♡ 29 ♡

1.1K 142 25
                                    

Al llegar la noche, la familia estaba reunida en el comedor, a punto de cenar, pero uno de ellos no se había presentado. Renjun era el único que no estaba sentado en su lugar en la mesa, cosa que les pareció extraño.

─Iré a ver si está bien. ─Mina se levantó de la mesa y subió las escaleras, dirigiéndose a la habitación de su hijo. Cuando llegó, tocó la puerta suavemente y esperó una respuesta.

─No tengo hambre...─ Dijo el pequeño desde dentro de la habitación. Mina lo conocía bien, él nunca se saltaba las comidas. Algo andaba mal.

─Renjun, mi niño, soy mamá ¿Puedo pasar? ─Pasaron unos segundos y la puerta se abrió, permitiéndole el paso a la japonesa.

Mina entró con cuidado y notó que las luces estaban apagadas. Cuando se volteó para encenderla, Renjun la detuvo.

─N-no prendas la luz... Por favor. ─Mina asintió y se sentó en la cama. Renjun hizo lo mismo y se mantuvieron en silencio por unos segundos hasta que él decidió romperlo.─N-no me gusta mi cuerpo, mamá.─ En su voz denotó lo roto que le hacía sentir eso y las lágrimas comenzaron a caer por su rostro de forma silenciosa.

Mina lo abrazó con desespero. Sentía la necesidad de tenerlo en brazos hasta que todas las partes rotas del niño se unieran de nuevo. Le parecía tan fuerte que un niño de su edad esté preocupado por cómo se ve su cuerpo, lo que la destruyó a ella también.

─¿Qué es lo que no te gusta de tu cuerpo, mi niño? ─Preguntó la japonesa con cautela, aún abrazando a su hijo, mientras acariciaba su cabello con suavidad.

─Mi p-pecho... Parece que ha empezado a c-crecer... ─Mina se separó un poco, acarició el rostro de su hijo y sonrió.

─Tengo una idea.─Le limpió las lágrimas con los pulgares y le dió un pequeño beso en la frente.─ Espera aquí. ─Dicho esto, salió de la habitación y, al cabo de unos minutos, volvió con un top deportivo en sus manos.

─¿Qué vamos a hacer? ─Preguntó Renjun algo confundido.

─Este es un top deportivo que compré hace mucho para tu hermana, pero no lo usó porque, según ella, la textura era desagradable... Ya sabes como es. ─Rió levemente y se acercó a Renjun, otorgándole aquella prenda.─ Puedes usarlo tú. Son bastante apretados, así que no se va a notar tu pecho.

─¿En serio? ─Una sonrisa se formó en su rostro y abrazó a su mamá con fuerza.

─Sí, al menos hasta que podamos hacer otra cosa al respecto. ─Correspondió el abrazo y se separó enseguida.─ Ahora ve, pruébatelo.

Renjun corrió emocionado a ponerse aquel top debajo de su camiseta y, al ver que su pecho volvía a ser totalmente plano, sonrió ampliamente. Se lo mostró a su mamá, orgulloso, y Mina sonrió.

─Te queda perfecto, cariño. Pero trata de no usarlo para dormir. ─Renjun asintió y Mina sonrió al verlo feliz nuevamente. Tomó su rostro entre sus manos y le llenó la cara de besitos, haciendo que Renjun se queje por el exceso de cariño que le daba su madre.─ Ahora vamos a comer ¿Sí?

El pequeño asintió y, junto a su mamá, bajaron al comedor para, finalmente, cenar en familia. Al final, todos pudieron terminar el día con una sonrisa. Heejin y Hyejoo aprendieron que la amistad las puede sacar de algunos apuros, la confianza de Renjun hacia sus madres crece cada día y, por su parte, Mina y Chaeyoung mantienen el amor que siempre se tuvieron la una a la otra.

♡─♡─♡

Capítulo cortito pero espero que al menos les quite el mal sabor de boca que les dejó el anterior.

ᴍᴀʀʀɪᴇᴅ ʟɪꜰᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora