ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 15

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Cuando me desperté a la mañana siguiente, fue como ni no fuese persona.

Un gran dolor dominaba mi cabeza, junto con unas náuseas terribles y una gran sensación de debilidad.

Abrí los ojos, y me di cuenta de que no era mi habitación.

Me tomó unos segundos recordar donde estaba y lo que había sucedido anoche. A continuación, me incorporé lentamente y busqué con la mirada a Draco.

En un primer momento, no le encontré, pero luego, tras mirar más detenidamente, me di cuenta de que la puerta del baño se encontraba cerrada. Y tras afinar un poco más mi pabellón auditivo, me percaté del sonido del agua corriendo, como si alguien se estuviese duchando.

Un conjunto de emociones se apoderaron de mí; entre ellas la confusión, el mareo y inevitablemente... La vergüenza.

Antes de darme cuenta estaba poniéndome los tacones y saliendo de su cama, dándome a la fuga.

Nunca mejor dicho.

Punto de vista de Draco Malfoy

Cuando salí del baño con el abdomen al descubierto y una toalla en mi cintura, me percaté de que Natalie no estaba.

No me extrañó que se hubiese ido, pero eso no quitó que una pequeña sensación se apoderase de mí; ¿decepción?

Rápidamente, la descarté, en el mismo momento en el que la puerta era abierta por Theo y Blaise; cada uno igual de alegre, por un motivo más que evidente.

—Vaya, Malfoy—me saludó enérgicamente Blaise, mientras se dirigía a donde me encontraba—No te esperaba aquí tan pronto.

—Ni yo a vosotros—dije divertido—¿Qué? ¿Con quién ha sido la cosa?

Theo se sentó en su cama:

—Daphne Greengass—contestó, para luego tirarse en la cama—Pero creo que voy a tener que dejar de hacerlo, me parece que se está haciendo ilusiones.

—¿Y tú?—le pregunté a Blaise, el cual se estaba quitando la chaqueta.

—Hannah Abbot—respondió el moreno—Tenías razón, no está nada mal.

Eso provocó mi risa; las Hufflepufs y su reputación inmerecida de inocentes.

—¿Y tú?—me preguntó Theo—Tú no hay fiesta en la que no te tires a ninguna.

Apoyé mi cabeza en la pared.

—Me estuvo rondando Marietta Edgecombe—comencé a responder mientras me dirigía a mi cama y me comenzaba a vestir—Pero al final no terminé con ella.

Theo y Blaise intercambiaron una mirada.

—¿Y entonces con quién terminaste?—me intentó sonsacar Blaise, mientras me terminaba de poner uno de mis trajes negros.

Respiré hondo, sabiendo que hasta que no les contestase, no me iban a dejar en paz.

—Natalie Parkinson.

—¿¡Qué!?—exclamaron los dos a la vez.

Blaise enseguida esbozó una sonrisa.

—Muy bien Draco—me felicitó—... Y oye... ¿Te la...?

Le interrumpí rápidamente.

—No, no hicimos eso—me apresuré a contestar.

Ambos parecían confundidos.

—Entonces, la llevaste aquí y solo... ¿Dormisteis?—me preguntó confundido Theo.

Me encogí de hombros:

𝕻𝖊𝖗𝖉𝖎𝖙𝖎𝖔𝖓 |𝕯.𝕸| PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora