Treinta dos.

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Nota: He querido responder y agradecer sus comentarios personalmente como respuesta pero me ha sido imposible. Empecé las observaciones en la secundaría para una de las materias de la uni y me ha consumido tiempo, peor quiero que sepan que les leo y les agradezco infinitamente.  

***

Usualmente, Pete y Tutor no frecuentaban los mismos lugares. Tampoco era como si Pete saliera mucho de casa, salvo cuando su hermano lo presionaba, algo que esa semana había hecho seguido. Pete se había visto acompañándolo a comprarse algo de ropa deportiva, también saliendo con Sean, y una vez habían visitado el cementerio juntos. En cada ocasión notó algo que al parecer su hermano no, entonces, para comprobar su teoría, una vez fue él quien presionó a Tutor a que fuera a su local, y volvió a suceder: Todd siempre andaba cerca de Tutor. Algo en la mirada de ese hombre seguía haciéndole erizar el bello del cuerpo. Muy pocas veces lo miraba a él, salvo cuando Tutor y él vestían similar. Para Pete, su mirada estaba llena de algo siniestro, lo que hizo que empezara a sentirse incómodo. Al sexto día prácticamente que entró en paranoia. Si Todd frecuentaba los lugares donde iba Tutor, ¿andaría cerca de su casa? Una tarde abrió la cortina y echó un vistazo y su sangre se heló: Todd pasaba frente a su casa. Jadeó, sintiendo el terror.

—¿Estás bien? —Era su hermano, bajando las escaleras, mirándolo preocupado.

—S-sí —respondió. Su hermano miró la ventana y luego a él.

—Ya te diste cuenta, ¿verdad?

—¿Qué?

Tutor respiró hondo y se detuvo a su lado, estirando su mano para cerrar la cortina

—Todd, siempre anda rondando.

—¡Lo sabes! —lo acusó Pete—. ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?

Tutor se encogió de hombros.

—Claro que lo sé, pero ignorarlo es lo mejor que puedes hacer en este momento. Enfrentarlo le daría placer, y la verdad no tengo ganas de eso —un escalofrío recorrió el cuerpo de Tor—. Además, no quiero pelear —susurró apenas.

—Para mí ese hombre es peligroso. No me gusta... —Pete se abrazó el cuerpo—. Me asusta...

—Eso quiere, asustarnos —Tutor empezó a alejarse—. ¿Quieres un té?

Pete miró su espalda. ¿Cómo podía su hermano estar tan tranquilo? Usualmente, tal vez, lo provocaría. Eso le decía que estaba cansando, entonces recordó su frase de hace unos segundos, no quería pelear más. Pete suspiró. Lo había escuchado muchas veces rendido al teléfono con su abogado, hablando de temas del divorcio, por supuesto que estaba cansando.

—Sí —respondió y lo siguió.

Aun así, no podía estar tranquilo. Ese hombre estaba detrás de Tutor, no sabía por qué, pero no era bueno, menos cuando su hermano estaba con todas sus defensas bajas.

—¿En serio no te preocupa que ronde todo el tiempo? —se atrevió a preguntar, observando a su hermano tomar un vaso y servirse agua.

—No es todo el tiempo —aclaró Tutor, tomando algo de su bolsillo—. Además, no puede hacerte nada. Y la verdad, el tipo es un imbécil cobarde. Antes estaba bajo el ala de Trump pero él ya no está, así que es más que un estúpido —Tutor se detuvo y levantó la vista—. ¿Le tienes miedo? No debes temerle, si intenta algo, sé cómo manejarlo.

Entonces Pete se dio cuenta de algo, Tutor pensaba que lo rondaba a él, estaba protegiéndolo como lo había protegido aquel día que tenía destrozado el corazón y salió detrás de Ae sólo por él. Algo cálido calentó su pecho. Entonces...

Intercambio [AePete/ AeTor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora