𝕻𝖊𝖗𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓 |𝕯.𝕸| PAUSADA

ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 12

Lo que pasó el otro día con Malfoy en la biblioteca, no se podía volver a repetir.

Habíamos pasado toda una semana ignorándonos, literalmente. Y para colmo, cada vez que le veía estaba con una chica distinta, lo que hacía mi sangre hervir.

No iba a volver a pasar por una simple razón; no iba a permitirle que jugase conmigo, o con mis sentimientos, ya que el era plenamente consciente de estos.

Ni una palabra en toda la puta semana.

Estaba tan enfadada con el y conmigo misma, que me sorprendía que no me hubiese puesto a pegar a la almohada sin que nadie me viese.

—¿Tú que opinas Natalie?—escuché la voz de Neville

—¿Qué?—solté fríamente y con ira en mi tono de voz; llamando la atención de algunas personas que también se encontraban estudiando en la biblioteca.

Maldiciéndome a mí misma, me pasé una mano por el rostro y me apresuré a disculparme:

—Lo siento Neville—me disculpé rápidamente—Es que he tenido una semana de mierda.

Neville sonrió amablemente:

—No te preocupes, nos pasa a todos—dijo sonriendo—Mira, casi mejor lo dejamos y así descansamos. Es viernes y como siga estudiando historia de la magia... Me tiro de la Torre de Astronomía—bromeó el moreno sacándome una sonrisa.

Recogimos todas nuestras cosas y después de despedirnos, cada uno se dirigió a su respectiva habitación.

Mientras recorría los pasillos, solamente recé para que la habitación estuviese en calma.

Por supuesto, eso no fue así.

En cuanto entré, me encontré con el siguiente panorama; a Blaise besándose con Tracey en su cama, a Daphne encima de Theo bebiéndose una botella de whisky de fuego. Y finalmente a Pansy bailando con un chico de Slytherin, que preferí no identificar.

—¡Natalie!—exclamó mi hermana—¡Ven a beber y a bailar!

Resoplé y apagué los altavoces, antes de que viniese algún profesor alertado por el ruido.

—Vale. Venga—empecé a ordenar, apartando a Blaise de Tracey, cogiendo a Theo de la chaqueta y al otro susodicho de una de las solapas—Todo el mundo que no tenga ovarios... Fuera.

Los tres resoplaron cuando les conduje fuera de la habitación y cerré la puerta.

—¡Joo!—se quejaron al unísono Tracey y Daphne.

Sin embargo, las ignoré y me dirigí a donde estaba Pansy.

—¿Pero a ti no te gustaba Granger?—le pregunté mientras se tiraba en la cama.

Ella puso los ojos en blanco.

—¿Y a ti no te gustaba Malfoy?

Entonces fue como si tocase el tema tabú de toda la semana.

Pansy enseguida se dio cuenta de lo que había dicho, pero ya estaba saliendo de la habitación, no sin ates coger una de las botellas de whisky de fuego. La iba a necesitar.

—¡Natalie no era mi intención...!—cerré la puerta.

Recorrí de nuevo los pasillos y salí al exterior de Hogwarts, con cuidado de que Filch no me viese.

Estuve deambulando por los jardines, y pegando unos buenos tragos de la botella, hasta que encontré un árbol que llamó mi atención y me senté debajo de él.

Apenas llevaba ahí unos minutos, cuando escuché a alguien venir.

Me giré levemente y cuando le vi, solté una risa sarcástica.