ᴍᴀʀʀɪᴇᴅ ʟɪꜰᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ PAUSADA

♡ ２２ ♡

El tiempo volaba para la familia Son Myoui. Heejin ya tenía trece años, Renjun diez y Hyejoo ocho. Claro, crecer traía más dificultades para cada uno de los niños. Heejin estaba comenzando la adolescencia, Renjun comenzaba a pasar por cambios en su cuerpo a causa de la pubertad y Hyejoo, por su parte, se sentía algo fuera de lugar, ya que sus madres estaban constantemente pendientes de sus hermanos y eso la hacía sentir algo excluída.

Este día estaban visitando la casa de la abuela Sachiko. A Renjun no le gustaba mucho hacerlo porque, cada vez que iba a visitarla, su abuela le decía "Déjate largo el cabello, así con el pelo corto pareces un muchacho. Tú eres una señorita". Claro, ella aún no estaba enterada de que él era transgénero. Mamá Mina decía que, como ya era una señora mayor, probablemente no lo entendería.

Para no tener que pasar tiempo con ella, Renjun salió al patio a jugar con Hyejoo. Estaban jugando a la pelota, cosa que ambos disfrutaban. Era una de las cosas que compartían como hermanos, su amor por el deporte.

Mientras jugaban, la pelota se quedó atrapada en un arbusto. Cómo Renjun estaba más cerca, él decidió que iría a buscarla.

─¡Apúrate, Renjun! Tenemos que jugar antes de que llegue mami del trabajo y tengamos que irnos a casa.─ Hyejoo lo apuró mientras su hermano iba hacia el arbusto.

─Ya, tranquila. Ya casi lo alcanzo... ─Intentó sacar la pelota con el pie, pero estaba muy atorada, así que decidió agacharse y usar sus manos. En ese momento Hyejoo notó una mancha que la preocupó.

─Renjun... ¿Te lastimaste? 

─No ¿por? ─Respondió mientras se levantaba con el balón en brazos. Había logrado sacarlo.

─Es que tienes sangre... En tu pantalón... ─Diablos. Renjun sabía lo que significaba esto y no le gustaba para nada.

─Y-ya vuelvo. ─Soltó la pelota y la dejó caer al césped. Corrió hacia adentro de la casa de su abuela y se metió al baño a toda prisa.

No sabía qué hacer. Estaba todo manchado con sangre, lo que significaba que había tenido su primera menstruación, de la que tanto le hablaban en la escuela y de lo que le había advertido su hermana mayor. Comenzó a llorar al recordar el hecho de que en clases dijeron que eso les pasaría sólo a las niñas.

Toc toc.

─¿Hana? ¿Estás bien? ─Renjun tragó en seco. No le gustaba para nada que lo llamen por ese nombre. Su abuela era la única en la familia que lo llamaba así. Aún así, estaba asustado y decidió confiar en ella para pedirle ayuda.

─N-No... T-tuve m-mi primer pe-periodo. ─Respondió con la voz temblorosa.

─¡Oh! ¡Cariño, eso significa que ya eres toda una mujer! ─Esas palabras hicieron que Renjun comenzara a llorar desconsoladamente. Apostaba que a sus compañeros de clase no les pasaría esto. Él sólo quería ser como los demás niños.─ Espera, te traeré unas toallitas ¿Sabes cómo usarlas? 

Al cabo de unos minutos, su abuela ya le había entregado un paquete de toallitas y él ya se las había colocado. Sachiko también le dio unos pantalones limpios que solían ser de Mina cuando era más pequeña.

─Hana, si te duele algo, me dices y te doy alguna pastilla ¿Sí? ─Al ver que sus palabras hacían llorar al pequeño, se agachó a su altura y lo miró.─ Oye, no llores. Es normal, a todas las niñas les pasa eso, incluso a Heejin y a tus madres. No tienes que sentirte angustiada, ya eres una mu-...

─¡No! ¡No soy una mujer! ¡Soy un niño! ─Gritó mientras lágrimas gruesas caían por sus mejillas. La abuela Sachiko se quedó perpleja ¿Cómo podía ser? Tan sólo tenía 10 años, no podía pensar en esas cosas.

─Cariño, estás confundida... Espera a ser más grande para decidir eso. ─Intentó acariciar su cabello pero Renjun se alejó.

─No estoy confundido. Tú estás confundida. ─Gruñó con molestia y se fue corriendo al patio, donde Hyejoo lo estaba esperando.

─Tardaste mucho, jugam-... ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? ─Al ver el rostro de su hermano, corrió hacia él y sujetó su rostro, limpiando sus lágrimas.

─La abuela Sachiko dice que soy una niña... ─Dijo Renjun con la mirada baja. Escuchar esto enfureció a Hyejoo. No permitiría que nadie le falte el respeto a su hermano.

─¿Ah sí? ─Hecha una pequeña bola de furia, se encaminó hacia la sala y se encontró allí a Sachiko, Mina y Heejin. Estas dos últimas habían llegado recién, puesto que Mina había ido a retirar a su hija del psicólogo una vez terminada la sesión.─ ¿Cómo te atreves? ─Gruñó señalando a su abuela con el dedo.

─Olivia ¿Qué está pasando? ─Habló Mina con tono autoritario.─ No le hables así a tu abuela.

─Entonces que ella no le hable así a Renjun. ─Al escuchar esto, Mina miró a su madre con confusión.

─¿Qué le dijiste, mamá? 

─Por favor, no me digas que tú también estás de acuerdo con esta tontería. ─Pasó sus manos por su cabello, con algo de frustración.─ Sólo la ayudé porque tuvo su primer periodo y le dije que estaba confundida con ciertas cosas ya que Hana-...

─Hana no existe. No menciones su nombre. ─Mina miró a su madre con enojo. Sabía que no lo iba a entender. Ella siempre había apoyado a las parejas homosexuales pero no tanto a la gente transgénero.─ Sabía que no te gustaría, por eso no te lo dije, pero Renjun es un niño, te guste o no. Lo mínimo que te  voy a pedir es que respetes eso.

─Sharon, no puedo creer que consientas a tu hija en eso y le cumplas el capricho de-... ─Dejó de hablar al momento en el que vió como Mina juntaba sus cosas y se llevaba a sus hijos, dispuesta a salir de la casa.─ ¿A dónde vas?

─A donde no puedas molestar a mis hijos con tus opiniones retrógradas. ─Abrió la puerta y espero a que sus tres hijos salgan.─ Volveré cuando estés dispuesta a darle una disculpa a Renjun. ─Dicho esto, salió cerrando la puerta detrás de ella y dejando a su madre sola.

Como Chaeyoung aún no volvía del trabajo, Mina pensó en que sería una buena idea llevar a sus hijos a jugar al parque que estaba cerca. Mientras los niños jugaban, la japonesa le avisó por mensaje de texto a Chaeyoung que ya no estaban en casa de Sachiko así, cuando los fuera a buscar, sabría dónde están.

─Mamá...─Dijo Renjun acercándose.─ ¿Es verdad lo que dijo la abuela? 

─¿Qué cosa, cariño? ─La japonesa dejó su celular de lado y lo miró con dulzura.

─Que sólo las niñas tienen el periodo...

─No, para nada, Renjun. Mírate, tú eres un niño y lo tienes, y así como tú hay muuuchos niños que también pasan por lo mismo, así como hay niñas que no lo tienen. ─Explicó con una sonrisa y le acomodó el cabello.─ Fuiste valiente al defender lo que eres.

─Hyejoo fue más valiente que yo. Ella fue a defenderme. ─Confesó riendo y Mina lo abrazó.

─Todos mis hijos son valientes.