ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 41

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Punto de vista de Natalie Parkinson

Había transcurrido más de un mes en Hogwarts y las cosas no podía negar que estaban tensas.

En mi tiempo libre, al prácticamente no ver a Draco, me limitaba a estudiar, hacer deberes o simplemente leer un libro.

De hecho, ha este paso me iba a terminar leyendo toda la maldita biblioteca de Hogwarts.

A veces veía a Draco, pero solo me saludaba y seguía a lo suyo, como si estuviese en otra dimensión o algo parecido.

Casi nunca salía al exterior cuando hacía buen tiempo y era evidente que no dormía.

Muchas veces intentaba que se quedase conmigo a dormir, ya que me había dado cuenta de que si no dormía conmigo, solía tener pesadillas o simplemente ni lo intentaba.

Sin embargo, aunque se quedase conmigo, solía dormir una o una hora y media, antes de irse por la noche intentando no despertarme.

Pero yo siempre lo hacía. Y siempre me quedaba con la preocupación de que algo malo le pudiese pasar.

***

Al ser un sábado, no teníamos clases y tampoco gran cosa que hacer.

Daphne y Tracey estaban fuera en las habitaciones de sus respectivos novios, y Pansy y yo estábamos en nuestra habitación más solas que la una.

Al final, por puro aburrimiento, decidimos salir fuera e intentar entretenernos, pero no llegamos a los jardines.

En el pasillo, cerca de la enfermería, había un gran grupo de Gryffindors amontonados y parecían muy preocupados.

Pansy y yo nos acercamos a uno de los muchos que había y pregunté a Oliver.

—Oliver—le llamé consiguiendo que me viese y saliese del grupo—¿Qué está pasando?

Él llegó a donde estábamos y se pasó nervioso una mano por el pelo.

—Es Ron, chicas—respondió preocupado—Ayer bebió un licor envenenado y está en la enfermería.

La cara de Pansy y mía cambió drásticamente.

¿Envenenado?

—¿Y está bien?—preguntó mi hermana sorprendida.

Oliver suspiró y asintió:

—Está estable, pero necesita recuperarse—contestó sin que la preocupación abandonase su voz.

Pansy asintió y colocó una de sus manos en su brazo, al verle tan deprimido.

—Lo siento mucho Oliver, espero de verdad que se recupere—dijo Pansy completamente en serio y sorprendiéndonos a los dos.

Oliver enseguida se sonrojó ante el contacto de mi hermana y asintió.

—Gracias Pansy, no me imaginaba que un Gryffindor te pudiese llegar a preocupar—dijo asombrado y aún sorprendido.

Mi hermana esbozó una sonrisa.

—Las personas cambian Wood—comentó ella como si nada.

Oliver esbozó una sonrisa y Pansy otra, así que viendo lo que estaba pasando entre esos dos, decidí dejarles a solas.

—Chicos, me tengo que ir—dije cortando su conversación—Espero que Ron se recupere Oliver.

Él asintió en señal de agradecimiento y salí prácticamente corriendo de ahí en busca de alguien.

Tenía una corazonada y esperaba equivocarme.

Busqué a Draco en su habitación, en la Sala Común y en la Torre de Astronomía, pero nada.

No había rastro.

Entonces, una última idea surcó mi mente y me dirigí a los campos de quiddich, aunque hubiese comenzado a llover levemente.

Me puse la capucha de mi chaqueta y salí a los campos buscando a Draco.

No veía casi nada por la lluvia, sin embargo, pude visualizar a un chico rubio sentado al lado de los vestuarios de Slytherin.

Aceleré mi paso y me reuní con él, mientras la lluvia caía con más fuerza.

—Draco—le llamé mientras me acercaba y él levantaba su cabeza—¿Pero qué haces aquí?

Cuando sus ojos se encontraron con los míos, pude ver lo rojos que estaban los suyos y se me encogió el corazón.

—¿Qué pasa cariño?—le pregunté mientras me arrodillaba delante de él.

Él bajó la mirada y negó con la cabeza.

—Vete Natalie, quiero estar solo—me pidió, pero eso solo sirvió para que me sentase a su lado y colocase mi mano en su mejilla.

Él cerró los ojos unos segundos, antes de derrumbarse y apoyar su cabeza en mi hombro; dejando que le abrazase.

***

Cuando llegamos a su habitación, parecía que Draco estaba en otro mundo.

Nos sentamos en su cama y coloqué mi mano sobre la suya.

—Soy un monstruo Natalie—susurró con la voz un poco rota—Deberías de alejarte de mí.

Suspiré y apreté mi mano sobre la suya.

—Pareces un disco rayado, cariño—dije esbozando una pequeña y débil sonrisa—Y yo parezco otro cuando te digo que me da igual, que no eres un monstruo y que te querré pase lo que pase.

Esto pareció superarle, ya que se dejó caer y apoyó su cabeza en mis piernas mientras le acariciaba y le calmaba.

Poco a poco, cuando noté que se estaba tranquilizando, nos fuimos recostando en la cama y él colocó su cabeza en mi pecho para hacerle caricias.

Dejé algún que otro beso en su pelo y le acaricié la espalda con suavidad.

—Relájate—le pedí en un susurro mientras notaba como su reparación se regularizaba levemente—Intenta dormirte, lo necesitas.

Pude notar en el momento que se durmió sin decir nada, cosa que era normal.

Últimamente, no hablaba casi nada conmigo. Yo me dedicaba a tranquilizarle y no me importaba, ya que sabía que eso era lo que él necesitaba.

Poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse mientras le abrazaba, e intentaba luchar contra el hecho de no quedarme dormida.

Sin embargo, en algún momento me quedé dormida sin darme cuenta y con miles de preguntas surcando en mi cabeza.

No quise preguntarle sobre el incidente del veneno.

No quise preguntarle si había tenido algo que ver.

Las palabras de Theo se repitieron en mi mente:

"No hagas preguntas cuyas respuestas no quieras saber"

Pero maldita sea, ya estaba harta...

Quería conocer esas respuestas.




Nota de la autora: Holaaa 💕

Lo primero de todo, quería disculparme por tardar tanto en actualizar y por la brevedad del capítulo.

Sé que ha sido un poco corto, pero el próximo que tengo pensado publicar va a ser mucho más largo y no podía juntarlos, ya que terminaría siendo demasiado extenso.

Últimamente, he estado un poco más centrada en mis otras historias, pero intentaré tener el capítulo lo antes posible :)

¡Espero que dejéis vuestro voto y nos leemos en el siguiente capítulo!

💗

𝕻𝖊𝖗𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓 |𝕯.𝕸| PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora