Sus labios se unieron con los míos con la misma intensidad que antes, su mano me tomó por la cintura haciéndome quedar sobre su regazo, sus manos guiaban mi cintura rozando nuestras partes.
En un movimiento rápido me empujó dejándome sobre la cama y el sobre mí entre mis piernas de esa forma podía sentirlo por completo en mi intimidad, me tomó por las muñecas y las dejó por encima de mi cabeza, mi respiración se aceleraba con cada movimiento que hacía.
Su cuerpo se alejó del mío observando mi cuerpo, sus manos viajaron al borde superior de mi pijama me miró y después miró la fina tela, sin entender que iba hacer escuche como una tela se rompía y mire como mi blusa se partía a la mitad.
Me iba a quejar pero sus labios atacaron mi pecho, mordía y chupaba con fuerza sentía un poco de dolor mientras lo hacía pero al sentir como su lengua jugaba con mi punta mientras su otra mano pellizcaba mi otro pecho, un gemido salió de mis labios y sentí como los dientes de chris mordieron con fuerza y ésta vez gemí de dolor.
—Cierra la puta boca que nos pueden escuchar— su voz estaba más ronca de lo normal.
Pueden llamarme masoquista pero, la forma en que está actuando me prende aún más.
Sentía como su lengua hacía camino mientras bajaba por lo que supuse dónde terminaría y eso me ponía nerviosa, cada vez bajaba más y más pero de repente escuché dos golpes en la puerta y la mención de mi nombre, alertada miré a chris quien su vista fue dirigida hacia mí desde donde estaba. Al igual que yo, no lo podía creer.
En un movimiento rápido se levantó y miró por toda la habitación buscando una escapatoria. El armario no tenía puertas —a mamá no le gustaban los armarios con puertas—, la cama estaba lo suficientemente alta como para que lo vieran y la ventana que había daba a la calle. ¿Qué íbamos hacer?
—Voy— dije, para que no sospechara.
No se en qué momento chris puso el seguro porque no escuche que lo hiciera, mire a chris nerviosa buscando ayuda pero estaba en blanco al igual que yo.
—Solo me queda meterme bajo las sábanas— susurró para que solo yo pudiera oírle.
—¿Y si prende la luz?— digo bastante bajo. Mis labios temblaban de los nervios.
—¿Entonces qué?— levantó los brazos desesperado.
Mire a mi alrededor y no había más opciones, lo tomé por la muñeca y lo recosté en la cama, le pasé las sábanas por encima y las almohadas las coloqué en desorden para que no se notara su cuerpo si llegase a prender la luz.
Iba muy decidida a abrir cuando siento un frío en mi pecho y recuerdo que mi pijama está roto por completo, busco algún suéter de mi madre y me lo pongo, quito el seguro y abro la puerta.
—¿Sí?— me hice la adormilada.
—Querida, ¿porque hay colchas en el salón? ¿Vino alguien?— preguntó mi tía, algo desconcertada.
—Sí, chris se quedó a dormir. Supongo que salió a tomar aire... Ni idea— sonreí nerviosa.
—Bueno...— miró disimuladamente dentro de la habitación —Y qué eran esos ruidos, ¿estas bien?— arqueó una ceja.
—Fui a ver una película de terror, podrás imaginar mis pesadillas— reí con nerviosismo.
Me miró con recelo. —si quieres que te acompañe me puedo quedar con gusto.
—Tranquila tía, creo que iré a buscar a christopher.
—Si sales ten mucho cuidado que ya es tarde.— dio media vuelta —buenas noches, Ángeles.
Sin más siguió al final del pasillo y entró en la habitación de huéspedes que seguía de la mía. Esa habitación era demasiado pequeña porque mi padre decidió dividirla ya que era una sola pieza y así poder tener mi hermana y yo nuestra privacidad; al final, el cuarto de mi hermana quedó vacío y el mío cada vez se iba quedando muy pequeño mientras crecía.
Cerré tras de mí y vi que chris estaba arreglando la cama un poco, se quedó de pie mirándome por unos minutos. Mordió su labio inferior y suspiró, caminó en mi dirección y al llegar a mi depositó un beso en mi frente. Me hizo a un lado y abrió la puerta, después saliendo por ésta.
Incrédula pregunto: —¿A dónde vas?— susurre.
Se volvió y me miró con cansancio. —dormiré abajo. Buenas noches.
Siguió su camino escalera abajo, volví a mi habitación y cerré la puerta para luego acostarme en la cama. Si me sentí un poco decepcionada después de que chris se fuera, quería terminar lo que habíamos comenzado. Cuando por fin él decide abrirse un poco conmigo mi tía nos interrumpe.
Luego de pensar mucho las cosas y soltar una que otra lágrima me quedo dormida ya que es muy tarde y a la mañana tenía que ir a la escuela.

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✨Vida✨
FanfictionPor ti daría mi vida. {C.V.} -"Dios le da guerras más difíciles a sus mejores guerreros"- Ángeles se repetía con dolor en el pecho. Tan niña y tan fuerte, tan joven y con un corazón tan roto. Siempre llega alguien cuando estamos en el borde del co...