Lo único que había en la vida de Min-suk era un pasado trágico y un presente lamentablemente, pero llego el: Hwang Sun-oh llego a su vida para iluminarla y hacerla sentir bien, cada acto, caricia, palabra y momentos que pasaban juntos eran un tesoro...
—Eres hermosa—Dijo Sun-oh acariciando el rostro de Min-suk.
La castaña sonrió nerviosamente antes de intentar levantarse, pero los brazos de Sun-oh se lo impidieron, coloco su cabeza en el pecho de Hwang mientras el acariciaba la espalda desnuda de la chica.
—Lo de anoche fue algo maravilloso—Hablo Min-suk—. Pero ahora mas que nada me gustaría darme una ducha.
—Quiero quedarme así un momento mas—Respondió mientras tomaba el mentó de la chica y lo alzaba, provocando que sus mirada se conecten.
—Que te parece si desayunamos y luego volvemos a abrazarnos.
—No—Hizo un pequeño berrinche, pero luego comprendió que la castaña realmente quería darse una ducha.
Ambos tenían sus cuerpos sudados y pegajosos por esa dos rondas de puro placer.
—Date una ducha y luego pedimos algo para comer—Dijo Sun-oh al cabo de unos minutos.
Min-suk se estiro un poco para darle un corto beso, envolvió su cuerpo desnudo con una sabana y corrió al baño. Luego fue el turno de Sun-oh así que mientras él se bañaba ella aprovechaba a preparar un poco de café.
Tenia la cabeza en la nubes cuando su teléfono sonó, sus ojos se abrieron a un mas por la sorpresa.
'Soy Yuk-jo, me gustaría hablar contigo antes de irme.'
Se quedo con la mirada perdida por aquel mensaje hasta que Sun-oh apareció.
—Yuk-jo quiere hablar conmigo, ¿te parece si nos vemos mas tarde?—Dijo Hwang rápidamente.
La castaña asintió levemente y lo vio irse, acepto la invitación de Yuk-jo sugiriendo verse en la tarde en un café que le quedaba cerca, desayuno, se arreglo y espero nerviosamente la tarde. En cuanto recibió la llamada de la modelo supo que ya era hora de verse.
Cuando ambas chicas se vieron se pusieron nerviosa, en silencio se dirigieron al café, se sentaron en las mesas exteriores y comenzaron a conversar, al principio hablaron sobre sus trabajos y de mas, fue hasta que Yuk-jo menciono que había visto a Sun-oh esa mañana y que lo había terminado.
Yuk-jo desde hace varios días lo había planeado, terminar con Sun-oh y hablar con Min-suk para luego irse y vivir una vida tranquila.
—Estoy bien —Dijo Yuk-jo rompiendo el silencio, suelta un suspiro melancólico, aparta la mirada de las calles y la fija en la castaña—. Después de todo, Sun-oh siempre te prefirió a ti.
La castaña se quedo callada, escuchando todo lo que la pelinegra se había guardado durante mucho tiempo, Yuk-jo habla con dolor y se aguantaba las ganas de llorar, envidiaba demasiado a la Min-suk porque Sun-oh hacia sonar su alarma.
—Dijo demasiadas veces que te odiaba, pero después me di cuanta que jamás te odio realmente—Alarga su mano y tomo un poco de café, tardo unos minutos volver a hablar—. Estoy feliz si él lo esta.
—Lamento interferir en su relación...—Intento decir la castaña.
—Intente todo para que te olvidara—Sus palabras salían entre cortadas y sus ojos se cristalizaban—. Lo que siente por ti es demasiado intenso.
—El te amo tan siquiera por un momento, Yuk-jo—Dijo.
—Te equivocas, Sun-oh jamás me amo y eso me persigue todo los días—Hizo una pausa—. Y aun que me duela eternamente, te puedo asegurar que él te ama desde que se conocieron y no hay nada que podría hacer.
Se aclaro la garganta y paso sus delicados dedos por sus ojos, quitando rastros de lagrimas.
—No importa si tengo que renunciar a Sun-oh, quiero estar segura de que no me equivoco, por eso estoy aquí, así que dime con toda la sinceridad del mundo, ¿Qué sientes por Sun-oh?
—Lo amo, con todo mi ser—Coloco una sonrisa torcida en su rostro que luego se transformo en una mueca.
Sun-oh conducía hacia el departamento de la castaña hasta que noto a las dos chicas juntas, se estaciono y bajo del auto, apenas dio un paso cuando Love Alarm sonó, haciendo que ambas chicas lo voltearon a ver enseguida.
—¿Qué haces aquí?—Pregunto Sun-oh a Yuk-jo.
La pelinegra sintió ese nudo en la garganta que le impedía hablar, fue hasta que Love Alarm volvió a sonar, las dos chicas y el chico voltearon a ver un momento a Joo-hyuk. Lee había salido del trabajo y caminaba con la mirada puesta en el suelo, si hubiera tomado otra calle posiblemente no estaría en esa situación incomoda.
Yuk-jo volvió a mirara a Sun-oh con lagrimas en los ojos, sonrió tristemente antes de levantarse e irse, aun que fuera doloroso ella comprendida que salía sobrando en la situación. En el teléfono de Min-suk había dos corazones, en el de Sun-oh había uno, pero lastimosamente en el de Joo-hyuk no había nada.
Eso hizo que el chico Lee hiciera una expresión de tristeza, se acerco un poco a la pareja.
—Estoy feliz por ti, Min-suk —Dijo—.Te ame toda mi niñez, adolescencia y te amare cada instante de mi vida—Sonrio tristemente—. Incluso si llegara a casarme seguirás en mi corazón, eres y serás siempre mi amor no correspondido—Finalizo este y la abrazo.
Miro un instante a Sun-oh antes de darse la vuelta y dejar a la pareja sola.
Vieron al chico alegarse con la mirada agachada, Min-suk no puedo evitar ponerse triste, ese chico al que había rechazado estuvo con ella en las buenas y en las mala, ese chico daba todo por la felicidad de Min-suk, incluso ahora, aun con el corazón destrozado, prefiere que su amada sea feliz.
Aun que no fuera por el.
Lee Joo-hyuk comprendió que su lugar no era a lado de Min-suk y eso lo podía demasiado triste, el mas que nadie sabia que no saldría de esa etapa fácil, pero se quedaba tranquilo sabiendo que Sun-oh la haría mas feliz.
Al final, Choi Min-suk y Hwang Sun-oh siempre estuvieron destinados a estar juntos.
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