Ya era noche y Yuu seguía merodeando por todo el castillo en busca de una habitación que le agradase. Pasó un buen rato hasta que al final decidió por la que estaba a lado de la mía, le pregunté por qué y respondió bajo que tenía miedo.
⸺Préstame una piyama, Mika ⸺se asomó por el marco de mi puerta.
⸺No.
⸺Esta bien, no pasa nada ⸺desapareció rápidamente.
Cerré el libro que estaba leyendo, lo dejé en el escritorio y me levanté dirigiéndome a mi mueble para buscarle lo que había pedido. Después, me fui a su habitación abriendo la puerta.
⸺¡Oye! ¿Dónde quedaron los modales de tocar?
⸺En Santo Cristo ⸺contesté⸺. Traje la piyama y un poco de ropa porque no tienes cambios...
⸺Lo que necesitaba, gra... ⸺sonrió y yo le lancé las prendas en la cara⸺. ¿Gracias?
No dije nada más, me di la vuelta para irme.
⸺Descansa, Mika.
Lo miré.
⸺Tú igual.
Y cerré la puerta.
Desperté mirando al techo, inquieto. Me cuestioné si el hecho de que Yuu estuviera aquí era real y había regresado o que simplemente estaba soñando. Me levanté dispuesto a salir del cuarto, pero primero me peiné un poco y escribí otra carta para Krul.
Cuando salí me quedé viendo su puerta, todo estaba en silencio y supuse que estaba aún dormido. Me acerqué a paso lento y antes de tocar tragué grueso.
⸺Yuu...
No respondió.
⸺Yuu...vamos a...⸺mordí mi labio, me costaba decirlo.
Era difícil saber que ahora no vivía solo y tenía que acostumbrarme a su presencia. Podía ser complicado, pero...podía intentarlo.
⸺Tenemos que...desayunar...
Siguió sin responder y deduje que era de los tipos de persona que tienen sueños profundos.
Pensé en qué hacer.
⸺Voy a entrar...⸺avisé y moví la perilla con lentitud.
Aguanté la respiración hasta que la puerta se abrió por completo. Me quedé inmóvil.
No estaba.
Automáticamente varios pensamientos impregnaron en mi mente, entre ellos: alivio, del que no me haya escuchado trabarme al hablar; confundido, por si probablemente él estaba esperando a que me durmiera para irse y me parecía extraño porque ayer parecía estar cómodo aquí, y...decepcionado, eso no supe por qué.
Quise tomar aire, así que bajé las escaleras y salí del castillo topándome con el pasto verdoso en donde había dos platos llenos de fruta deformada que no estaban cortadas de forma correcta. Estaban en el lugar donde ayer me senté con Yuu.
Entonces noté que no se había ido.
Luego también noté que él estaba abrazando el tronco de un árbol.
Y de paso miré que aún seguía usando la piyama, mi antigua piyama, era muy...muy raro verlo con mi ropa.
Sentí un cosquilleo.
En cuanto me miró alzó la voz:
⸺¡Mika, llegas justo a tiempo!
⸺Yuu ⸺me acerqué a él⸺, ¿qué haces?
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Príncipe y príncipe
Fiksi PenggemarMikaela Shindo, un príncipe desaparecido ¿Y Yuichiro Amane? el príncipe más querido. El día en que la realeza Amane y Shindo festejen por su futura alianza, Yuichiro se verá obligado a dar el brindis, el cuál será interrumpido por Mikaela, quien po...