Príncipe y príncipe

3.- ¿Al pie de la letra?

Shinoa miraba de un lado a otro desde que se alejó de Mika. Su corazón latía muy rápido, pero eso le gustaba: el hecho de arriesgarse con las cosas.

Observó a las personas riendo mientras caminaban hacia el castillo y entonces, sin que se dieran cuenta, se coló como pudo detrás de ellos. Aún siguieron sin notarlo o simplemente no le dieron importancia.

Mientras tanto, Mika trepaba un árbol para acomodarse bien. Era consciente de que tendría que esperar un buen rato y por ello trajo sus libros y apuntes para hacer pasar el tiempo rápido en vez de aburrirse. Le gustaba leer, era un pasatiempo que se convirtió en parte de su rutina de vida: lo hacía a diario, ya que no tenía otras cosas que hacer. Solo leía, hacia cartas, escribía y se distraía.

Solo eso.

Cada día.

Ya acomodado, abrió la libreta y destapó la pluma.

Comenzó a escribir.

Querida Krul, madre...

⸺Su nombre no aparece en la lista ⸺dijo uno de los guardias.

⸺¿No? Claro que lo está, revise bien. ⸺Shinoa lo miró inquieta.

⸺Lo revisé varias veces y si dije que no está es porque de verdad no está.

⸺¿Se da cuenta que esto es una falta de respeto? ¿Sabes quién soy?

⸺No tengo idea de quien eres. Salga de la fila por favor, que los demás quieren entrar.

⸺¿Cómo osas hablarle así a una princesa? ⸺Shinoa mostró indignación.

⸺¿Una princesa? ⸺el guardia la miró confundido.

⸺Ella es la princesa de la familia Hiragi ⸺una chica habló por detrás y los demás comenzaron a murmurar⸺. No le recomiendo meterse con esa familia.

⸺Discúlpeme los inconvenientes, entre.

⸺Veré si te disculpo. ⸺Le sonrió Shinoa y antes de alejarse volteó para ver a la chica que habló por ella: era rubia. Solo eso se grabó antes de seguir su camino.

Al llegar, varios la recibieron acercándose a ella. Nunca pasó de desapercibida, pues muchos la reconocieron al instante. Estuvo charlando un rato hasta que logró encontrar su objetivo, se dispuso a alejarse de los demás para acercarse a él.

⸺Príncipe Yuichiro, que placer conocerlo.

Él la miro exaltado, sonriéndole como podía, entonces se agachó a su altura y dijo:

⸺¡Hola pequeña! Bienvenida al castillo, aquí es...

⸺Sé dónde es ⸺carraspeó controlándose⸺, tengo la misma edad que usted, no soy pequeña, solo...

⸺Solo dejaste de crecer. ⸺Terminó⸺. No estés triste, sé que es algo difícil.

⸺Disculpa, aún me queda tiempo para crecer.

⸺Es comprensible, el primer paso es la negación. Debe ser muy duro para ti, lo lamento mucho.

⸺Oh por Dios ⸺chistó.

⸺Tienes razón, hay que orar a Dios para que te ayude.

Shinoa lo maldijo internamente, es igual a él pensó y salió de su vista sin avisarle. Buscó los balcones que Mika le indicó, abrió cada uno de ellos y cuando alguien la miraba confundido ella se excusaba diciendo «Hace calor aquí».

El silencio reinó de inmediato cuando la familia Shindo llegó. Shinoa tragó grueso y salió a uno de los balcones para poder calmarse. Observó de lejos como Yuichiro y sus padres los recibían cordialmente. Analizó cada movimiento, cada gesto y cualquier cosa para poder estar al tanto de todo. Varios guardias entraban después de ellos, pero cada uno en una distancia prudente.