Nueva compañera

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Narrador omnisciente:

Mina vió como Shuhua ponía la última caja en su nueva cama con una sonrisa de oreja a oreja, la miraba desde el marco de la puerta con sus lentes de lectura y con su pijama puesto. Eran las diez y media de la mañana, pero ella no tenía clase hasta las dos de la tarde por lo que estudiaba para el próximo exámen de la materia de francés cuando la taiwanesa trajo sus cosas.

Tu as été une fille efficace ce matin—Dijo Mina.

La taiwanesa volteó con el ceño fruncido y con una sonrisa confundida.

¿Touché?

Mina rio negando con su cabeza.

—Ya veo por qué estudias diseño—Molestó provocando una mueca de parte de la chica—. Tranquila, no te insulté si es lo que piensas.

Shuhua rodó los ojos caminando hacia Mina.

—¿Qué dijiste? Dimelo, señorita francesa—Pidió en un tono divertido dándole un golpecito en su hombro.

—He dicho que has sido una chica eficiente esta mañana, el resto de mis compañeros de departamento se pasaban completamente cuando tenían un hueco entre las clases—Comentó levantando sus cejas—. Igual no tienes muchas cosas.

Shuhua asintió volviéndose hacia su cama para comenzar a acomodar algunas cosas en el escritorio.

—Para Yuqi era un gran trabajo tener esto en su habitación, se quejaba de que no tenía mucho espacio para bailar—Dijo dándole la espalda a Mina.

—Ya veo—Respondió la japonesa—. Siéntete cómoda de dejar todas tus cosas, ya eres la nueva inquilina.

Shuhua se volteó para brindarle una sonrisa amistosa, Mina la observó por unos segundos más antes de tomar una de las cajas.

—¿Quieres que te ayude?—Se ofreció comenzando a sacar cosas.

Shuhua aceptó con un asentimiento, así comenzaron a arreglar las cosas mientras hablaban de cosas triviales. La taiwanesa era divertida, muy carismática y tenía un muy buen gusto. Le contó que quería ser una gran diseñadora en un futuro para ser contratada por marcas famosas que exhibieran su trabajo. A Mina le estaba agradando un poco demasiado Yeh Shuhua.

[...]

—Entonces, como contó nuestra presidente Im, queremos algo ingenioso que llame la atención de los inversionistas tanto coreanos como extranjeros. Uno de nuestros principales objetivos es Kim Jummyeon, el presidente de la empresa hotelera quien nos podría ayudar con la promoción del edificio, además...

Nayeon dejó de prestar atención en aquél punto, estaba sumida en el aburrimiento de aquella reunión que se estaba alargando dos horas por la integración del proyecto de departamentos de alta gama en Yangguk. Ella ya había estudiado lo suficiente de aquél edificio, de sus planos y del plan de negocios de este, entre otras cosas. Los empleados más importantes estaban allí escuchando atentamente lo que decía Park Jimin, su mano derecha en cuanto a proyectos de infrastructura. El olor a alfa la estaba sofocando, solo había un beta y era el que explicaba por lo cual ella era la única omega entre ellos, no le intimidaban en lo absoluto, solo le molestaba el maldito olor que desprendía, autoridad e idiotez mezcladas. Mina vino a su mente mientras miraba la pantalla negra de su teléfono. Llevaba más de una semana sin hablar con ella debidamente, se sentía apenada pensando que la japonesa creía que solo le interesaba sus favores sexuales como si fuera un objeto al que desechaba apenas terminaba su celo.

I want you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora