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Ya habían pasado unas semanas desde el procedimiento y, finalmente iban a saber si iban a ser madres o no. Chaeyoung esperando sentada en la cama mientras Mina se hacía la prueba de embarazo en el baño.

─¡Minari! ¿Falta mucho? ─Chaeng no quería esperar más. Estaba muy ansiosa. Se tiró de espaldas en la cama y suspiró.

Unos minutos después, la puerta del baño se abrió, mostrando a Mina con dos pruebas de embarazo en sus manos. Se acercó lentamente a Chaeyoung quien trataba de ver si en las pruebas había una o dos líneas. Cuando la japonesa se las mostró, el rostro de la más pequeña se iluminó completamente. Dos líneas, lo cual significaba que...

─¡Vamos a ser mamás! ─Abrazó a Mina con todas sus fuerzas y la tumbó a la cama, llenándola de besitos en todo el rostro. Luego bajó hasta el vientre de su esposa y depositó besitos ahí.─ Hola mini yo... O mini Mina. ─Rió leve y Mina sonreía con dulzura.─ Vas a venir a este mundo que, quizás no sea tan bueno, pero voy a hacer todo lo posible para que, desde tus ojos, sea el mejor. 

Mina acarició el cabello de Chaeyoung y observó detalladamente las expresiones de su rostro. Ambas estaban tan rebosantes de felicidad que quería recordar cada detalle de ese momento.

─Si eres una niña, no dejes que tu mamá Mina te ponga muchos vestidos rosados. Dile que los enteritos tienen más onda. Si eres niño, cuídate de la tía Jeongyeon. Siempre quiso que haya un niño en la familia para poder luchar con él. ─Rió y acarició el abdomen de Mina.─ De cualquier manera, recuerda que mami Chaeng y mamá Mina siempre van a estar cuidándote para que crezcas feliz y saludable. Te esperamos con ansias, mi dulce angelito.

Dió un último beso al vientre aún plano de Mina y luego miró a la japonesa con una sonrisa de oreja a oreja.

─Minari, vamos a formar una familia... ¡Vamos a ser mamás! ─Chaeyoung hizo un bailecito de felicidad y luego le dió un tierno beso a su esposa.─ ¿Sabes qué significa? ─Mina negó con la cabeza.─ Hay que contarle a mi mamá. Se pondrá muy contenta.

Dicho esto, sacó su móvil y marcó al número de la señora Son. Tomó la mano de Mina y sonrió al escuchar la voz de la mujer al otro lado de la línea.

─¡Tigresita! Hace mucho no me llamabas. ─Le reprochó su madre, para luego soltar una risa.─ ¿Cómo van las cosas por allá?

─Bien, mamá. Más que bien. ─Una risita se escapó de sus labios.─ Estamos muy emocionadas ¿Sabes por qué?

─¿Es porque por fin vendrán a visitarme? Extraño los mochis que hace Mina. ─La japonesa, al escuchar eso, sonrió dulcemente.

─Tranquila, señora Son. Pronto iremos y le haré mochis.─ Dijo entre risas.

─Pero eso no es lo que queríamos decirte, mamá.─ Agregó Chaeyoung, haciendo una pausa antes de revelarle la verdad.─ La cosa es que Minari ya está haciendo un mochi.

─¿Un mochi? ─Preguntó con confusión.

─Sí, un pequeño "mochi" está creciendo dentro de mí. ─Soltó finalmente Mina con emoción.

─¡Mamá, serás abuela! ─La señora Son, al escuchar esas palabras, soltó un grito de felicidad que aturdió a la pareja, causando que Chaeyoung aleje un poco el celular mientras soltaba una risita.

─¡Seré abuela! No me lo creo ¿Se acaban de enterar? ─La emoción era notoria en la voz de la mujer, pues ser abuela había sido su sueño desde hacía ya mucho tiempo.

─Sí, hace tiempo veníamos intentando, hasta que lo logramos. Teníamos muchas ganas de ser mamás. ─Comentó la menor, sonriendo de oreja a oreja mientras sostenía, con su mano libre, la mano de su esposa.

─Espero ser tan buena madre como usted, señora Son. ─Dijo tímidamente la japonesa, con una mano en su vientre y una sonrisa plasmada en sus labios.

─Oh, claro que lo serás, cariño. Y tú también, Chaeng. ─Siguieron platicando por unos minutos, entre risas y consejos de parte de la madre de Chaeyoung. Sin duda este sería un momento que Mina recordaría para siempre.

...

Las semanas pasaron y Mina creyó que ya era hora de contarle a sus amigas, así que Chaeyoung y ella organizaron un almuerzo donde tenían planeado revelarles el embarazo de la japonesa.

Chaeyoung preparó la comida para todas, mientras Mina se encargó de hacer que el lugar se vea especialmente bien. No costó demasiado, pues la pareja ya tenía una bonita casa que compraron entre las dos, pero la japonesa quería destacar el hecho de que ese día era un día especial.

A medida pasaban los minutos, las chicas iban llegando. Primero llegaron Nayeon y Jeongyeon, seguidas de Jihyo, Momo y Tzuyu, y por último llegaron Sana y Dahyun. Hoshi y Nako, la recientemente adoptada bebé de Momo y Tzuyu, también estaban ahí.

─Mina, ya llegaron todas ¿Nos vas a decir por qué está tan elegante tu casa hoy o no? ─Habló Jeongyeon algo impaciente. Sabía que seguramente era una noticia, ya que siempre hacían lo mismo, pero no tenía idea de qué podía ser.

─¡No, esperen! ─Exclamó Chaeyoung desde la cocina. ─ Estuve toda la mañana preparando esto, así que nadie dice nada hasta que esté servida la comida. 

─Pero... ¡Chaeng! Sabes que no soy buena para esperar. ─Se quejó Dahyun, causándole una risa a las demás.

─Ya, falta poco.─ Dicho esto, se retiró nuevamente hacia la cocina.

El ambiente era animado, todas charlaban, bromeaban y reían. Algunas incluso estaban bebiendo.

─¿Quieres? ─Nayeon le ofreció una copa de Vino a Mina, quien negó con la cabeza y con una sonrisa.─ Oh, vamos, sólo un poquito.

─Sabes que Mina no tolera bien el alcohol, Nayeon. ─Agregó Jihyo, quien sostenía en brazos a su pequeña sobrina.

─Pero-... Está bien, pero a la próxima no te salvas, Myoui. ─Bromeó la mayor, haciendo que la japonesa suelte una risita.

─Bien, es hora de comer, chicas. ─Chaeyoung, orgullosa, les sirvió un tazón de ramen a cada una de las invitadas. ─Espero que les guste. No estuve dos horas cocinando para nada. ─Rió y se sentó junto a su  esposa.

Todos estaban comiendo, incluyendo el pequeño Hoshi, mientras charlaban de sus trabajos, sus hijos, y cosas triviales. Mina tomó la mano de Chaeyoung, indicándole que ya estaba lista, así que esta le sonrió y, con un tenedor, golpeó suavemente una copa para llamar la atención de las demás. Mina, teniendo la atención de todos, aclaró su garganta y sonrió.

─Bueno, pues... Lo que les quería comentar es que... ─Chaeyoung tomó su mano con más firmeza y la miraba orgullosa. Eso le bastó a Mina para tomar valor y hablar.─ Voy a... No. Chaeng y yo vamos a ser mamás. 

Por unos segundos no se escuchaba nada más que silencio, hasta que Sana soltó un grito de emoción y prácticamente saltó de su asiento para abrazar a su amiga. En ese momento todas comenzaron a festejar también.

─¡Mina, felicidades! ─Soltó Sana con entusiasmo. ─Te dije que lo ibas a lograr.

─Desde que conocí a Chaeyoung estuve esperando a este momento. ─Dijo Jihyo, mientras limpiaba una lágrima de orgullo. ─¡Que vivan las novias y su bebé! ─Levantó su copa, preparada para hacer un brindis. Todas las demás hicieron lo mismo y, entre risas, chistes y mucha felicidad, brindaron por la nueva familia.

─¡Que vivan las novias y su bebé!




ᴍᴀʀʀɪᴇᴅ ʟɪꜰᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora