XIII-El receso de las nubes

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El sábado en la mañana ni bien Jiang Cheng estuvo libre fue al departamento de su novio.

Llegó y Xichen lo recibió con un elaborado desayuno. Su hijo, a pedido de él, seguía dormido tranquilamente aunque ya habían pasado de las 10, algo quizás inaceptable para un Lan.

-¿Quieres que pasemos por tu casa luego a buscar un poco de ropa? -preguntó Xichen.

-¿A dónde vamos a ir? -preguntó intrigado.

-Es un secreto, pero estoy seguro de que les va a gustar a ambos -aseguró con una sonrisa.

Jiang Cheng abandonó la tostada que tenía en sus manos y se acercó lentamente a su novio con una mirada seductora y una sonrisa picara.

-A-Huan... ¿no me dirás nada?

Xichen respiró pesadamente, tratando de no caer ante la tentación que tenía enfrente, le costó, pero mantuvo su autocontrol.

-No, ya te dije que... será sorpresa...

-¿Ni siquiera una pequeña pista? -preguntó a centímetros de sus labios.

Xichen apretó sus puños por debajo de la mesa.

-Lo único que vas a lograr si sigues así... -comenzó a decir lentamente- Es excitarme, y no creo que quieras eso cariño.

Jiang Cheng tragó lentamente e intento alejarse un poco, el tono que había usado su novio lo había ¿asustado? mejor dicho lo había intimidado, normalmente Xichen no solía ser atrevido de esta forma, pero al parecer ahora se encontraba más libre de hacer movimientos con él.

-Pareces un gatito asustado -dijo tomándolo por la cintura, atrayéndolo a él.

-Ya cállate... -dijo mientras giraba su rostro.

-Tranquilo, nunca haré nada que no quieras, lo juro -prometió mientras le daba un beso en la mejilla.

-Te conviene que así sea, si no te partiré las piernas.

-Si puedes caminar...

Esto último fue dicho en voz baja, pero por el sonrojo en su novio Xichen pudo saber que había sido oído.

Jiang Cheng pasó unos minutos mirando por la ventana mientras era abrazado por Xichen sin decir nada, intentando recomponerse del momento vergonzoso que habían pasado. Xichen por su parte trataba de no reírse para no hacer enojar a su novio.

Los vehículos y la gente inundaban la calle ese sábado a la mañana, tenía sentido ya que era la calle que llevaba a una de las salidas principales de la ciudad, cada quien en su mundo, esas personas preocupadas por llegar a sus destinos, sin siquiera imaginarse los secretos que escondían estos dos y muchos más a escondidas del ojo público.

No conocía a nadie fuera de sus pequeños círculos familiares que siquiera sospechara que podían llegar a estar juntos.

-No puedo creer que todo esto comenzó porque volqué vino en mi camisa -dijo girándose para ver a su novio.

Xichen sonrió y depositó un suave beso en sus labios, no necesito decir nada, después de todo Jiang Cheng comprendió a la perfección lo que le había querido decir.

"Yo tampoco".

El llanto de su hijo se escuchó unos minutos después, interrumpiendo la paz que tenían aunque ninguno estaba descontento con esto.

Ambos sonrieron cuando vieron a su pequeño hijo caminando aun medio dormido hacia ellos, Jiang Cheng estiró sus brazos y tomó a su hijo, Xichen los abrazo a ambos y beso la frente de Jingyi.

El detrás de escena - XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora