XV-Entrevista(s)

445 53 7
                                    

El domingo en la mañana Jiang Cheng despertó como todas las mañanas abrazado a su almohada, al menos eso pensó hasta que se dio cuenta de que su almohada realmente no emanaba el calor que la cosa debajo de él hacía, tampoco tenía los abdominales y músculos, fue ahí cuando abrió los ojos y se encontró con Xichen durmiendo plácidamente.

Ni bien lo vio, se levantó, bueno hizo el intento de levantarse rápidamente, pero un fuerte dolor en la cadera y partes más bajas lo hizo detenerse y soltar un quejido.

Rápidamente se terminó de despertar y comenzó a recordar con todo detalle lo sucedido la noche anterior, provocándole un fuerte sonrojo. Por otra parte, algo en él extrañaba verlo a Xichen dormir tan tranquilamente por las mañanas, el tiempo que habían pasado en el hospital aún estaba grabado en su memoria y verlo así de hermoso y tranquilo al estar dormido no era algo fácil de olvidar.

-Mhn... a-Cheng...

Al sentir como el calor del cuerpo de su novio se desvaneció rápidamente del sitio donde había dormido casi toda la noche, Xichen rápidamente se despertó y comenzó a observarlo en silencio mientras la cabeza de Jiang iba a mil por hora tratando de no sucumbir ante la vergüenza.

-A-Huan, buenos días.

Sus palabras eran simples, pero lo dijo inconscientemente con un tono tan tierno que Xichen no pudo evitar jalarlo hacia él y comenzar a besarlo .

-Espera -Jiang Cheng soltó un quejido- no seas brusco.

-¿Te duele algo? -preguntó mientras acariciaba suavemente el rostro de su novio.

-¿Tú qué crees? -contestó con cierto tono de reproche.

-Uy, qué pena, vamos a tener que quedarnos todo el día en la cama -dijo con una sonrisa.

-No te pases de vivo, te recuerdo que tienes un hijo.

Xichen sonrió y abrazó a su novio, escondiendo su rostro en el cuello ahora lleno de moretones causados por el mismo la noche anterior.

-A-Yi duerme hasta el mediodía los domingos, podemos quedarnos aquí un rato, son recién las nueve.

-Solo un rato, porque dudo poder levantarme ahora -dijo acomodándose sobre el pecho de su novio.

Jiang Cheng logró escuchar una risa mal disfrazada de una tos, por lo que a modo de venganza le mordió el pecho lo más fuerte que pudo pero sin la intención de dañarlo. Xichen se quejó pero luego volvió a reír mientras besaba el cabello de su novio y acariciaba su espalda haciendo pequeños masajes en ciertas zonas, provocando sonidos de placer y dolor del chico.

-¿Te hago masajes? -preguntó luego de un rato.

-Es lo mínimo que puedes hacer, ¿no? -preguntó mientras se levantaba para acomodarse.

-Hey, te limpie, te cambie, cambie las mantas y me deje abrazar toda la noche -dijo mientras se posicionaba detrás de su novio para comenzar a masajearlo.

-Es lo mínimo que debías hacer.

Xichen no contesto nada, dándole indirectamente la razón a Jiang Cheng, cosa que lo hizo sonreír mientras sentía las manos aceitadas de su novio recorrer su espalda baja lentamente y con delicadeza.

Los masajes siguieron por un rato más, hasta que Jiang Cheng dijo que ya no eran necesarios y que mejor se acostara de nuevo a su lado, no porque él quisiera tenerlo a su lado, claro que no. Según la excusa que puso, era para no sentirse mal por estar abusando de su bondad.

Xichen como siempre obediente a lo que su amado le ordenaba se volvió a acostar, donde rápidamente Jiang Cheng volvió a acurrucarse en sus brazos.

-Amo verte así -dijo Xichen besando su mejilla.

El detrás de escena - XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora