Príncipe y príncipe

4.- Novelas

Estábamos en la casa de Krul, no en la taberna, en su casa. Casa real, porque la taberna era el hogar de su hermano.

Ambos nos sentamos en el sofá mientras leíamos un libro cada uno en silencio, solo silencio. Los dos éramos la concentración en su máxima expresión cuando comenzábamos a leer. Ninguno se interrumpía, era de ley no hacerlo: aún recuerdo que una vez bostecé y ella casi me golpea con el libro.

Teníamos una manta, era de noche, prácticamente perfecto. Todo estaba muy cómodo. Días como estos eran mis favoritos.

Frunció el ceño y cerró el libro bruscamente.

⸺¡Ay, carajo!

Coloqué mi dedo en el párrafo de la hoja y después volteé a verla.

⸺¿Qué pasó?

⸺¡Este libro es una mierda, la política es una mierda, el protagonista es una mierda! ⸺gritó.

⸺Explícame, solo entendí «mierda».

⸺Todos solo hablan de sus deseos, de sus metas, todos son increíbles, los gobiernos son lo mejor, todo es maravilloso y eso lo odio ¿dónde quedaron los problemas que surgen? Este libro parece más un relato de como sería la vida perfecta que lo que promete la sinopsis ¡vete a la goma! Yo quiero inferioridades, debilidades, caos, caos, quiero caos.

⸺Quieres sufrir en resumen ⸺corregí y ella asintió levantándose.

⸺Voy a volver a las novelas.

⸺¿Solo ahí hay caos?

⸺Solo ahí hay caos ⸺afirmó⸺. Solo ahí puedo hacerme expectativas de algo que jamás me pasará.

⸺Eso es horrible.

⸺Pero me gusta.

⸺Suena como masoquismo.

⸺Bien, ahora lo entiendes.

⸺Por eso nunca voy a leer novelas.

Se acercó a mí, ya con otro libro en la mano: una novela.

⸺Te pierdes de mucho, Mikaela.

⸺Más bien lo que no pierdo.

⸺Graciosillo ⸺murmuró volviéndose a sentar.

Volvimos a retomar nuestras lecturas, otra vez en silencio. Me puse a meditar en lo que recién dijo Krul y pensé todo lo contrario a ella: no tenía idea de cómo eran las novelas, pero con que haya dicho «expectativas» se refería a personajes perfectos que enamoraban con sus acciones al protagonista.

No sabía si Krul se había enamorado alguna vez, pero solo era consciente de que cualquier hombre sería tan afortunado de conocerla a ella, de poder compartir momentos a su lado, de eso y tantas cosas. Krul sería perfecta ante los ojos de cualquiera, simplemente una mujer prodigiosa. Y sabía que algún día encontraría eso que niega que le sucediera.

⸺¡Ay, joder!

Me asusté casi dando un respingo, la volví a mirar.

⸺¿Ahora qué?

⸺¡Le acarició la mejilla!

⸺No puedo creerlo ⸺me escondí en mi libro.

⸺¡Que romántico!

⸺Que horror.

⸺Eso no lo dirás cuando...

⸺No, yo nunca voy a leer una de esas novelas ⸺interrumpí.

Cerró el libro, luego volteó a verme tan lentamente que me dio miedo. Se acercó a mí.

⸺Eso lo dirá el futuro ⸺y me revolvió el cabello.