Imperceptibles segundos en dónde la bestia succiona con ahínco demasiado llamativo para su total gusto, dan por asentado que el ocaso de la vida tal cual la conocía el joven rubio está a la vuelta de la esquina para él y posiblemente para muchos...
Ya que el vampiro lucha ferozmente, en su desequilibrada mente, con el intento de soltar a su receptiva presa. Pero perdiendo, lamentablemente, una y otra vez la batalla en el propósito de controlar a su enferma necesidad de consumirlo mas allá de lo sexual. Liberando adentro de él, un pulso asesino a que lo abarca por completo como si el cautivado fuera el adictivo narcótico necesario para apaciguar su tempestad.
Y sin soltar la mordida de su magullada arteria y provocando en el humano la extremada palidez de su tez, no logra percatarse del ingreso veloz de su par de consanguíneos.
Entonces, un enorme cuerpo familiar lo recubre por detrás, logrando que sus colmillos cedan al firme agarre en la delicada piel del joven apenas vital en cuanto le hacen palanca con una fuerza extraordinaria por sobre sus endurecidas mandíbulas.
—¿¡Pero qué demonios Kook!? ¿¡Acaso estás demente!? —grita el no muerto del medio sobre que recibe al casi inerte cuerpo de Jimin sobre su regazo.
La bestia, enardecida en todo su esplendor lucha encarecidamente por soltarse de su hermano mayor que susurra palabras a su oído en una especie de ritual antiguo de calma.
Pero su fracción más primitiva, sanguinaria y animal, late punzante por cada parte de sistema. Exigiendo a base de vigorosos sonidos aterradores para los oídos de cualquier mortal, que lo suelten que no terminó todavía lo que debía finalmente masacrar.
El excéntrico no muerto luego de comprobar el casi inexistente pulso del joven rubio que yace ahora sobre el frío suelo, se incorpora veloz hasta enfrentar a la bestia sedienta de plasma y agarrando su cabeza con extremada fuerza lo llama.
—¡Mírame Jung Kook! —pero el interior del sádico monstruo apenas reconoce su designación —¡He dicho que me mires, maldita sea!
Y en tanto el vampiro más viejo, traza en rojos las facciones de su rostro a causa de la fatiga de sostener al de fuerza mayor y sin poder creer todavía que el mismo no hubiera podido controlar su mortal adicción. El hermano del medio refuerza su agarre sobre la mandíbula del no muerto menor con sus uñas convertidas en filosas garras y escupiendo veneno en el total de sus palabras.
Un par de segundos luego, dónde la bestia aparentemente cede a la imperceptible razón. Los ojos del pálido morocho dejan de ser paulatinamente de un intenso rojo y aparece en su teñido rostro de grana, una mezcla desconcertada de absoluta sorpresa y desafortunada confusión.
—Es aquel que miras con los ojos del amor, Jung Kook... Y casi lo matas.
Escucha las significativas palabras que salen en una angustiosa plegaria desde los labios de Jin, mientras a Jung Kook lo invaden unas tremendas ganas de vomitar por sentirse un idiota absoluto...
Y dejando caer su cuerpo al frío suelo, ya vuelto a su total normalidad, devuelve desde lo más profundo de sus entrañas todo el coraje que guarda por ser una condenada bestia cuando debía ser lo que tanto aspiró su hermano mayor: un hombre de bien y educado trabajador. Y no una maldita alimaña...
Observa al otro lado, como asisten a su demacrado y pálido (pero aún) hermoso joven humano, Su hermano del medio junto a una de las servidumbres de la casa.
Escucha por detrás, lejanos vocablos de fuertes regaños por parte de Nam pero no les hace caso. La indignación de ver cómo dejó a su más preciado bien encontrado lo tiene en un trance de absurda negación pero a la misma vez, no puede dejar de sentirse culpable.
¿Por qué no fue capaz de frenar todo acto de barbarie? Si el pudo darse cuenta a tiempo que su bello compañero de trabajo había caído preso de su innata naturaleza.
¿Por qué se dejó llevar por sus pulsiones eléctricas guiadas por sus más bajos instintos? Cuando el fin de tenerlo de frente era poder lograr crear alguna especie de conexión entre ambos. Pero con nexo se refería a que el humano pueda ver quién es él realmente, o que pueda atisbar un pequeño destello de lo que fue en otras épocas.
Y no dejarse vencer por lo que su naturaleza demanda, cayendo en la mediocridad de tomar por tomar y sin importarle una mierda nada de nada.
Entonces se eleva veloz y acomodando sus prendas se retira sin rumbo y a súper velocidad de la casa. Dejando a su hermano mayor a la mitad de la regadera de regaños por largar.
Por otro lado, Jin recuesta al pálido joven sobre su cálido lecho, controlando sus funciones vitales y pasando continuo su áspera lengua sobre la herida abierta que provocó la incisión de los colmillos.
—Prepara una jarra con agua tibia, tráeme guantes, una capa y una pequeña toalla. Y por favor lava su camisa —le indica el consanguíneo del medio a una de sus tantas criadas.
Ingresando luego en la habitación, el mayor de los hermanos con su ceño completamente fruncido y su porte de completa decepción. Aunque la preocupación de que el joven recostado tenga secuelas lo distrae de su enojo. Una vez más debería haber seguido su instinto que le decía que esto era una mala decisión.
—¿Crees qué..? —suelta de repente el enamorado mayor a su preocupado amante prohibido.
—No, no lo creo —dice Jin pasando su lengua reiteradas veces por la herida, pudiendo observar como si por arte de magia no hubieran habido filosos colmillos enterrados extrayendo hasta el último vestigio del alma del joven herido aquí en su cama —. A lo sumo conservará un par de días alguna que otra facultad acrecentada. Lo que si, métete en su cabeza y haz que no recuerde nada.
Y cuando Nam está por hacer caso del pedido de su amado, un fuerte agarre en su brazo lo detiene. Atrás suyo está con un porte sombrío pero más decidido que nunca, un recuperado Jung Kook luego de lo sucedido.
—Se ve que fue bien rápido el asunto de salir a follarte alguna o chuparle la sangre a cualquiera que se te cruce... ¿Estás más tranquilo? Porque si no puedo darte un puñetazo idiota... Para calmarte digo... —escupe ponzoñoso el hermano de medio mientras recubre con su cuerpo el del joven herido.
—Estoy bien... Se los aseguro... Déjame con él, me encargaré de asear su cuerpo y vigilar que no levante fiebre, o si tiene pesadillas —suelta decidido el vampiro menor ante el intenso escudriño de los ojos mayores.
—¿Y que me asegura que no intentarás comértelo? Creí que desayunar era en modo figurativo y no literal —dice Jin observando dubitativo y enojado a su hermano pequeño.
—Ustedes sigan destilando feromonas, sin morderse en lo posible, que yo debo borrar sus recuerdos... Con permiso —dice Nam dirigiéndose hasta el lecho del maltrecho humano, siendo inmediatamente detenido por un abrupto "No, yo me encargo" de su pequeño hermano.
—No creo que eso sea po...
—Eso a ti no te incumbe y no necesito tu permiso para cuidar de lo que es mío —suelta seco el vampiro menor a su consanguíneo del medio.
—Si a eso le llamas cuidar, no me quiero imagin...
—¡Basta cariño! Démosle a Jung Kook otra oportunidad, esta vez será capaz de mantener bien guardado sus colmillos ¿O me equivoco? —suelta el hermano mayor metiéndose en los confines de la mente del vampiro menor y mostrándole de lo que es capaz si llega a ponerle tan solo un solo dedo encima a Jimin, sin plena facultad de sus acciones.
Se nos salvó de milagro... ¿Será que?🤔
Gracias por leer, comentar y regalarme su estrellita🥰
Los amito mucho♥️
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"𝑽𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒂𝒏𝒖𝒏𝒄𝒊𝒂𝒅𝒂" (Jikookmin)
Fanfiction◾⚰️◾ ⚰️◾⚰️◾ 𝑼𝒏 𝒂𝒑𝒆𝒈𝒐 𝒎á𝒔 𝒂𝒍𝒍á 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒄𝒕𝒐, 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐 𝒅𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓𝒍𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒖𝒓𝒂𝒃𝒍𝒆, 𝒔𝒊𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒔𝒆𝒑𝒂 𝒍𝒐 𝒑𝒂𝒍𝒑𝒂𝒃𝒍𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐 𝒆𝒏...