7.- Logrando salvarte

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Miré a Yuichiro adormecido en mis brazos, me quedé observándolo, intentando observarlo más bien, pero el humo me lo impedía. Estaba a nada de perder el conocimiento, y antes de que me desmayara, Shinoa puso su máscara en mi rostro.

—¡Eres un arriesgado, Mika! —Exclamó revisando mi mochila y sacando de ella la otra máscara que olvidé ponerme—. Todo por él ⸺dijo mirando a Yuichiro.

—Vámonos, no hay tiempo ⸺fue lo único que dije.

Cargué a Yuichiro en mi espalda y avancé junto a Shinoa. Miré a mi alrededor y ya todos estaban dormidos, no había nadie levantado a excepción de nosotros. Me sentí mal por un momento, pero el alivio me recorrió al tener a Yuu a salvo, aunque no podía cantar victoria porque aún faltaba salir de ahí.

Llegamos al balcón y le pedí a Shinoa que me ayudara sacando la otra soga de la mochila para que atara a Yuu conmigo y así poder bajar sin preocuparme de que se despegara de mí. Al terminar, ella cuidó de la soga y las puertas del balcón.

Cada que bajaba ella me preguntaba si todo iba bien y le pedí que dejara de hacerlo o me pondría más nervioso de lo que estaba. Esperé que Shinoa bajara y al hacerlo quitamos la soga para no dejar más evidencia de la que ya había.

⸺Lo lograste, Mika.

⸺Lo logramos ⸺le corregí y miré de reojo a Yuichiro, pude sentir su respiración cerca de mi oído⸺. Mmm ¿puedes ponerle mi sudadera encima?

⸺Preocupándose por el príncipe, que romántico.

⸺Llévate tus fantasías a otro lado ⸺interrumpí⸺, solo quiero evitar que se enferme.

Se quedó mirándome incrédula y entonces dijo:

⸺Por dios, ustedes son iguales.

⸺No me compares.

⸺Ya lo verás.

Volvimos a caminar un buen rato, demasiado rato. Pensé que me complicaría cargar a Yuichiro, pero lo sentí tan liviano durante todo el camino. Shinoa no paraba de disculparse por haber "arruinado" el plan, yo le negué diciéndole que no fue su culpa, que al menos lo logramos solucionar y todo salió bien.

⸺Sentí mucha adrenalina.

⸺Te juro que yo también ⸺admití.

⸺Me declaré a Yuichiro para impedir que tomara el vino y no funcionó para nada ⸺admitió.

⸺Si, lo escuché.

⸺¿Lo escuchaste?

⸺Si, fue muy gracioso, hubiera visto tu cara, de seguro te morías de los nervios.

⸺Pero al menos llegaste para salvar el día. Por dios, Mika, te hubieras visto, entraste épicamente, como en las películas ⸺movió sus manos con emoción.

⸺Tampoco así.

⸺Créeme, y tu mirada tan neutra mientras caminabas ⸺imitó⸺, te viste tan atractivo.

⸺No sabía que yo te gustaba.

⸺Te admiro, que es diferente.

⸺Basta, me sonrojas ⸺reí.

⸺¡Ya quisieras sonrojarte de un halago como el mío!

⸺¿Qué dices? Me siento halagadisimo ⸺entoné en lo último.

⸺Tampoco te subas el ego, eh.

Reímos y seguimos platicando hasta llegar al castillo. Recosté a Yuichiro y Shinoa esperó conmigo un largo rato para ver si despertaba, pero no lo hizo, ella solo dijo: Está muy cansado. Ya pasaban más de las 12 y se vio obligada a irse. Agarró sus cosas, la acompañé hasta la puerta y pude notar como empezó a buscar como decirme lo que estuviera a punto de decir.

⸺Mika ⸺dijo y yo solo la miré indicándole que siguiera⸺, esta es la primera vez que salgo y regreso a estas horas...

⸺¿En serio?

⸺No, solo quería agregarle drama al momento.

⸺Chistosa.

⸺Bien, prosigo...no es la primera vez, pero cuando lo hago...

⸺No te dejaran salir por un buen tiempo, lo entiendo.

⸺Me alegra ⸺se alivió⸺, creo que me arrepiento, Mika.

⸺No lo hagas, gracias a ti los dos salvamos a Yuichiro de mis padres ⸺le recordé⸺. Shinoa, salvamos una vida.

Se quedó pensativa y luego me sonrió.

⸺Parecemos héroes ⸺bromeó.

⸺Lo somos.

⸺Volveré pronto, no te vayas a mover de aquí.

⸺Ya lo sabes, no tengo a donde moverme.

⸺Bien, entonces espérame.

⸺Te esperaré ⸺respondí y me quedé mirando como se alejaba y volteaba varias veces para despedirse de nuevo. Cuando desapareció de mi campo de visión me sentí apagado al instante: el saber que Shinoa ya no vendría tan seguido me desanimaba, no me agradaba la idea, pero fue un riesgo que decidimos tomar al ir por Yuichiro, el cual seguía aún dormido cuando ya debió pasar el efecto.

Escuché un trueno dentro del castillo y me asusté al pensar que había despertado. Subí rápidamente y entré de golpe al cuarto encontrándome con él tirado en el suelo: se había caído de la cama.

Maldije antes de ir a levantarlo.

Príncipe y príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora