Capítulo XLVII

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Doy un portazo entrando a mi casa y me dejo caer en el piso,el llanto no se hace esperar, estoy rota y desilucionada.

Quiero estar con él, en serio lo deseo con todas mis fuerzas pero no es lo correcto, me ha echo daño, me ha engañado, no puedo seguir en un círculo vicioso que solo me traerá dolor.

Tengo la cabeza caliente, lo sé, no pienso con claridad, pero si no lo hago ahora, no lo haré nunca, tomo mis llaves y me dirijo al hospital, necesito irme de esta ciudad, abandonar todo y comenzar de cero, no tengo más espacio para el dolor.

La carretera se me hace infinita y lo único que deseo es desaparecer, en un año me han pasado tantas cosas, metí preso a un amigo, asesinaron a mi novio y madre, maté a una persona, mi padre me encerró y forzó a tener una  terapia agresiva,me reencontré con él, Damiano volvió y las verdades salieron a la luz.

Es demasiado, incluso para una persona fuerte y testaruda como yo, no aguanto más dolor, mi salud no la aguanta, no puedo ser necia y olvidar el echo de que mi cerebro recibió descargas potentes innecesarias , y como médico que soy tengo claro que puede ser una complicación en el futuro, por lo que necesito tener una vida estable.

Mi cabeza está llena de altibajos, mis acciones ignoran mi lado maduro y terminan obedeciendo al corazón, pero por una vez, escucharé a mi lado cuerdo.

Me bajo en el parking del hospital y camino hacia la dirección principal, algunas personas me miran sorprendidas pero no hago caso.

Entro sin tocar y me encuentro a la directora hablando por teléfono y escribiendo algo a la vez, alza la vista y me hace una seña para que espere un momento, obedezco y tomo asiento, pasan unos minutos hasta que cuelga y me vuelve a mirar.

—Ellie perdón la espera—se levanta para buscar algo—estoy exhausta con el tema de Alexxo.

La miro confundida y espero que ella misma diga todo.

—Ayer escapó y no aparece en ninguna parte.

Mi corazón se aprieta y recuerdo nuestras últimas palabras, me hizo caso y se alejó, lo tomó tan en serio que se fue del hospital a quién sabe dónde.

Ahora es cuando realmente siento el peso de mis palabras, antes no tenían significado hasta que se hicieron realidad.

—Hemos estudiado su comportamiento y ha echo esto varias veces.

—¿Volverá?—digo con un hilo de voz.

—No lo creo.

Siento que comienzo a sentirme mal y huyo a mi despacho deseando estar sola, me siento vacía.

Entro y lo primero que veo es una rosa negra, un adorno del ying y el yang junto con una carta.

Mis ojos se llenan de lágrimas, abro la hoja y me dispongo a leer.

Darlin, sé que me dijiste que me alejara de tu vida totalmente, pero al menos quería dejarte una última nota diciendo toda la verdad, mereces saberla.
Primero que nada quiero que mires a tu muñeca, ¿ves una pulsera, no?, supuestamente fue tu amigo secreto pero en realidad todos los regalos fueron míos, me encargué de ocultarlo todo y amenazar al chico para que dijera que había sido él, sé que no te gusta que use a la gente, pero oye un detalle romántico sin algo de maldad sería imposible para mí.
Quiero que conserves la pulsera, todos reconocían esa prenda y sabían que quién la usara no podría ser tocada o tendría que arreglárselas conmigo....
Ahí fue donde Damiano comenzó su juego de roles, él quería venganza y tú eres mi única debilidad, por eso siempre quise eliminarlo de la ecuación, quise alejarte de él, pero nunca me escuchaste.
En cuanto a las muertes no tengo nada que decir, no adornaré lo que ya sabes, disfruto matar y jugar con las personas, estudiaste mi condición y no es necesario que la explique.
Pero más allá de todos mis defectos quiero que tengas claro una cosa, y es que te amo, de una manera jodidamente enfermiza, insana y loca, pero te amo.
Desde el día que te ví aparecer con aquel vestido planchado y el pelo perfectamente peinado, supe que tras esa chica inteligente se ocultaba algo aún mejor, y es que toda esa prepotencia, ese orgullo , esos aires de grandeza que tienes, no son más que algún tipo de trastorno que desconozco, eres como el mal y el bien dentro del mismo cuerpo, eres la luz y la oscuridad, eres el ying y el yang.
Y eso, eso es jodidamente hermoso.
Me alejaré, lo haré porque es lo que quieres, una vez te dije que nunca haré nada en contra de tu voluntad, y si alejarme es tu deseo, aún muriendo de dolor lo haré, solo espero que el tiempo sane las heridas que yo no supe sanar.

El diablo en disfrazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora