Quince

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Cuando el padre de Tin llegó, padre e hijo se encerraron en una oficina. Pete no podía sacarse el mal presentimiento de encima, por suerte Ae estaba a su lado, y como si estuviera en su misma sintonía, rodeó su cintura y le habló.

—Tor, será que nos vayamos a casa.

Pete aceptó de inmediato. Todo le gritaba que saliera de allí. Estaban dirigiéndose a la salida cuando los agudos gritos pertenecientes a Tin los detuvo. Pete lo escuchó alzar la voz desde el otro lado de la oficina cerrada.

—¡Me niego a permitir que interrogues a parte de mi gente! —dijo—. ¡Es un insulto hacia mí! Es completamente fiel a mí.

Pete supo que no se trataba de gente, sino de una sola persona. Lo más probable es que fuera él

La respuesta que recibió fue un murmullo que sonó a algo como:

—Me ha llegado información que todo fue una tetra y Trump es completamente inocente.

—¡Yo lo vi!

—¿No escuchas lo que digo? Treta, Tin. Treta.

En cuanto salieron de la oficina, todo estaba claro. No querían interrogar a los empleadoS sino a uno. A Pete. Ae se adelantó unos pocos pasos por delante. En el instante fugaz en que sus ojos se cruzaron con los del padre de Tin, Pete percibió el brillo de furia en los de Ae. Pete empezó a acercarse, resuelto a evitar un enfrentamiento, pero Can lo detuvo.

—No —le susurró, después miró por encima del hombro y vio el panorama—. Señor, estábamos hablando del robo —explicó—. No se han llevado nada. Nuestra seguridad es alta. Nuestras finanzas, movimientos, cuentas, nada ha sido comprometido.

Ae agregó con tono sarcástico, mirando al lacayo de Trump:

—Al parecer, el ladrón no encontró lo que buscaba.

Pero el padre de Tin le devolvió la mirada con gesto impasible.

—Buenas noticias —pero ignoró la situación y siguió manteniendo la mirada fija en Pete—. Aun así, es necesario interrogar a todos aquí. Podría haber sido un trabajo interno. A ti no te importaría colaborar, ¿verdad Tutor Pitchaya?

—Intouch —dijo Pete antes que Ae—. Soy Tutor Intouch, señor. Y no, no me importaría ¿De qué forma puedo hacerlo? —No tenía casi idea de dónde estaba sacando el valor. Tal vez, pensando que sí era Tutor.

—No lo sé, podrías contándonos dónde estabas anoche para empezar.

Pete alzó la barbilla. Iba a hacer un interrogatorio enfrente de todos. Bien, él, Pete, no tenía nada que esconder.

—Sospecha que yo sea el ladrón —No fue una pregunta, porque claramente no podía preguntar tal cosa cuando la respuesta era un hecho.

—De ninguna manera. Pretendo hacerle a todo el mundo la misma pregunta. Pero empezamos por usted. ¿Tienes algún motivo para no queremos contar dónde estuviste anoche? —preguntó con voz sedosa el padre de Tin.

—No me importa lo más mínimo.

—Bien. Cuéntenos entonces.

—Estuve toda la noche en casa, con mi esposo. Cenamos, subimos a nuestra recamara —Pete se encogió de hombros.

El señor elevó las cejas.

—¿En serio? Hasta donde sé, su casa es el lugar que menos le gusta... y que menos frecuenta.

—¿Quiere la verdad? —preguntó Ae, totalmente furioso—. Tutor estuvo en casa, conmigo. Y el lugar que más le gusta, hasta donde sé, es estar debajo de mí mientras... Oh ¿Está seguro que quiere los detalles?

Intercambio [AePete/ AeTor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora