X-Te quiero

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Jiang Cheng se removió incómodo al sentir que lo tocaban, le costó abrir los ojos, pero finalmente cuando lo hizo se encontró con la mirada cariñosa de su hermana.

Internamente sintió una gran desilusión, él quería que otra persona tocara su cabello de esa forma.

-Jiejie ¿también te dejaron pasar? -preguntó medio dormido aun.

-Al igual que a a-Ying solo por unos minutos, lo siento si te desperté -dijo la chica suavemente.

-No importa ¿Cómo está mi hijo?

-Él los extraña... anoche fue más sencillo porque estaba cansado, pero hoy se pasó preguntando por ustedes -dijo la chica.

Jiang Cheng sintió una gran presión en el pecho, le dolía saber que su hijo estaba ahí solo, quizás pensando que lo habían abandonado de nuevo.

Estos pensamientos solo hicieron que llorara silenciosamente en los brazos de su hermana, mientras miraba con la vista borrosa al chico que dormía tranquilamente a unos pocos centímetros de él.

-Jiejie, no quiero que le pase nada, lo quiero conmigo de vuelta -dijo entre llantos, aferrándose fuerte a su hermana.

La chica miró a su hermano y luego a su amigo, una leve sonrisa apareció en sus labios.

-¿Sabes la cantidad de años que ese idiota estuvo detrás tuyo? No, él no te va a dejar asi nada más ahora que te tiene -aseguro la chica volviendo a acariciar el cabello de su hermano.

Jiang Cheng la miro confundido ¿años? ¿desde cuando se suponía que Xichen lo quería? Si antes se sentía mal, ahora se sentía una basura por no haberse dado cuenta de los sentimientos del otro hasta ahora.

-Se que quieres que te cuente ciertas cosas, pero no puedo -dijo Yanli, le había dado su palabra a su amigo de no decir nada y la iba a mantener hasta la tumba.

-Esta bien, lo entiendo... -dijo poco convencido.

-Debo irme -Jiang Cheng asintió, ella se levantó de al lado de su hermano y se paró frente a su amigo-. Lan Xichen, te conviene despertar pronto, si sigues haciendo sufrir a mi hermanito te las verás conmigo.

-Gracias jiejie -dijo el menor con una sonrisa, que rápidamente fue correspondida y devuelta por su hermana.

Una vez que Yanli se fue, Jiang Cheng se sentó en la camilla y comenzó a observar a Xichen, cada vez descubría algo nuevo.

Una doctora entró a cambiar los medicamentos de Xichen, encontrándolos en una situación un poco íntima, Jiang Cheng se encontraba acariciandole el rostro de manera muy cuidadosa, como si de una deidad se tratara, su perfecta piel de jade mientras acomodaba unos mechones de su cabello que se habían vuelto rebeldes.

A Jiang Cheng ya le caía bien esa doctora, había entrado en malos momento muchas veces, pero en ningún momento había dicho nada, simplemente hacía su trabajo y se iba, a veces incluso sin realizar chequeos que eran inútiles que debía de hacer.

-¿Aún no reacciona? -preguntó mientras inyectaba un medicamento.

-No... -dijo y miró a la doctora- ¿Él me puede escuchar?

-Hay una gran probabilidad de que si, más tarde vamos a hacer unos chequeos. Pero no pierde nada con hablarle... Muchos pacientes en coma se sienten reconfortados cuando uno de sus seres queridos les habla.

Jiang Cheng asintió y la doctora se retiró, prometiendo volver a la media hora.

Desde después del insípido almuerzo, la distancia que separaba las camillas se había transformado en algo inexistente, por lo que Jiang Cheng aprovechó la cercanía y apoyó suavemente su cabeza sobre el pecho de Xichen.

El detrás de escena - XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora