Treinta y cuatro

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—Se casó con el gemelo idéntico de su ex —susurró alguien. Su receptor sacudió la cabeza en plena consternación y pena replicando:

—Pobre. Jamás lo superó por eso se buscó a su hermano.

Se trataba de una joven y un joven haciendo pasantías en la empresa. Estaban tan entretenidos hablando entre ellos que solo notaron que alguien los escuchaba cuando vieron su sombra sobre ellos. Giraron y temblaron al ver de quien se trataba: Tin.

—S-s-s-eñor —tartamudearon ambos.

Tin miró a ambos con severidad.

—Espero que puedan reubicarlos en otra empresa —les dijo muy despacio, conteniéndose—. Ahora, tomen sus cosas y váyanse de este lugar.

Había pasado un año desde que Pete aceptó su cita con Ae, un año desde ambos se aceptaron en la vida del otro y nunca, ni una sola vez, se habían arrepentido. Tin sabía que era raro, pero no era tonto, veía el amor en esos dos. Además, Pete no era igual a tutor, era mejor. Siguió su camino y entró en la oficina de Ae que de inmediato rezongó, pensando que era más trabajo al ver las carpetas en sus manos.

—No te preocupes —lo tranquilizó—, no es para hoy —le dio buenas noticias—. Sé que hoy tienes planes. ¿Nervioso?

—Mucho. Estoy seguro que mamá se la pasara tratando mal a Pete. Aun no lo perdona. No puede oír su nombre ni el de su hermano —Ae se recostó sobre la silla—. Pero Pete está dispuesto a ser su blanco si eso hace que yo pase un momento en familia. Además, le recuerda a su mamá... la quiere.

Tin sonrió.

—Recuérdame por qué no eres tu quien va a ver tus padres.

—He ido, pero la última vez mamá no me dejó pasar sino me separaba de Pete. Y yo decidí no volver si ella no lo aceptaba. Es la pelea más grande que hemos tenido.

—Pero es tu mamá la primera en perder su orgullo. Eso es bueno. Toma esta visita como que finalmente lo está aceptando.

Ae se rascó el mentón.

—Pensé en eso. Es lo que espero. Sé que pueden llevarse bien si abre su mente y ve que lo amo y él a mí, que no es como mi relación anterior.

Ae hablaba poco de su relación con Tutor, principalmente porque la gente siempre la usaba para compararlo y Pete y no entendían que eran dos personas totalmente distintas aunque por fuera fueran idénticos, hasta cierto punto. Ae podía diferenciarlos hasta el más mínimo detalle.

—Anda, deja esa silla y vete —lo animó Ti—. Mira si tu madre llega primero.

Ae se puso pálido y salió casi corriendo de la oficina.

***

Pete acababa de llegar cuando su móvil empezó a sonar. Al ver que se trataba de su hermano dejó todo y atendió. Se trataba de una video llamada. El rostro de su hermano apareció del otro lado. Pete lo estudió con determinación. Tenía el cabello corto, no había ojeras debajo de sus ojos y no parecía cansado. Además, una sonrisa alegre adornaba su rostro. Cuando vio que estaba en buenas condiciones lo saludó y Tutor suspiró.

—Veo que pasé tu control. A veces no sé quién es más severo, si tú o el médico.

—Me preocupo por ti —Le dijo Pete, tomando el teléfono y llevándolo hasta la cocina donde lo acomodó en un buen lugar en la alacena.

—Yo también lo hago por ti, pero no hago obvio cómo te examino, ¿por qué estás en la cocina, por cierto? Tenía entendido que no habían despedido a nadie.

Intercambio [AePete/ AeTor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora