ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 7

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—Natalie.

Escuché una voz llamándome.

—¡Joder Natalie, despierta!—me despertó "delicadamente" mi hermana, a la vez que me desarropaba, sacándome un sonoro bufido.

Lamentablemente, no me quedó otra que levantarme. Me vestí apresuradamente y me arreglé prácticamente sin pensar.

Pensar...

Justamente lo que no quería hacer.

"Eres mi perdición Natalie"

¿Qué se suponía que significaba eso?

Lo que estaba claro era que no me podía quitar el beso de ayer de la cabeza, y por supuesto a Draco.

—¡Tierra llamando a Natalie!—me gritó Pansy mientras caminábamos hacia nuestra clase de pociones.

Por unos segundos, volví a la tierra y por fin me centré en lo que Pansy me estaba diciendo:

—Uhm... ¿Qué?—dije confusa mientras ella bufaba.

—Que ni se te ocurra decir nada a Hermione sobre lo que te dije—repitió mi hermana, consiguiendo que una lucecita se encendiese en mi cabeza.

Pansmione... Je je, casi se me olvidaba...

—Tranquila—me limité a decir mientras entrábamos en clase—Soy una tumba.

Pansy levantó una ceja:

—Eso espero.

Tras decir esto último, cada una se dirigió a su puesto de trabajo. Yo por supuesto, evité a Draco completamente; seguramente si le veía iba a abandonar la clase.

—Buenos días—me saludó Hermione sonriendo.

Le devolví la sonrisa:

—Buenos días.

No pudimos decir nada más, porque Snape irrumpió en la clase con su característico aire dramático y ya nos estaba mandando lo que teníamos que hacer.

Después de una larga hora, Hermione y yo terminamos la poción.

En cuanto me hube despedido de Hermione, salí encopetada de la clase,¿por qué? Creo que no hace falta que conteste.

Iba tan apresurada, que no me di ni cuenta de que iba en la dirección contraria a mi clase de Historia de la Magia.

Soltando unas cuantas maldiciones, porque iba a llegar tardísimo, retomé mi camino—en la dirección correcta—, a la clase.

Cuando llegué, no me quedó más remedio que entrar en la clase.

—Buenos días, señorita Parkinson—me saludó el profesor Binns, con una molestia evidente en su voz—¿Se puede saber de donde viene?

Puse los ojos en blanco y me limité a decir lo siguiente:

—Me he equivocado de clase—respondí fríamente.

El profesor levantó una ceja, pero luego suspiró; al fin y al cabo era nueva.

—Tome asiento junto al señor Longbottom—me indicó, al ser el único sitio libre.

Resignada, recorrí la clase recibiendo la mirada fulminante de mi hermana, Tracey y Daphne. A los chicos preferí no mirarlos.

—Hola—saludé al tal Neville, mientras me sentaba y depositaba mis cosas en la mesa.

Neville me miró y se puso rojo como un tomate. A duras penas, pudo titubear lo siguiente:

—Oh... Umh... Hola—titubeó el moreno—Encantado de conocerte.

𝕻𝖊𝖗𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓 |𝕯.𝕸| PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora