8.- Recuerdos fotografiados

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Desde que tengo la cámara no la he soltado en ningún momento, de hecho, la misma noche que me la dio Ashera la utilicé por primera vez para tomar una foto entre todos mientras la fogata aparecía detrás.

Se veía hermoso, tanto que la pegué en la pared de mi habitación, del castillo para ser preciso. Así empecé a hacerlo con cada foto que tomaba: fotografiaba mis libros, mis comidas favoritas, los árboles, el castillo, a Krul comiendo a punto de romperme la cámara, a Kimizuki sin sus lentes, a Akane cocinando, a los dos cocinando, a Yoichi dormido en la casa del árbol mientras le dibujábamos cosas en la cara, a nosotros en grupo sonriendo, a mí, y a todo lo que me parecía que tenía que guardar para siempre.

Poco a poco la pared empezó a llenarse que tuve que utilizar el otro lado. Me acerqué para pegarla, en esta imagen Akane estaba abrazando a Toby, uno de los perros del pueblo, él le lamia la cara mientras ella entrecerraba los ojos con una sonrisa en su rostro.

Sonreí respirando hondo, escuché los pasos aproximados de Krul.

⸺¿Otra foto? ⸺entró a la habitación y se sentó en la cama.

⸺Otra foto. ⸺Asentí.

⸺Vas a llenar otra pared, y luego otra y la otra, creo que hasta el techo.

⸺Esa es la idea ⸺me senté a su lado⸺. Quiero que al despertar pueda mirar a mi alrededor y saber que tengo una gran familia, sobre todo que soy feliz, muy feliz con ellos y con todos estos recuerdos.

⸺Todo lo que dices suena tan alegre.

⸺¿En serio?

⸺Claro.

⸺Mierda.

⸺¡Eso no, Mikaela! ⸺me jaló de la oreja mientras yo reía.

Me levanté rápidamente aprovechando el momento y tomé la cámara de la mesita, cuando me di la vuelta y Krul vio el objeto en mis manos me hizo una cara de pocos amigos: ya sabía lo que quería.

⸺No. ⸺Respondió de inmediato.

⸺Por favor, como recuerdo.

⸺Mikaela, no me gustan las fotos.

⸺Por favor.

⸺¿Te lo repito de nuevo?

⸺Por mí ⸺usé mi As bajo la manga y noté como ella se debatía internamente.

Aceptó.

Y yo la abracé triunfante.

⸺Pero rápido o me voy a arrepentir.

Asentí y le pedí que se colocará como más le guste, sin forzarse, lo hacía a regañadientes y luego me puse a lado de ella y voltee la cámara hacia nosotros.

La miré de reojo.

⸺Sonríe, mamá.

Y lo hizo enseguida cuando me escuchó llamarle así, supe que era una sonrisa demasiado sincera que decía tantas cosas. Yo era feliz sabiendo eso.

Tomé la foto. 

Príncipe y príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora