◾20◾"Inspirar"

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En el cuarto bastante iluminado artificialmente y repleto de colores del excéntrico artista de la lúgubre familia, se suceden variadas cosas últimamente.

Desde besos apasionados y roces inadecuados ante los ojos de la indiscreta cofradía entre un par de consanguíneos no humanos, hasta ser testigo del lamento de un codicioso vampiro ante lo que pareciera un fúnebre lecho; rodeado de un clima bastante apesadumbrado.

Y no es que el joven humano pereció finalmente bajo el designio de sus garras filosas, pero lo que percibe el no muerto ante la consecuencia de sus hechos lo trae atiborrado de culpas y deseoso porque el humano despierte y no lo odie con creces cuando finalmente rememore lo pasado.

"Debiste inmiscuir en los confines de su mente" le reclama la sedienta bestia en sus adentros, haciéndole notar que tal vez no fue una buena idea dejarse descubrir a conveniencia del humano. Pero a pesar de todo lo que le juega en contra al no muerto, prefiere que el bello blondo lo descubra y se aleje, a tener que soportar estar lejos porque lo quiere mascar desde lo que le exige su condenada alimaña.

Constantes pesadillas recubiertas de angustiosos alaridos acosan al joven humano en sueños. Pero Jung Kook se concentra en acariciarlo con sus manos recubiertas en impermeables mitones transformados para que recubran la totalidad de sus dedos, dedicándose a bañarlo suavemente con paños de líquido tibio ya que su temperatura finalmente se ha estabilizado.

Eternas horas a su lado para cualquier ser humano, pero imperceptibles segundos para un angustiado vampiro, se suceden a cuenta gotas mientras la arena pasa infinita de un receptáculo al otro en el reloj de arena que funciona como adorno en la pequeña mesa de al lado. Y a la cual el no muerto menor se dedica a invertirlo para medir los latidos de su débil admirado.

—¿Cómo se encuentra? ¿Aún no ha despertado? —se anuncia arribando la imperceptible voz del hermano dueño del cuarto.

—No, solo reiteradas pesadillas pero por suerte, la acrecentada fiebre ha bajado —articula concentrado en observar las gesticulaciones que arroja el pálido rostro del joven acostado.

—¿Sabes que te has mandado una que mejor me callo, no? —suelta Jin con un tinte rabioso en su voz a medida que deja la pulcra camisa sobre el respaldo de una silla.

—No empieces Jin... Demasiado tengo ya con mi condenada conciencia, a parte... ¿Crees que, realmente, quería hacerle daño? ¿Te das cuenta que por años busqué inconsciente lo que tengo frente a mis ojos como para actuar con intensión de extraerle toda su maldita viveza y dejarlo hecho un despojo?

El consanguíneo del medio, finalmente apenado por la angustia palpable en su menor, se arrima a rodearlo fuerte con su brazos mientras el otro retoza que no quiere abrazo, que deje de molestarlo y que se vaya a molestar a su mayor.

Pero luego de tan fraternal demostración de afecto, llega -de repente- el tan temible cuestionamiento que Jung Kook hubiera querido evitar -en lo posible- de la boca de su hermano del medio —¿Me imagino, que has borrado sus últimos recuerdos, no?

Silencio... La sola pausada respiración del joven aposentado en el lecho es lo único que retumba como un eco por toda la habitación. Habitación en donde Jung Kook hubiera querido escapar a súper velocidad si no fuera porque lo retiene de imprevisto un débil dedo enredado en la tela del impermeable guante de su mano derecha.

—M-me r-retiene... —susurra conmocionado y estático el vampiro menor hacia cualquier lado.

Mientras que el hermano del medio -sin darse cuenta- comienza a refunfuñar, elaborando en su cabeza la próxima reprimenda para hacerlo entrar en razón a su menor. Mientras Jung Kook, arrima despacio su blanquecino rostro hacia la piel seca y magullada del joven que lo obnubiló.

Una fuerte inspiración y posterior exhalación, imperceptible para otros, le deja en claro al vampiro menor que el joven frente a sus ojos se encuentra próximo a despertar de su atormentada ensoñación.

Ya casi nada queda de la corrupta marca que él mismo le propinó, dado a la saliva curativa de su especie, ya que pareciera que fueron pequeños piquetes de algún inquieto insecto que se posó. Aunque traer a su conciencia que a sabiendas sus recuerdos no borró, lo deja completamente intranquilo de la decisión que finalmente tomó.

—¡Responde Jung..! —anuncia su irritado hermano pero deteniéndose en el preciso momento en que observa delante de sus ojos: Al no muerto menor, casi echado sobre el torso del humano mientras se dedica a controlar sus pulsaciones y frecuencia cardíaca.

A éste, le llama la atención la abrupta interrupción de la reprimenda de su mayor, y dándose la vuelta hacia su hermano, lo encuentra viciado en alguna otra dirección.

Y con lo que resta del escaso coraje que hace frente al poder de aquel que puede con su inerte corazón, se vira despacio encontrándose con un par de abiertos ojos mieles que lo observan con sumo recelo y atención.

En ningún momento, Jung Kook observa miedo o terror en aquella observación... Pero luego de unos momentos de directa apreciación al rostro del bello humano, percibe que la frecuencia cardíaca y los latidos de su corazón se disparan.

Entonces, repentino se aleja de Jimin para que este pueda sentir alguna especie de alivio mientras su hermano del medio se arrima, velozmente, hacia su encuentro. 

—Bienvenido al mundo de los vivos, cariño —susurra Jin al lado de un conmocionado Jimin —Has tenido un pequeño desmayo hace un par de horas pero te hemos asistido, y aquí estás, de nuevo con nosotros —finaliza el no muerto del medio totalmente creído de sus dichos.

Pero para la revuelta mente del joven rubio, nada de lo dicho ha realmente sucedido. Porque se le vienen de repente, flashes del cuerpo de una enorme bestia absorbente de su colapsado sistema y el recuerdo de la condenada necesidad de dejarse ser bajo esa misma bestia.

Aún así, deja que el hermano de su jefe crea que atiende a la veracidad de sus dichos, asintiendo levemente con su cabeza.

—Jung Kook, ve a llamar a la criada —suelta firme el vampiro del medio.

—No, ve tú, yo de aquí no me muevo —contesta decidido el pálido morocho mientras no se pierde con la guardia de sus ojos, el escrutinio nada disimulado que le ofrece el rubio a su fornido cuerpo.














































Dios mia!! Está historia me intriga. Este vampiro obnubilado que se deja ser frente al hombre que mueve su estantería😏

Gracias por leer, comentar y votar😍

Los amito mucho♥️

"𝑽𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒂𝒏𝒖𝒏𝒄𝒊𝒂𝒅𝒂" (Jikookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora