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Hoy empezaba el fin de semana para la familia Son Myoui. Heejin estaba emocionada y preocupada a la vez, ya que hoy seria la primera vez que Hyunjin iría a su casa y se quedaría a dormir. Si bien casi todos los días se juntan en la casa de alguna de las dos, quedarse a dormir era muy diferente.

Heejin, con ayuda de mami Chaeng, hicieron los preparativos para la pijamada. Habían preparado varias mantas, almohadas, descargaron algunas películas en la laptop de Heejin. Mina también habia ayudado, pues compró varias bebidas, como jugos y algunas gaseosas, y preparó aperitivos para esa noche. Todo sería perfecto.

Heejin reordenó varias veces su habitacion para combatir la ansiedad. De verdad quería que todo sea lo más perfecto posible, y esto les sacó varias risas a sus madres.

─¿Recuerdas que yo hacía lo mismo cuando éramos pequeñas? ─Le dijo Chaeyoung a su esposa, en un susurro para evitar distraer a su hija de lo que estaba haciendo. Mina sonrió y asintió.

─Es verdad, siempre estuviste muy enamorada de mí. ─Bromeó la japonesa, poniendo una pose coqueta intentando parecer seria al respecto, pero se le escapó una pequeña risa. Al cabo de unos segundos, un pensamiento llegó a su mente, haciendo que mire a su esposa con algo de sorpresa.─ ¿Eso significa que Heejin está... ?

─También creo eso. ─Respondió Chaeyoung, comprendiendo lo que Mina quiso decir. Sonrió levemente por lo tierno que le parecía pensar que su hija, sabiendo los problemas que tiene para relacionarse con los demás, pudiera estar enamorada de su mejor amiga... Aunque también, de cierta manera, le preocupaba.─ Aunque quizás ella no lo sabe.

...

Hyunjin acababa de llegar a la casa de Heejin y, como siempre, esta la recibió con un fuerte abrazo. Luego de saludarse, ambas subieron rápidamente a la habitación de la mayor, quitándose los zapatos para estar más cómodas y dejándolos junto a la puerta, quedando así en calcetines.

─Descargamos varias peliculas, por si quieres verlas más tarde. ─Comentó Heejin, mientras se sentaba en la cama. Hyunjin dejó su mochila en el suelo y se sentó con ella.

─No hay ninguna de terror ¿No? ─Heejin negó con la cabeza y Hyunjin suspiró aliviada.─ Menos mal. Sabes que después de ver una, puedo pasar dos noches sin dormir.─ Ambas rieron levemente.

Después de esa pequeña charla, hubo un pequeño silencio incómodo. Ambas se sentían raras al respecto, ya que era la primera vez que dormirían juntas. Heejin no sabía cómo reaccionar, mientras que Hyunjin se encontraba algo nerviosa. Aún así, la menor fue quien decidió romper aquel silencio.

─Sé que ya me disculpé, pero aún así, perdón por haberte forzado a preguntarle a Yeounjun si le gustabas... ─Hyunjin se la pasaba recordando ese momento y se seguía sintiendo igual de culpable. Heejin sólo negó con la cabeza.

─No pasa nada, al menos me dijo que no y no me quedé con la duda. ─Se encogió de hombros y suspiró levemente.─ Y quizás tenga razón en eso que me dijo.

─¿Qué cosa? ─Heejin no le había contado acerca de lo que aquel chico le susurró al oído antes de tener esa crisis, ya que no le pareció relevante.

─Dijo que jamás le gustaría a alguien. Quizás tiene razón. Sé que soy un "bicho raro" y a la gente no le suele gust-...

─No es verdad eso. ─La interrumpió Hyunjin, algo molesta. No le gustaba que su amiga creyera esa clase de cosas.─ Heejin, eres una chica brillante, amable, dulce y ni mencionar hermosa. Cualquiera que se permitiese conocerte, se enamoraría de ti.

─Tú y mi familia son los únicos que se permitieron conocerme y, hasta donde sé, ninguno gusta de mí... Aunque sería raro. ─Heejin comenzó a mover suavemente sus pies, que colgaban de la cama.

─¿O sea que... sería raro si me gustaras? ─Preguntó Hyunjin con la mirada fija en la forma en la que los pies de su amiga se movían rítmicamente. No sabía si mirarla a la cara ya que sentía que, si lo hacía, se pondría tan nerviosa que lloraría.

─No, me refiero a que sería extraño si mi familia gustara de mí... En ese sentido. ─Hizo una mueca de disgusto y luego rió levemente.─ Si tú lo hicieras, supongo que sería lindo... ¿Por qué preguntas?

Las mejillas de Hyunjin se volvieron completamente rojas, por lo que llevó sus manos a su rostro para evitar que Heejin lo notara, pero era muy tarde.

─¿Hyunjin? ─Se acercó un poco y tomó las manos de su amiga para alejarlas de su rostro mientras analizaba cada pequeño detalle del mismo.─ Eres linda cuando te pones así... Bueno, siempre lo eres, ya te lo había dicho.

─Heejin, por favor, no me digas cosas así... ─Hyunjin desvió la mirada y se soltó del suave agarre de la mayor. Se levantó de la cama y se quedó de pie, dándole la espalda. Heejin ladeó la cabeza con algo de confusión.

─¿Por qué no? ¿D-dije algo malo? ─También se levantó y se quedó parada detrás de Hyunjin. 

─No... ─Hyunjin suspiró y se dió vuelta con los ojos cerrados, enfrentando a su mejor amiga. En el momento que los abrió, se encontró con los ojos de Heejin, los cuales la miraban por primera vez en su vida. Normalmente la mayor solía evitar el contacto visual, pero esta vez era diferente.─ Es que si sigues diciendome esas cosas, terminaré enamorándome de ti por completo... Si es que no lo estoy ya.

Heejin, al escuchar esto, sonrió y se sentó en el suelo, moviendo sus pies alegremente. Hyunjin la miró algo confundida pero, en el momento que Heejin palmeó el lugar a su lado, invitándola a sentarse también, lo hizo. 

Ambas chicas estaban sentadas en el suelo, con los corazones algo acelerados. Sus emociones estaban a flor de piel y sus manos sudaban ligeramente. Heejin la abrazó con una sonrisa, haciendo que ambas caigan al suelo, riéndo suavemente. 

─Sé que no sabes cómo se siente gustar de alguien y... sinceramente yo tampoco. ─Confesó Hyunjin, separándose del abrazo, quedando acostada en el suelo mirando a Heejin.─ Pero hace poco descubrí que, cuando estoy contigo... No necesito saberlo. No necesito nada... Sólo sé que quiero estar cerca y escuchar todo lo que tienes para decir. A veces incluso me gustaría pasar todo el tiempo cont-...

─¿O sea que te gusto? ─Preguntó Heejin sin rodeos, interrumpiendo el discurso de la menor. Hyunjin suspiró y asintió.

─Sí. Me gustas, Heejin. ─Confesó finalmente Hyunjin, sintiendo como todas esas mariposas revoloteaban en su estómago. La mayor sonrió y se acercó un poco al rostro de su amiga, rozando su nariz con la de ella.

─Tú también me gustas.─Hyunjin, al escuchar estas palabras, sonrió aliviada. Le gustaba a Heejin, su amiga de toda la vida y, la verdad, no podía creerlo. 

Heejin en realidad no sabía bien qué es lo que estaba por hacer, sólo sabía que quería hacerlo. Sin darse cuenta, las puntas de sus pies rozaban las de Hyunjin, quien sólo la miraba expectante y algo temerosa. Tenía miedo de hacer algún movimiento que pueda molestar a su amiga, pues sabía que era sensible con respecto al tacto, así que esperó a ver qué haría ella.

Finalmente, Heejin acortó la distancia entre ellas y le dió un suave beso en los labios. Ninguna sabía hacerlo, así que era un beso inocente e inexperto. Ambas sonrieron y siguieron dándose besitos en el suelo, mientras sus piernas parecían entrelazarse involuntariamente entre sí.

Al cabo de unos pocos minutos, detuvieron la pequeña sesión de besos, completamente sonrojadas y con sus respiraciones algo agitadas por los nervios. Decidieron que, después de eso, comenzarían con las actividades que Heejin preparó para la pijamada, como ver películas, comer, jugar algunos juegos de cartas y construir un pequeño fuerte de mantas y almohadas. En este último contaron algunas historias, rieron y, sobre todo, se dieron algunos besitos más. 

Aunque hubiesen querido hacer más cosas, el sueño les ganó y se lo impidió. Las dos chicas se acurrucaron juntas en ese fuerte y, antes de dormirse por completo, Heejin le dio un ultimo besito a Hyunjin, quien ya estaba dormida. Esta sonrió levemente y rodeó a la mayor con su brazo, permitiéndole descansar finalmente.

ᴍᴀʀʀɪᴇᴅ ʟɪꜰᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora