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La mirada en shock de mis dos amigas penetraban con todas sus fuerzas mientras trataban de sobrellevar bien lo que les había dicho.

—Aún no comprendo nada— comentó alex.

—Si sabias que tu madre se daría cuenta, ¿¡Por qué demonios fuiste con él!?— anya, la "protectora" regaño.

—No lo sé— mordí mi labio inferior —sentía la necesidad de ir con el...— jugueteaba con mis manos mientras evitaba sonreír.

Mi madre si se enteró de mi salida en la madrugada el sábado, había olvidado que iría con ella a su trabajo para que la ayudara un poco.

Esa madrugada fuimos por un perrito caliente, comimos un helado y por último me llevó a un pequeño parque; casi amanecía y pude ver lo hermoso que era cuando reflejaba la tenue luz del sol sobre los árboles.

Llegué a mi casa a las 7:30 am y mi madre estaba histérica incluso mi padre la estaba acompañando. Era muy grave si mi padre estaba aquí con nosotras, lógicamente, me metí en serios problemas y ahora tengo prohibido salir, ni siquiera puedo ir a casa de las chicas.

—Te lo mereces— volvió a regañar la rubia.

—Sinceramente...— las miré —lo volvería hacer, ¡Ese parque fue muy hermoso verlo a esas horas!

—Creo que ese chico te drogó— susurro la pelinegra.

—Vamos, tenemos que ir a francés

Juntas comenzamos a caminar entre los pasillos para llegar hasta el salón de francés, al estar dentro el profesor aún no llegaba y tampoco habían muchos estudiantes. La puerta se abrió y los que estábamos pensamos que era el profesor Jorman pero no fue así.

—Se dice que ese chico es problemático y fue suspendido por pegarle a un estudiante frente al director— comentó alex por lo bajo.

El chico con la cabeza me hizo una seña para que fuera donde él, todos a mi alrededor nos miraban extrañados principalmente mis amigas. Obediente me levanté y salí del salón tras de él.

—Que sucede?— un poco nerviosa, pregunté

—Llevo dos días escribiéndote— reclamó con un tono severo.

Frunci mi entrecejo y lo miré enojada. —por tu jodida culpa me han castigado ¡Una maldita semana! Sin poder salir ni utilizar mi teléfono— me cruce de brazos.

Una sonrisa traviesa se dibujó en su lindo rostro. —Si hoy no piensas venir conmigo nuevamente— se acerco a mi oído —entonces tendré que ir hasta tu departamento.

Y sin más se alejó de mi dejándome completamente anonadada con sus repentinas palabras. ¿Quién se creía el para hablarme de esa forma? La puerta se abrió de golpe y mis amigas salieron por esta.

—No me digas que ese es el chico de tus problemas.

—¡Quiere que salga con el hoy de nuevo o irá hasta mi departamento!

—Tienes que decirle a tu madre, ese tipo es un Psicópata— sentenció anya.

—¡No! Solo veré que quiere, tampoco saldré con el.

—Donde yo me entere que saliste con ese tipo, le diré lo que esta pasando a tu madre— enojada, anya me señaló

—Cálmate— intervino alex —deberíamos acompañarla a ver que quiere él.

—¿Chicas?— El profesor interrumpió —adentro, es hora de clase.

Las clases fuero lo típico, aburridas y llenas de explicaciones las cuales no preste mucha atención. Faltaban 5 minutos para que tocará el timbre de salida y estaba ansiosa por acabar ya e irme a casa, el profesor de química había dejado dos tareas para mañana y aún me faltan tareas por terminar para mañana también.

Con mis amigas fuimos caminando hasta la parada del autobus y de camino pasar por un helado, al llegar a casa estaba mi madre en el comedor con sus dos laptops de trabajo y un teléfono en su oído.

—Iré a con alex y anya arriba.

—Ni se te ocurra salir por esa puerta— me señaló —ve a ducharte, quítate ese uniforme y en tu habitación te quedas. No vas para ningún lado— volvió a su llamada.

Y con enojo subí hasta mi habitación para hacer lo que me dijo mi madre luego de terminar comencé con las tareas faltantes para después seguir con química.

🌻

Mi madre no dejó pasar a mis amigas para que se quedaran a dormir con la excusa de que estaba castigada y que después podrían venir con toda la confianza.

Eran casi las 12:50 cuando un mensaje llegó a mi correo, mi madre me había dado la oportunidad de usar mi computador para terminar mis trabajos.

"Abre la puerta, estoy fuera."

Tenía que estar bromeando.

No le creía ni un poco pero por curiosidad baje las escaleras para fijarme por la rendija de la puerta si mi querido amigo loco y acosador estaba fuera.

Oh mi Dios...

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