No son celos

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Narrador omnisciente:

Mina intentó abrir los ojos, pero una potente luz la enceguecía, escuchaba voces distantes y como cada que se concentraba en abrir los ojos algo en su frente dolía. Se intentó levantar, si embargo, fue tomada por los hombros haciendo que se volviese a acostar contra algo duro.

—¿Tienes una mejor idea, eh? ¿Eres su omega acaso?—Una voz conocida hizo que se levantara de golpe abriendo los ojos.

Se encontró a Nayeon allí parada a un lado suyo, pero no solo ella, Miyeon estaba al lado de esta dándole una mirada molesta y más atrás estaba Sana con los brazos cruzados mirándolas, unos metros más allá estaba Miyeon junto a Tzuyu mirando como al parecer Shuhua y Nayeon discutían. Mina pensó que había perdido la memoria o que estaba en algún tipo de sueño porque ella recordaba que estaba jugando con las demás chicas.

—Oh, Mina. Me preocupabas...—Nayeon al percatarse que se despertó intentó acercarse, en cambio, Mina se alejó.

Shuhua aprovechó para acercarse y tomarla del brazo con una mirada de preocupación tomando sus orbes.

—¿Cómo te sientes? ¿Estás mareada? Ese golpe fue muy fuerte...—Murmuró intentando acunar el rostro confundido de la japonesa en sus manos, pero Mina también se alejó de su tacto.

La japonesa frunció el ceño mirando a las presentes allí totalmente confundida.

—Me pueden explicar lo que pasó?—Preguntó mirando a Tzuyu y a Miyeon.

La castaña rascó su nuca con nerviosismo mientras la miraba, Mina había notado que seguían en la cancha de Béisbol, pero ya no había rastro de las demás jugadoras.

—Yo te diré lo que pasó—Se apresuró a decir Miyeon—. La idiota de Moonbyul te lanzó con tanta fuerza la pelota que no alcanzaste a reaccionar, perdiste el conocimiento por el golpe y entre tanto alboroto aparecieron estas mujeres que no te dejaron llevar al hospital. Y ahora despertaste después de escucharlas discutir por quien te llevaba al jodido hospital después de echar de la cancha a todas las demás, ¿estás satisfecha ahora?-Preguntó con genuino enojo a Nayeon quien se veía apenada y trataba de desviar su mirada.

—¡Pero ya despertaste! Entonces no necesitas ir al hospital. Aunque sí deberías decirnos quién te golpeó—Esta vez habló Tzuyu.

Mina miró directamente a Nayeon recordando de nuevo su enojo. ¿Por qué carajos había aparecido en ese momento? Ella definitivamente no quería verla.

—Mina, vámonos a casa. Te ayudaré a caminar hasta que tomemos un taxi si no te sientes bien—Le dijo Shuhua volviendo a su lado. Sintió los dedos cálidos de la omega cerrándose contra el dorso de su brazo mientras la mirada de Nayeon iba directamente a esa interacción.

Decir que estaba celosa era poco. En aquél punto no llegaba a disimular la molestia que tenía porque Shuhua estuviera tan cerca de ella tocandola y pidiéndole que fueran a casa, a esa misma que compartian como si fueran cualquier pareja.

—Yo la llevaré—Sentenció la empresaria acercándose a Mina, pero Shuhua se interpuso al instante. La omega era más baja que Mina y que Nayeon a causa de los tacones que llevaba esta, si embargo, su actitud seguía siendo hostil frente a la coreana—. Aléjate de Mina—Lo dijo con tanta molestia que su voz se quebró.

I want you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora