamos decir que era una niña grande. Hana, su hermana, cumplió cuatro años recientemente, por lo que comenzaría el jardín de niños y mami Chaeng las llevaría en el coche a ambas a la vez ¿Pueden creerlo? Las niñas crecieron muy rápido.

La mayor de las pequeñas Son también había asistido a consultas con varios psicólogos, ya que mamá Mina había insistido bastante al respecto. A pesar de esto, nunca estaban satisfechas con los diagnósticos que los psicólogos les daban, por eso siempre buscaban otra opinión con otro profesional. Entre los diagnósticos que Heejin llegó a recibir podemos encontrar a la ansiedad infantil, TOC, ansiedad social, entre otras cosas. Chaeyoung y Mina no creían que estos diagnósticos fueran correctos.

Desde que sospechaban del posible autismo de Heejin, habían estado buscando algún profesional especializado en autismo, pues todos los demás siempre les decían lo mismo: "Las niñas no pueden tener autismo".

Hana, por su parte, se había vuelto muy amiga de Jeno y Eric. El trío era inseparable. Estaba emocionada ya que los gemelos irían al mismo jardin de niños que ella. 

Esta mañana, Hana despertó más temprano que todos, pues tenía ganas de hacer algo importante antes de ir a clases. Se bajó de su cama, con cuidado de no hacer ruido y camino de puntitas hasta el baño.

La pequeña no se había dado cuenta de que, al cerrar la puerta del baño, había hecho mucho ruido, despertando a sus madres, quienes se preocuparon al escuchar un sonido extraño a esas horas en la casa.

─Chaeyoung ¿Escuchaste eso? ─Preguntó alarmada la japonesa mientras miraba a su esposa, quien aún estaba algo adormilada. Chaeng asintió, algo confundida.─ Ve a ver a las niñas. Yo veré qué fue ese ruido.

Dicho y hecho, ambas se levantaron a investigar. Se separaron en el pasillo, ya que Chaeyoung miraría en las habitaciones de las niñas y Mina buscaría la fuente de ruido. No iba a mentir, estaba algo asustada ¿Qué tal si era un ladrón? ¿O un secuestrador de niños en busca de sus pequeñas bebés? No, no permitiría que pasara algo así.

Caminó lentamente, siguiendo un ruido tenue que la guió hasta el baño. Se detuvo frente a la puerta cerrada de este y pegó la oreja para escuchar lo que había del otro lado. Al escuchar unas risitas inconfundibles para ella, suspiró aliviada y abrió la puerta.

─Hana, qué haces desp-... ¡Hana! ¡¿Qué estás haciendo?! ─Exclamó sorprendida al ver a su pequeña con un par de tijeras, cortándo su precioso cabello. No era la primera vez que lo hacía, pero a Mina no le agradaba que lo haga, ya que esas tijeras eran muy filosas como para que una niña pequeña las use. Su grito asustó a Hana, quien soltó las tijeras, dejándolas caer. El filo de estas le hizo un pequeño corte en su piecito. Esto más el susto que le dió su mamá provocó que comenzara a llorar escandalosamente.

Al escuchar los gritos, Chaeyoung corrió hasta el baño. Al ver a Mina sin palabras, cubriéndose la boca con ambas manos, se preocupó. 

─Minari ¿Qué pas-...?─ Al voltear hacia su hija y verla con un corte de cabello irregular, sólo pudo reír. Hana dejó de llorar y la miró con confusión, mientras Mina la miraba con el ceño fruncido.

─¿De qué te ríes, Son Chaeyoung? ─A pesar de estar siendo regañada, Chaeng no podía dejar de reír. La risa que empezó siendo tranquila, se convirtió en una carcajada.─ ¡Deja de reír! Mejor busca la forma de arreglar esto. 

─M-me asustaron... ─Mientras intentaba recuperar el aire, Chaeyoung se limpió una lágrima que se le salió por culpa de la risa y se acercó a Hana.─ Creí que algo malo te había pasado, cariño. 

─Chaeyoung, claro que pasa algo malo ¿Cómo vamos a arreglar ese cabello antes de que sea hora de la escuela? No podemos dejar que vaya de es-...

─Tranquila, amor. ─La interrumpió con una sonrisa.─ Yo sé qué hacer. Mientras, prepara el desayuno. Esto va a tomar tiempo. ─Analizó el cabello de Hana y pensó en cómo podría hacerlo lucir mejor.─ Pero primero tenemos que encargarnos de ese pie.

...

─¿Por qué decidiste cortarte el cabello, cariño? ─Preguntó Chaeyoung, dándole los toques finales al nuevo corte de su hija.

─Para verme bonito... ─Susurró con algo de timidez.

─Yo también me corté el cabello yo misma cuando era más joven. ─Rió recordando aquel día en el baño de la escuela, cuando decidió darse un cambio de look. Claro, hubieron muchas otras veces, pero esa fue la primera.─ Me veía muy guapa, no te voy a mentir.

En ese momento terminó con el cabello de Hana. Ahora estaba bastante corto. Muchos lo considerarían un corte "de niño" por lo corto que estaba, pero eso no importa. Le quedaba bien y Chaeyoung notó lo feliz que estaba al verse al espejo.

─Mami ¿Me veo guapo? ─Chaeyoung notó la insistencia de Hana por usar pronombres masculinos. Le pareció un poco extraño pero, si prefería que le llame de esa manera, no se podría negar.

─Claro, corazón. ─Le revolvió el cabello y le dió un beso en la frente.─ Te ves muy guapo.

Escuchar eso hizo que los ojitos de Hana brillasen como nunca. Saber que su mami pensaba que se veía guapo le hacía muy feliz.

Mina al ver ese nuevo peinado, casi se desmaya. Chaeyoung tuvo que darle un vaso de gaseosa, pues le había bajado el azúcar debido al cambio tan repentino. Claro, al cabo de unos minutos terminó agarrándole el gusto, ya que le hacía recordar a un corte de cabello que tuvo su esposa en su juventud.

Heejin ya había despertado a las 6:30, exactamente. Siempre lograba levantarse a esa hora, todos los días, sin excepciones. Se alistó para la escuela y, una vez lista, bajó a desayunar con su familia. En la mesa estaban Mina, Chaeyoung, Heejin y Hana. Hyejoo dormiría un poco más, como acostumbraba a hacer.

Luego del desayuno, Chaeyoung se llevó a Heejin y Hana al coche, listas para irse. Como todos los días, Mina les saludó con un beso en la mejilla a cada una de sus hijas, mientras que a su esposa le daba uno en los labios. 

─Nos vemos luego, niñas. Suerte en la escuela. ─Dijo la japonesa con una sonrisa, agitando la mano en el aire como saludo.   

Una vez estaban cada quien en su sitio, Chaeyoung puso en marcha el coche y se dirigió a la escuela.