Segundo celo

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Narrador omnisciente:

Mina llegó a la casa residencial antes de la hora, lo extraño fue que la puerta estaba abierta esperando por su llegada. Caminó hacia la sala de estar donde dejó sus cosas y después fue a la cocina por algo de agua, estaba tranquila bebiendo a la vez que miraba su teléfono hasta que unas manos se hundieron bajo su camiseta tomándola por sorpresa. Tosió dejando el vaso con agua en la isla de la cocina y volteó mirando a Nayeon quien se cruzó de brazos mirándola con seriedad.

—N-Nayeon...No sabía que ya habías llegado, hmm....Sana me dijo que llegarías a las dos—Habló con rapidez por los nervios que llevaba.

Sin embargo, Nayeon no emitió palabra, solo se quedó parada mirándola fijamente. Mina rascó su nuca, confundida, dio un paso al lado intentando alejarse de la coreana, pero esta gruñó volviendo a acortar la distancia entre ambas.

—¿Nayeon...? Me asustas.

Pero no hubo respuesta, la castaña la empujó contra la isla de la cocina tomando sus labios con fuerza. Mina abrió los ojos con sorpresa por la repentina acción, pero eso no fue todo, las manos suaves de la omega quitaron con brusquedad su camisa y prácticamente dañó la bragueta de los pantalones de Mina sacando un jadeo de esta. Estaba siendo demasiado salvaje, algo que no mostró en su primer celo. Le sorprendía mucho, pero le gustaba más.

—Na—Los labios de Nayeon la callaron un momento—. Na-Nayeon...

—Cállate—Gruñó.

—Pero...

—¡Cállate ya!

Mina guardó silencio ante la omega, era demasiado extraño que un alfa se dejara callar o si quiera se dejara mandar en un celo, pero Mina no era como los demás y obviamente estaba disfrutando de su leve sumisión. Nayeon bajó sus besos por el cuello de la japonesa y su cabeza se detuvo en la entrepierna, Mina se relamió los labios expectante de lo que haría la mujer y entonces los ojos de ambas se encontraron. La mirada de Nayeon era fiera, oscura por la lujuria y brillante de una rabia que Mina no podía descifrar. Su mano pasó por el tronco del miembro de Mina aún cubierto por la tela de su boxer, esta jadeó por lo bajo sintiendo su erección endurecer bajo el toque de la omega quien no le quitaba la mirada de encima.

—¿Te pones así de dura por otra omega, Mina?—Cuestionó la empresaria, descolocando a la universitaria.

—¿Q-Qué? Yo no...

La mano de Nayeon se engulló en el interior de su ropa interior, y allí tomó su miembro con firmeza.

—Dime...¿Esa chica es mejor que yo?

—¿De quién hablas?—Preguntó la pelinegra con el ceño fruncido.

Nayeon bajó la tela con su mano libre mientras comenzaba a subir y a bajar su mano por el miembro de Mina.

—Esa omega con la que compartes departamento...—Hizo una mueca de enojo solo con recordarla y entonces apretó el miembro de Mina haciéndola gemir.

Mina estaba nublada por la excitación, pero estaba confundida por lo que decía Nayeon. ¿Estaba celosa de Shuhua? No lo creía, ¿entonces por qué decía eso?

—No...No.

No se esperó la boca caliente de Nayeon metiendo su miembro a su boca. Mina tembló y se sostuvo de la encimera tirando su cabeza hacia atrás. Se sentía demasiado bien, sus piernas se sentían débiles con la lengua de la castaña recorriendo su palpitante carne y subiendo de arriba para abajo.

—Mierda...No te detengas—Mina gruñó intentando tomar el cabello de Nayeon, pero esta le dio un golpetazo y una mirada amenazadora.

Su miembro salió de la boca de Nayeon con un "clop" y entonces esta se puso de pie de nuevo, todo esto bajo la mirada incrédula de la japonesa quien se sentía a medio camino. Parecía cómica la escena de Nayeon caminando hacia la sala de estar, dejándola con la erección en el aire y con su ceño fruncido. Decidió caminar tras ella quien se quitó la bata a medio camino y caminó desnuda hasta el sofá más largo que había en aquella habitación. Allí se sentó unos segundos y después se volvió hacia Mina quien se quedó parada sin saber qué hacer o decir.

—Nayeon...

—¿Piensas quedarte ahí parada o piensas venir y follarme de una buena vez?—Nayeon gruñó, irreconocible para Mina, pero ahora sabía que la razón podía ser que ella estuviera compartiendo departamento con Shuhua.

Demoró unos segundos más que fueron suficientes para que Nayeon tomara iniciativa de nuevo, se levantó y la lanzó al sillón donde estaba y ahí se subió a horcajadas sobre la japonesa. Sus ojos se encontraron presos de la excitación, era sensual para Mina que Nayeon la mirara con esa fiereza que demostraba lo mucho que le gustaba pasar su celo con ella.

—¿Quieres hundirte en mi, Mina?—Cuestionó la empresaria con una inocencia fingida, pestañeó y se acercó más a la alfa—. ¿Quieres follarme?

Mina no sabía a qué jugaban pero le gustaba, su miembro erecto rozaba con el centro rebosante de Nayeon, apretó la mandíbula cuando estaba se sentaba rozando peligrosamente ambos pedazos de carne.

—Sí, sí quiero.

—Quiero que lo hagas y no pienses ni un segundo en esa perra. Házmelo hasta que termine temblando, Mina.

Finalmente, la japonesa engulló su miembro ante tales palabras, el momento preciado había llegado para ella que ni siquiera le importó el preservativo. Se sentía conectada con Nayeon, con la loba de esta y con sus más profundos deseos, comenzó a embestirla tomando sus caderas, subiéndolas, bajándolas para después repetirlo de nuevo escuchando los gemidos de la castaña.

Se acomodaron en el sillón, después subieron a la habitación, lo hicieron en la bañera, en el sillón de la habitación de Nayeon...Mina no desaprovechó ni un minuto del celo con la empresaria.

Y al final, en su mente solo quedó que Nayeon podía estar un poco celosa de Shuhua.

I want you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora