Al día siguiente, fui despertada por las caricias de Draco en uno de mis hombros.
Entrecerré los ojos y me di la vuelta; estableciendo contacto directo con él.
—Buenos días—me saludó él, mientras apartaba un mechón de pelo; que se había colocado en mis ojos.
—Buenos días—dije sonriendo, pero incapaz de moverme mucho, por lo que ya os imaginaréis...—¿Tienes una de esas pastillas para el dolor muscular?—le pregunté medio dormida, provocando que tras esbozar una sonrisa, me tendiese una de ellas y un vaso de agua.
Draco me observó mientras me la tragaba, para luego añadir lo siguiente.
—¿Qué vas a hacer hoy?—me preguntó, provocando que le mirase extrañada, mientras me intentaba incorporar.
Su pregunta me hizo gracia.
—Por ahora intentar levantarme—dije sonriendo, a lo que Draco puso los ojos en blanco—¿Y tú?
Este me ayudó a incorporarme; quedando sentada, mientras me rodeaba con uno de sus brazos.
—Bueno... Hoy es mi primer día en la brigada. Era por saber si tú también estabas—explicó, consiguiendo que pusiese los ojos en blanco.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
—¿En serio te has apuntado a eso, Draco? ¿No te basta con ser prefecto?—le pregunté riéndome, a lo que su gesto cambió al enfado; mientras se recostaba en la cama.
Le miré divertida.
—¿Por qué todos me decís lo mismo?—se quejó este, consiguiendo que me acercase un poco más a él, para acariciarle la mejilla.
—Porque te gusta más castigar, que a Flint su escoba—dije riéndome. Al principio su gesto seguía igual, pero luego se relajó, mostrando una sonrisa.
—Bueno, es mi debilidad, lo admito—dijo riéndose.
Fruncí el ceño amistosamente.
—¿Tu única debilidad?—le pregunté juguetonamente.
Draco captó la indirecta, y me dio la vuelta; recostándome otra vez en el colchón mientras se colocaba encima de mí.
—Bueno... Quizás esa no sea mi única debilidad—dijo juguetonamente, para luego besarme en los labios; mientras que con una mano elevaba mi cintura, acercándome más a su pecho.
***
El resto del día, me quedé en mi habitación, con Daphne haciéndome compañía. Al parecer ninguna tenía ganas de hacer nada y Draco se tenía que poner al día con los estudios, así que le deje en su habitación solo.
Sin embargo... También hubo otra razón por la que preferí irme. Porque siendo sinceros, el libro que me estaba leyendo, también lo podía leer en su habitación.
Fue por lo de ayer... Bueno... Cuando él me hizo un oral...
No me malinterpretéis, fue genial... Pero no sabía sí... Bueno... Si él quería que yo se lo hiciese también.
No es que no hubiese pensado en hacerlo alguna vez, simplemente estaba un poco perdida en el tema y bueno... No sabía si estaba lista.
Desvié la mirada del libro a Daphne, la cual se acababa de pintar las uñas.
—Daph...—la llamé captando su atención—¿Te puedo hacer una pregunta?
—Sí, claro—respondió ella sonriendo, para luego sentarse en mi cama.
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𝕻𝖊𝖗𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓 |𝕯.𝕸| PAUSADA
Fanfiction「❝Y mientras el se acercaba cada vez más, no pude hacer nada, mientras experimentaba la misma sensación de perdición que en todo momento traté de evitar...❞」