Hola criaturas, aquí les dejo una canción de piano que la utilicé mientras escribía este capítulo, viene perfecto para escucharlo mientras leen.
Llorar por dentro.
Los sollozos se escuchan en el amplio campo, los trajes negros y pañuelos invaden mi visión pero me enfoco en mirar a la tumba que yace en un hueco.
A mi lado se encuentran los padres de Adam, al otro mis padres que me miran preocupados, los familiares lloran y susurran lamentos y yo mantengo la vista fija en la madera sin soltar una lágrima.
Pasaron dos días de su muerte, los policías tomaron muestras y fotos de la escena y los médicos forense declararon que había muerto desangrado, alguno de sus órganos estaban perforados, no había nada que pudiéramos hacer si lo hubiéramos encontrado con vida.
Yo por mi parte me mantuve encerrada evitando a todos, tomaba pastillas a cada nada para dormir, no comía y evitaba salir de las sábanas, ni siquiera quería abrir los ojos para notar que estaba sola.
Vestirme para el entierro fue un tormento, cuando abrí el closet su olor se regó en toda la habitación y sus prendas de vestir me hicieron sentir harcadas.
Había llorado tanto que ya mi garganta no soportaba ni siquiera hablar, mis ojos estaban inyectados en sangre y las ojeras no parecían de este mundo.
—Algún día pasará—me aprieta el hombro mi madre.
Ni siquiera la miro, no tengo ganas de ver a nadie , solo quiero llegar a casa y dormir hasta que el dolor se vaya, no aguanto la idea de vivir sin Adam, era mi apoyo, era un amor de persona y el ejemplo a seguir de su hermana Kiara.
Ella llora desconsolada en una esquina, es tan joven, y ha tenido que soportar la pérdida de su único hermano, el que siempre la cuidaba y regañaba.
Me acerco a la tumba con una rosa roja y los demás se apartan para que pueda decirle mis últimas palabras de manera privada.
—¿Sabes?—comienzo—lamento mucho no haber hablado todo lo que quería decirte, lamento haberte apartado en ocasiones, no te merecías nada más que amor—suspiro y miro al cielo—espero que donde sea que estés me puedas escuchar, quiero que sepas que vivirás en mí siempre, fuiste mi primer amor y novio, contigo crecí y aprendí, me enseñaste qué es la paz y lo que es ser amado—dejo caer la rosa en su tumba—te prometo que quien sea que hizo esto, pagará.
Le doy una última mirada y salgo caminando hacia mi coche,una vez dentro miro el adorno de Adam en el retrovisor colgando y suspiro sin ganas.
Manejo con la vista perdida en el tráfico hasta llegar a mi destino, bajo y camino a la entrada, busco con la vista y no lo encuentro.
Me adentro en algunas oficinas hasta que lo veo mirando unos papeles con concentración, doy unos golpes en la puerta para que note mi llegada y alza la vista para mirarme.
—Doctora Ellie—se levanta—Un gusto verla, a pesar de las lamentables circunstancias—me acerco y le doy la mano—me enteré lo de su pareja, no preguntaré cómo está porque la respuesta es obvia.
—Fue un asesinato—digo sin rodeos.
—Claramente lo fue—se vuelve a sentar y hago lo mismo—estamos llevando a cabo la investigación, los guardias no dicen haber visto a nadie esa mañana entrar por lo que creemos que entró por una de las entradas de servicio—indica.
Asiento sin decir nada.
—¿Su novio tenía algún problema con alguien para que le hicieran esto?—interroga.
Aparto la vista y miro al piso fijamente.
—Era una hermosa persona, incapaz de sentir rencor , era demasiado puro para llevar esos sentimientos dentro—logro decir.
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El diablo en disfraz
RomanceDesde pequeños nos enseñan a diferenciar dónde se encuentra el bien y dónde se encuentra el mal. Pero nunca nos enseñaron que estos pueden mezclarse en el mismo recipiente, o tal vez , en la misma persona. Ellie Sprouse,chica de 20 años es una psiqu...