Evento

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Narrador omnisciente:

Nayeon recordaba muy bien por qué no le gustaban aquellos eventos como el que estaba haciendo aquél día. Hablaba con gente hipócrita que sólo ponía sus intereses por encima de cualquiera, saludaban con su mejor sonrisa mientras en su mente solo estaban las peores cosas que hacía cada uno, lo corruptos que podían ser personas como el asambleísta Park o el congresista Jung con quienes dejó de hablar para dirigirse por un martini.

—Tu padre se enfadará si te ve bebiendo—Le recordó Sana mientras bebía elegantemente champaña de una copa fina. Tenía unos guantes negros de seda en sus manos y su cabello recogido de una forma sútil pero elegante, de seguro esa noche le lloverían los alfas, pero su amiga era muy exigente, ¿qué más se esperaba de alguien que tuvo todo en su vida desde que nació y que cumplía sus caprichos sin muchos obstáculos gracias al dinero?. Aunque eso fue hasta que decidió irse de su hogar tóxico, su padre tenía conductas muy poco favorables con ella y su madre no hacía mucho para detenerlas.

La castaña suspiró dejándose caer contra el respaldo de la silla.

—Fingir que me agradan estas personas me cansa más que cualquier trabajo de la oficina, tienes que sonreírles siempre y decirles las cosas que tienen que escuchar. Todo para tenerlos en buenos términos, si por mi fuera los expondría a todos—Dijo con mal humor.

—Vaya, realmente odias a estos elitistas—Contestó Sana levantando una de sus cejas con diversión—. Pero lo entiendo, la alta sociedad coreana no es muy diferente a la japonesa. Y allí sí que se pasaban de corruptos.

Nayeon no respondió, solo se limitó a beber su martini viendo a su padre hablar amistosamente con un inversionista tailandés. Quería textearle a Mina y escapar con ella a cualquier lugar lejos de ahí, pero sabía que eso le costaría demasiadas cosas.

—¿Cuándo comienzan el anuncio?—Preguntó Sana después de terminarse la champaña de su copa.

—En veinte minutos—Contestó mirando su reloj—. Lo espero con ansias para poder escapar de aquí.

—¿Tu padre no se enfadará si te vas?

Nayeon se encogió de hombros y vio como su padre le hacía una seña para que fuera hacia él.

—Me llaman, disfruta embrigándote tú que puedes. Dile a alguien que te pida un taxi si te pones muy mal.

Con eso decidió ir hacia su padre quien le hizo hablar agotadoramente con aquél hombre quien se veía más interesado en sus piernas que en ella. Era asqueroso. Por fin se pudo zafar de ahí cuando se anunció que se procedería a hacer la presentación del proyecto, ella tendría que explicar algunas cosas, pero casi todo lo decía Park Jimin. Aquél rubio se desenvolvió en el escenario diciendo todo lo que había en el plan de negocios, los costos, mostrando los planos y demás.

—Les dejo en palabras de nuestra presidenta, Im Nayeon.

Un fuerte aplauso se escuchó mientras la coreana se paraba en la mitad del escenario donde había un micrófono y a unos metros de ella la maqueta del proyecto que harían.

—Primero quería agradecer que hayan venido, su tiempo es lo más valioso para nosotros—Mostró su mejor sonrisa que sabía inspiraba confianza—. Como ya todo nos lo contó nuestro gran gestor Park, debería cerrar con que este proyecto es de los más innovadores en nuestro mercado. No hay ninguna competencia para nosotros, para nuestra calidad como empresa de inversiones y en su totalidad aquél edificio será el futuro para un gran paso en K.I Inversiones.

I want you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora