◽50◽"Metamorfosis" (Final)

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Segundos en donde el irrefrenable deseo del rubio condena al fin de su propia humanidad, tal cual la profesa, se sucede justo en este instante...

En cuanto el embelesado vampiro lo observa y solo puede ver a través del latente deseo de convertirlo en su afín y eterno amante.

Aquel que había esperado a través de profusos años y por el cual, en un espacio de tiempo letárgico, se habría resignado a que nunca tendría la dicha de imaginar siquiera probar esos cálidos labios.

Un ser frío y bestial, completamente enamorado de un joven rubio que ha escarbado en lo profundo de su cuerpo como nunca nadie lo había logrado. Sin sentirse asqueado, burlado o denigrado, solo con un profundo deseo de corresponder el silencioso mandato del medio humano: amarse como solo los verdaderos amantes merecen hacerlo.

Desea... Desea tanto que no sabe bien cómo controlarlo. No quiere dañar ni lastimar a su amado pero necesita equilibrar la balanza para dónde marque, porque en lo más profundo de su retorcida psiquis, el vampiro anhela -fervientemente- que lo reclamen.

Reclamante, reclamado... Dos seres tan diferentes pero iguales en cuestiones de quererse.

Ya que el medio humano -completamente desesperado- mientras succiona sangre de la muñeca del pálido morocho como si su vida prendiera de un hilo a consecuencia de lo mismo, no puede dejar de maravillarse por los latidos en conjunto de sus pechos. Entonces, en un acto de valía y confiando su vida en ello, le entrega su propia muñeca al señor de las tinieblas.

Silencioso y codicioso permiso para la bestia que sin perder el resguardo de esas mieles que lo apresan como en el ensueño de un cuento, entierra tajante sus filos. Provocando un delirio entre ambos cuando succionan a la par de su pareja y entrando en un trance afrodisíaco cuando sus lenguas se encuentran compartiendo el sabor del plasma del contrario. Volviéndose así, adictos a comer de su amante entregado a medida que el libido va en continuo aumento.

Las ropas les queman. Arden por dentro... Y el deseo de sellar la situación pasional con el comienzo o el final, recorre cada una de sus venas.

—Lléname, te necesito bien adentro...

Suelta el impertinente medio humano al agitado vampiro a medida que crecen -aun más- sus garras y sus ojos resplandecen en un profundo deseo compartido.

Entonces, aquel ser frío que se deleita con el néctar enrojecido del contrario, desgarra lo que queda de sus telas para tener acceso directo a las profundidades del cuerpo del joven rubio. Latiendo en pálpito gustoso cuando Jimin, tiznado en rojos, jadea mientras se acomoda sobre la húmeda dureza de la bestia.

Escasa humanidad y bestia... una lucha de poderes que quieren vencer menesteres siendo en vano la contienda cuando la lucha escasea, solo habiendo absoluta entrega compartida y una vehemencia que reclama pertenencia.

Y se deja... El rubio se deja consumir por las tinieblas cuando siente que el no muerto lo llena de mil formas y maneras, por dentro, por fuera, por sobre cada una de las percepciones que indican que esto que está aconteciendo es lo más correcto que alguna vez pudo haber hecho.

Dejando atrás equívocos pensamientos que solo lo quieren engaitar cuando esto que siente por dentro no tiene nada de incorrecto o inmoral. ¡Es más! Se podría comparar con la magnificencia de sentirse engalanar, llenándose de adornos y ornamentos que favorecen que brilles como la más preciosa piedra roja.

Así, observa Jung Kook a Jimin, como un preciado tesoro que deberá cuidar de ahora en más, no porque no sea capaz o sea frágil en cualquiera de sus versiones, sino porque se pertenecen y deberá velar por su prosperidad, acompañándolo paso a paso en este nuevo renacimiento que se denomina: inmortalidad.

—¿Estás completamente seguro, cariño?

Cuestiona el no muerto al precioso rubio cuando éste presenta su cuello mientras menea -magistralmente- su cadera.

—Nunca en mi vida estuve tan seguro cómo contigo. Hazme tuyo por los siglos de los siglos...

Y en ese momento, en donde ambas miradas se pierden en el iris del contrario aunque la bestia rebase rojo por todos lados, se compenetran...

Fusionan sus manos en un firme agarre que indica el inicio de algo eterno como el firmamento que los acompaña día a día.

Mientras deleitan sus ojos en lo hermoso del contrario, dedicándose caricias que bien podrían ser lascivas pero que se sienten correctas en ambos.

Y ese vampiro que alguna vez creyó que no sería -finalmente- correspondido, se encuentra embelesado de la presa a la que ahora es -fielmente- cautivo.

Medio humano y no muerto, dos seres que pudieron reconocerse a través de las capaz del contrario.

—Te amo...

Suelta el rubio con los ojos aguados mientras siente el latir desaforado de su pecho, por amor y por un incipiente temor que se va acrecentando.

—Te amo...

Contesta una bestia en la magnificencia de su esencia. Todo colmillos, garras y mirada deshabitada, solo con una intensa llama pasional que lo llama a reclamar lo que es suyo por derecho.

Acariciando y observando el bello rostro del humano mientras detalla el recorrido de esas rebeldes lágrimas con sus garras entre tanto siente una profunda admiración hacia aquel hombre que a pesar del temor, se deja ser depositando toda su confianza en él: una bestia deshumanizada que ha caído enamorada.

Entonces... lo besa. Profundo y pausado. Cuidando no lastimarlo con cada uno de sus filos mientras acaricia tiernamente su mejilla y lo adora... Lo adora de mil formas y maneras, sintiendo un punzante estremecimiento en el medio de su pecho que lo ahoga y sin percatarse que ahora, son sus lágrimas las que lo mojan.

Y enardecido en el afecto que renace del íntimo momento compartido, pronuncia sus últimas palabras: —No temas amor mío, te sentirás morir pero serás mío, así como yo seré -eternamente- tuyo. Y cuando estés en tu último suspiro, estaré yo -aquí contigo- para renacer juntos.

Y el rubio, estremecido hasta el tuetano de los huesos, embelesado lo observa. E inclinando su cabeza, deja ir cada uno de sus problemas o dilemas. Y todo aquel miedo o temor que quiere aparecer ante lo desconocido, se aleja...


◽Fin◽












Hemos llegado al final de esta intensa historia de amores de otras épocas♥️, nos queda el epílogo y algún extra. Su final fue pensado desde el inicio de todo este recorrido.

Gracias a cada personita que le da una oportunidad a mis letras, deleitándose en cada una de ellas. Inmensamente agradecida de poder compartir con ustedes, un pedacito de mí😍

Asi que gracias por estar(⁠ ⁠˘⁠ ⁠³⁠˘⁠)⁠♥

Nos vemos en el epílogo 😘

"𝑽𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒂𝒏𝒖𝒏𝒄𝒊𝒂𝒅𝒂" (Jikookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora