Lo único que había en la vida de Min-suk era un pasado trágico y un presente lamentablemente, pero llego el: Hwang Sun-oh llego a su vida para iluminarla y hacerla sentir bien, cada acto, caricia, palabra y momentos que pasaban juntos eran un tesoro...
Su intento de huir fue en vano, pues Sun-oh la siguió hasta que la castaña no tuvo de otra que hablar frente a frente, lastimosamente ninguno de los dos se dio cuanta de la presencia de Joo-hyuk, el pobre chico solamente planeaba invitar a comer a Min-suk.
Pero terminara escuchando las palabras que nunca deseo escuchar.
—El escudo no se puede revertir —Informo Min-suk.
—Siento que estoy enloqueciendo desde que me entere —Decía Sun-oh—. Y aun que la pida, nunca me darás un explicación coherente, eso, me enfurece y siento que me voy a volver loco—Añadió.
—¿De verdad quieres que te diga la verdad?
—Si, eso es lo que mas deseo —Incluso le brillaron los ojos con tan solo recibir respuesta.
La castaña suspiro, esos recuerdo le dolían tanto, pero era hora.
—Mi madre solo quería que me aprovechara de ti, quería que usara el amor que me tenias para nuestra conveniencia, pero ella se enojo lo suficiente como para amenazarme con que me haría la vida imposible, eras tu o yo—Termino, sonando demasiado egoísta para ser verdad.
—Pudimos haber intentado resolverlo, estaba dispuesto a dar todo por nosotros sin importar que tanto me cueste, el simple hecho de que actuaras de ese modo me decepciona —Hablo Sun-oh.
—Lo siento —Primeras lagrimas—. No sabia que hacer y me disculpo por eso, pensé que lo entenderías pero veo que solo te destroce —Sun-oh la atrajo hacia el y la abrazo.
Cuando te empieza a gustar alguien, quieres verlo, escuchar su voz y todos tus sentidos apuntan hacia esa persona, mientras eso pasa se forma un camino, desde que Joo-hyuk apareció ese camino siempre estaba dividido en dos, pero ahora era camino solo apuntaba hacia un persona.
Se pararon del abrazo por culpa de un gran estruendo, Min-suk intentaba mantenerle la mirada mientras que Sun-oh admiraba todas sus facciones, sus manos tomaron sus mejillas y volvió a acercarla, acariciaba sus mejillas con dulzura al mismo tiempo que le recordaba el amor que sentía por ella, coloco sus labios sobre los de ellas en cuestión de segundos.
Les importaba muy poco lo que ocurriera a sus alrededor.
—Te amo—Susurro Hwang sobre los labios de Min-suk.
—Creo, que yo también te amo, Hwang Sun-oh.
Tal vez el escudo seguía en la aplicación pero muy en el fondo Min-suk era consiente que el amor de su vida era Sun-oh, solo era consiente de tiempo para que toda esa confusión se desvaneciera.
Las gotas de lluvia cayeron sobre ellos, pero jamas se alejaron del contrario, por otro lado a pocos metros de ellos, Joo-hyuk simplemente lloraba, pues su oportunidad de tenerla se había ido.
Desde el día que la castaña y Hwang se conocieron en el parque quedaron enamorados, solo que eran muy jóvenes para saberlo, pero han crecido y aun tuvieran problemas ambos estaban destinados a estar juntos.
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