Capítulo II

1.5K 79 27
                                    

Encuentro, Sangre, Bienvenidas.

Camino directo a la sala donde despojo mi libreta y lapicero, acomodo mi cabello y continúo caminando.

Luego de recorrer un largo pasillo con varios guardias custodiando, llego a la puerta.

-Su identificación por favor-me pide el robusto hombre que cuida la habitación.

Le cedo mi carnet con mis datos, él los examina y me abre la puerta para que entre.

La habitación es blanca completamente, hay una mesa y dos sillas de color beige en el centro.

Y ahí está él, parado firmemente en una esquina con su camisa de fuerza .

-Bienvenida doctora-dice aún sin girarse.

-Buenos días señor Scott-saludo sin titubear.

Hasta ahora no ha llegado el paciente que logre ponerme nerviosa con su presencia.

-Disculpe mis malos modales-se gira-estaba observando la humedad de esa pared, parece que nadie lo ha notado-dice acercándose a mí.

Se detiene a unos pasos y me mira de pies a cabeza.

Hago la misma acción y detallo su cuerpo está vez en persona.sus ojos son de un azul celeste, tan claros que se mezclan con su pálido tono de piel.

Es alto y de figura atlética pero delgada.

-Es usted más bella de lo que había imaginado-camino hacia mi asiento-debo confesar que pensé que sería una anciana prepotente-se burla.

Toma asiento junto a mí.Es peligroso, no puedo permitir contacto, no hasta que sepa que no me hará daño.

-Eres libre de ponerte cómodo-lo invito.

La mayoría de los pacientes suelen tratar de mantener una fachada de educación que luego van derrumbando, otros muestran sus actitudes directamente.

Él sonríe con malicia y sube los pies a la silla cruzándolos.

-Es usted muy amable Doctora..-lo veo que inspecciona mi bata con la mirada-Sprouse.

-Bien,¿Alexxo, cuéntame cómo te sientes ?- lo miro a esos ojos infinitos.

-Vaya, me sorprende-muestra una sonrisa torcida-la mayoría de las personas lo pronuncian como un Aleso , sin enfatizar la tilde imaginaria en la e-dice sonriendo.

En realidad el nombre es bastante lindo, se pronuncia Aléxxo, detonando bien las x.

-Conozco muchos nombres-digo-ahora volviendo al tema, cuéntame cómo estás en estos momentos.

-Ansioso-murmura.

-¿Me puedes comentar por qué?-lo miro.

-Por esto-dice y se acerca abruptamente dejándose caer en la mesa hasta solo quedar a centímetros de mi cara.

Yo por mi parte no hago ni el más mínimo de amén por sorprenderme.Lo miro fijo a los ojos sin moverme.Esa técnica del susto es demasiado predecible.Si fuera otra persona temblaría del miedo o del susto,pero esa no soy yo, por eso he llegado tan lejos.

Él sonríe de manera maniaca y no aparto la vista del azul de su mirada.

Se reincorpora en su asiento sin perder la expresión de diversión y yo miro sus gestos.Claramente trató de sorprenderme y el sorprendido fue él.Esperaba una reacción de miedo y recibió una de desinterés.

-Bueno Alexxo, creo que tendremos que continuar la charla otro día, por hoy solo vine para presentarme-digo poniéndome de pie.

-Ha sido todo un gusto compartir con usted doctora-dice con esa sonrisa torcida.

El diablo en disfrazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora