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No me detuve a pensar en qué momento llegamos a unir nuestros labios, o, cómo es que estábamos tan pegados que nuestros cuerpos se rozaban con la intensidad del beso. En éste momento no importaba nada.

Los suaves y carnosos labios de chris sabían a menta, su aliento era maravilloso, se notaba que sabía lo que hacía y que era un experto en cómo besar a alguien y que hacer para sentirse caliente.

Su lengua pedía permiso el cual accedí sin entender mucho, no tenía ni idea de qué hacer en estos casos así que sólo me dediqué a que él hiciera conmigo lo que quisiera, pase mis manos a su pelo para atraerlo más a mí quería más de él, quería saciarme de él.

En un movimiento rápido quedó entre mis piernas, sentía su dureza, podía sentirlo todo de él y fue ahí donde mi cuerpo cambió por completo. Sentía mis piernas débiles y un lugar especial me comenzaba a palpitar con demanda.

¿Qué estoy sintiendo?
¿Porque estoy liberando líquidos?

Para mí, estaba muy claro que todo esto era muy nuevo, en cambio, christopher estaba siendo todo un experto. Su manos fueron descendiendo dejando caricias por su paso, su mano derecha acariciaba lentamente mi muslo mientras con la otra se sostenía sobre mi cabeza, mis pulmones exigían aire y aunque no quisiera soltar sus labios era necesario.

Su frente estaba junto a la mía chris tenía los ojos cerrados y la respiración acelerada igual que la mía, sus labios estaban hinchados y cada vez se veían más deliciosos y peligrosos, iba a volver a unir nuestros labios cuando soltó un susurro.

-No haré nada que no quieras- abrió los ojos, la luz de la luna impacto con ellos dejándome ver el destello de la lujuria y el deseo en ellos. -debes detenerme en el momento que sientas que es suficiente... Debes de tener control por mi- su voz se escuchaba un poco ronca y afectada -hablo muy enserio Ángeles, debes detenerme cuando sientas que llegué a tus límites.

No quería tener límites con el, pero, estaba segura de que aun no estaba preparada para nada por el momento pero no quería dañar la situación así que solo asentí y volví a enredar mis dedos en su cabello mientras lo besaba.

Y sin previo aviso estrujo su cuerpo contra el mío haciendo un pequeño ruido con la cama y la pared, pero eso no me importó en lo absoluto, lo que sí me importó era que ahora sentía aún más su dureza contra mi entrepierna y por lo que sentía llegué a deducir que era algo bastante grueso y grande por lo que me alarme un poco.

Su mano detuvo mis caricias en el muslo y subió al borde de mi suéter, abrió los ojos en espera de que le diera permiso de continuar pero al ver la duda en mis ojos lo pasó por alto y continuó con los besos.

Eso fue muy caballeroso de su parte, la verdad.

Los labios de chris abandonaron los míos y fueron bajando por mi mejilla, luego mi mentón, hasta llegar a mi cuello donde empezó a atacar ferozmente. Yo soltaba leves jadeos los cuales trataba de silenciar mordiendo mi labio inferior. Mi pecho subía y bajaba al sentir cada beso pero con una almohadilla tape mi cara y gemi por lo bajo cuando sentí pasar su lengua y después dejar un leve mordisco.

El se lo estaba gozando y yo no me quejaba tampoco. Volvimos a nuestra posición de antes aún besándonos hasta que liberó mis labios y luego me regalo una sonrisa dulce, deje un suave beso sobre sus labios y después me dediqué a observar su hermoso rostro.

Un momento.

No me había percatado del tatuaje que tenía christopher en la espalda hasta que en el reflejo de la ventana se veía con claridad su gran tatuaje, iba a preguntar pero decidí que no era momento.

Christopher suspiró y luego se recostó sobre su espalda, cerró los ojos tratando de controlar un poco su respiración pero por ahora esa no era mi intención, en un ágil movimiento quedé sobre el a horcajadas y sinceramente creo que fue un error.

Abrió los ojos de golpe se veía muy sorprendido por mi repentina acción, en cambio yo, estaba tratando de ignorar que estaba sobre su miembro duro el cual me prendía un poco más y para pasar rápidamente por alto eso me incliné y continue nuestra sesión de besos, paso sus manos por mis caderas apretando cada lado y moviéndome levemente.

¡Oh Dios Mío!

Sentía un cosquilleo que me estaba dejando perder el control de la situación, mi entrepierna palpitaba con fuerza sintiendo también el cosquilleo que producía al hacer eso y no pude mas solté el gemido que estaba tratando de contener, al hacer eso christopher gruñó y apretó con más fuerza mis caderas y haciendo más rápido los movimientos, mordió mi labio para luego soltarlo y exhalar con fuerza y en ese momento me enderece aún haciendo los movimientos, tire la cabeza hacia atrás mientras respiraba con dificultad. Sus manos abandonaron mis caderas pero no deje de moverme aunque ahora era un poco complicado llevar el ritmo que tenía gracias a la ayuda de chris, sus manos fueron a mi culo y lo apretó con fuerza haciéndome jadear.

Entonces ahí fue el momento en que no comprendí que había hecho mal o qué había sucedido. Christopher me hizo a un lado y se levantó de golpe, abrió la puerta de la habitación y salió disparado al baño que estaba justo en frente, sin importarle dejó la puerta abierta mientras lo veía luchando por bajarse los pantalones y en ese momento sentí el verdadero terror...

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