Trece

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Nota: Hoy tienen doble actualización. 

Amo leer sus comentarios respecto a Tutor <3. 

Cada vez queda menos para saber más de él. 

***

Pete se encontraba en la habitación matrimonial solo. Se acercó a uno de los muebles que Tutor destinaba a sus partencias y abrió uno de los cajones. Estaba lleno de relojes de valor incalculable para él que no era alguien ambicioso y materialista en sí.

—No logro entenderlo —susurró.

Si el miraba alrededor de esa habitación, era fácil llegar a la conclusión de que Tutor parecía amar más el dinero que a Ae, sin embargo, cuando lo encontró hace más de un mes parecía genuinamente preocupado hasta el borde del colapso por su esposo. Era cierto que ellos como hermanos que eran no se habían hablado en algunos años. Sabía que Tutor era alguien de trabajo dedicado, aunque él recordaba un Tutor menos materialista.

Sin embargo, el tiempo pudo haberlo cambiando.

No.

Pete sacudió la cabeza y cerró el cajón. Su hermano no podría haber cambiado tanto. Debería de haber una explicación lógica. Tenía que haberla. Tal vez era sólo él pensando que no tenía sentido porque estúpidamente se había enamorado del esposo de su hermano. En estado ¿Podía ser alguien racional?

Respiró hondo y fue al placar, sacó algo de ropa y bajó a desayunar. En cuanto asomó en el comedor Ae se acercó a recibirlo con los brazos abiertos. Ambos llevaban trajes sencillos, y curiosamente, a tono.

Pete tuvo el pensamiento de que Ae era más compatible con él que con su hermano. Se mordió la mejilla interna ¿Desde cuándo era tan vil? No podía pensar así.

—Tor, ¿Sucede algo?

Tor.

Pete sacudió la cabeza suprimiendo el suspiro en la punta de su lengua y le dedicó una sonrisa.

—No, no sucede nada. Vamos a desayunar.

Sucede todo, Ae. Todo. Pero no puedo decírtelo

***

Pete abrió el tercer recipiente sobre la mesa que ese día había traído consigo y dejó ver el arroz. Luego se sentó y dejó escapar un suspiro. Tenía que confesar que se había enfocado demasiado en el trabajo y estaba algo cansado, pero aun así fue capaz de mostrarle una sonrisa a Ae que estaba allí. Empezaron a comer despacio, conversando un poco de todo. Ae se quejó un poco de esto y aquello, especialmente porque ahora que Trump estaba fuera habían quedado evidenciado su nefasto trabajo en la empresa. Pete lo escuchó con atención en todo momento pese al cansancio. No quedaba mucho para dejarlo y quería prestarle toda la atención posible, sin embargo, en medio de una idea que se le ocurrió para cubrir los espacios nefastos, notó que no era el único con la atención puesta en el otro en su totalidad. Ae no le sacaba los ojos de encima, aunque parecía no estar escuchándolo. Calló de repente.

—¿Qué sucede? —preguntó finalmente—. No estás escuchando nada de mi idea, Ae.

Su esposo sacudió la cabeza.

—Estoy escuchando, a medias. Vas a enojarte. Es sólo que desde ayer no he podido dejar de pensar —Ae se mordió los labios.

—Dime. Prometo no enojarme —esperaba no arrepentirse luego de dicha promesa.

—Bien. Sé que no quieres hablar de tu hermano, pero hay algo que este Zon dijo ayer que... y me come la cabeza ¿De acuerdo? —Y parecía que más que eso por su lenguaje corporal, Ae de repente tenía la mirada enojada y sus puños cerrados con fuerza. Pete respiró hondo. En verdad esperaba no arrepentirse.

Intercambio [AePete/ AeTor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora