V-Eligiendo una familia

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Tardaron más o menos cuarenta minutos hasta llegar al departamento de Xichen, ambos niños aún seguían dormidos y no fue nada difícil para los adultos llevarlos hasta el dormitorio.

-¿Puedes quedarte? -pregunto Xichen mientras tapaba a los niños.

-Si claro. Tú duerme aquí con ellos, yo iré al sillón -dijo el chico mientras tomaba una cobija de arriba de la cómoda.

-Es un sofá cama, deja que lo prepare para que estes comodo -anuncio al mayor tomando una almohada.

Ambos se dirigieron a la sala y en menos de diez minutos Jiang Cheng se encontraba listo para dormir.

-Si necesitas algo solo ven a despertarme -dijo mientras el otro se dirigía nuevamente a su habitación.

-Esta bien, si los niños necesitan algo te despertaré -dijo corrigiendole.

Jiang Cheng entendió de inmediato, le había dicho que si él lo necesitaba, y si Xichen no fuera un hombre respetuoso, tranquilamente podría haberse aprovechado y usar sus propias palabras en su contra.

Xichen se acostó junto a los niños, agradeciendo que la cama fuera lo suficientemente grande para estar cómodos los tres, antes de cerrar los ojos y finalmente quedarse dormido, pensó en el chico que en ese mismo momento estaba durmiendo en su sala, en lo lindo que se veía con uno de sus pijamas.

Una sonrisa se apoderó de su rostro mientras lentamente dejaba de ser consciente de su entorno externo.

Eran pasadas las 3 cuando sintió movimiento a su lado, la luz del baño se filtraba por el pasillo y gracias a que la puerta estaba abierta logró distinguir un pequeño cuerpo dirigiéndose al pasillo.

-¿A dónde vas? -pregunto Xichen entreabriendo los ojos.

-Con el señor Jiang -respondió el niño con voz de dormido.

Xichen asintió y se volvió a acostar, perdiendo al niño de vista cuando esté dobló en el pasillo hacia la sala.

.

A la mañana siguiente Jiang Cheng despertó cuando sintió que la cosa calentita que estaba a su lado, se alejaba, no se esforzó en abrir los ojos y se quedó ahí acostado, olvidando por completo que esta no era su casa.

El olor de comida lo hizo abrir sus ojos rápidamente, en su inconsciente había pensado que si estaba en su casa, el único que tenía sus llaves era Wei Ying, y si Wei Ying tocaba su cocina no sería nada bueno.

Al levantarse tan de repente, escuchó un quejido a su lado, se sorprendió al ver a un niño acurrucado a su brazo.

En ese momento recordó todo lo que había pasado la noche anterior y donde estaba.

-Buenos días -dijo una voz masculina detrás de él.

-Hola -dijo con la voz grave.

El pequeño hecho bolita a su lado se comenzó a mover un poco, demandando que el adulto se quedara a su lado.

Jiang Cheng se volvió a acostar y escucho como el otro se reía levemente. El niño al sentir que el adulto a su lado se acostó nuevamente, se aferro aun mas.

El chico tenía ganas de ir al baño, pero sabía que hasta que el niño no se despertara él debía quedarse a su lado.

-¿No quieres desayunar? -pregunto Xichen sentándose en uno de los sillones al costado del sofá en el que se encontraban acostados con el niño.

-Si quiero, el niño no me deja -dijo fingiendo molestia, en realidad le agradaba tenerlo entre sus brazos.

-¿Quieres que yo te dé de comer? -preguntó con una sonrisa juguetona.

El detrás de escena - XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora