15.- Pueblo

499 76 12
                                    

Mientras salía de ese castillo versión titánic lo único que pensaba era: ¿Quién en su vida es tan inteligente ⸺nótese el sarcasmo⸺ como para dejar escapar a la persona que...

⸺pero deja de pensar en que te secuestré, te lo vuelvo a repetir: ¡te salve!

⸺Da igual ⸺evadí y seguí caminando.

Aunque si estaba muy confundido con todo lo que dijo, no me gustaba ser quien no estaba enterado de lo que sucedía a su alrededor. Él parecía saber cosas que yo no y eso me daba curiosidad, mucha curiosidad.

⸺¿Y sabes qué? No te impediré salir, ni tampoco te mantendré encerrado o atado por si lo estás pensando. Si quieres irte está bien, solo te digo que morirás apenas regreses.

⸺¿Morir? ¿Cómo podría...

⸺Hubieras muerto por mis padres.

⸺¿Tus padres?

⸺-Ellos...⸺bostezó⸺ ellos iban a matarte...

⸺No entiendo nada. ⸺Chisté⸺. Veamos, si me trajo hasta acá ¿por qué será? Hubiera bastado con interrumpir la fiesta diciendo que ellos iban a matarme en vez de lanzar pelotas de aire de colores, no espera, eso es una mala idea. Mejor hubiera...intentando entablar una conversación para así quedar en armonía con todos...no tengo idea, esto es muy confuso.

Mientras más intentaba pensar y buscar en una mejor solución más seguía empeorándolo, seguí avanzando sin saber a dónde iba. Cuando me di cuenta me detuve y miré a mi alrededor. Solo había árboles cubriendo por todas partes. Di la vuelta intentando observar el castillo, pero ya no estaba.

Me había perdido.

Seguí caminando, pero cada que avanzaba aún me encontraba con infinidad de árboles que me empezaban a opacar sin dejarme ni mirar el cielo. Me sentí un poco asustado (mucho) así que intenté regresar, sin embargo, mi intento fue en vano porque tampoco encontré el camino.

Comencé a imaginarme varias formas en las que podría morirme estando solo en medio de un bosque, era la primera vez que lo estaba de por sí. No tenía agua, no tenía comida, nada.

Ni mi preciada espada...que nunca utilicé en realidad y solo estaba de adorno, pues lo único en lo que resaltaba era en ayudar a los demás con lo que necesitaran. Mayormente eran labores como cargar, organizar y limpiar, cosas que me gustaban mucho hacer aunque mis padres me prohibieron con el paso del tiempo solo para que «mi imagen como príncipe aun siguiera presente» y no es que yo siempre les llevara la contraria, pero cuando dijeron eso sentí que menospreciaban a nuestro pueblo, que los rebajaban como si estuviésemos asociados en niveles, solo con eso pasé varios días sintiéndome inconforme.

No supe cuánto tiempo ya había pasado, pero lo sentí como horas, como cuando estoy en el castillo sin hacer nada, encerrado en mi cuarto, sentado en una silla todo el día...

De pronto me sentí arrepentido de intentar regresar con mis padres, era como si ahora tuviera la oportunidad de hacer lo contrario a lo que ellos querían y no podrían decirme nada porque no sabían dónde estaba.

Aunque sé que estarían preocupados por mí, pero cuando yo lo estaba no mostraban interés en ello, entonces...

Escuché un sonido detrás mío y me di la vuelta casi gritando cuando vi un ciervo. Yo empecé a sonreír como tonto al verlo, en carne y hueso, en persona, era una maravilla que no creí poder experimentar. El ciervo estaba mirándome, luego dejó de hacerlo y empezó a irse; lo seguí sin pensarlo. Me tropecé varias veces al intentar no perderlo de vista, pero cuando ya no lo vi en ningún lado seguí caminando con esperanza de verlo de nuevo o incluso encontrarme con otro.

Príncipe y príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora