04 de agosto, 2020.
Caminaba por el pasillo que conducía al despacho de mi jefe, el agente Riley, el cual conocía desde mis inicios en la DEA. Es un gran amigo de mi familia y estuvo muy pendiente de mí cuando entré aquí, por lo que ya tenía confianza con él. Me había mandado a llamar hace unas horas. Pocos días atrás había completado una misión en la que tardé varios meses en finalizar por la dificultad de esta. Me encontraba de descanso en mí ciudad natal, Roma, y tuve que volar a Estados Unidos de inmediato. Esperaba que no me asignara una nueva misión, la última había sido bastante agotadora y efectivamente necesitaba ese mínimo de descanso.
El lugar era muy acogedor, la iluminación que entraba por las ventanas que cubrían todo el pasillo hacía que la estancia fuera cálida y no fría como en muchos departamentos en los que había trabajado anteriormente. Me encantaba venir aquí, me sentía como en casa.
El sonido de mis tacones de aguja resonaba por todo el lugar y era un sonido muy agradable para mí. Toqué la puerta de madera oscura y el agente me invitó a entrar.
—Siéntate, agente Milani. En un momento comenzaremos.
—¿Por qué tanta formalidad, Andrew?
—Lo siento, ya es costumbre. Ven, dame un abrazo. —ambos nos levantamos y me acogió en un cálido abrazo—. Me enteré que tu misión fue todo un éxito, enhorabuena, Chiara.
—Muchas gracias, Andrew. La verdad fue muy complicada, pero con un poco de constancia y empeño lo conseguí. —aún seguíamos abrazados, hacía al menos seis meses que no nos veíamos ni nos comunicábamos entre nosotros.
Justo en ese momento alguien abrió la puerta y vi a un chico alto, pelo negro, corto y ondulado y unos ojos marrones que ya conocía a la perfección.
—¿Aaron? —Me separé de Andrew y corrí hacia el chico joven. Aaron era un antiguo compañero de trabajo, a cada uno nos asignaron misiones distintas en países diferentes y con la distancia y el tiempo nos fuimos alejando hasta no saber nada el uno del otro hasta este momento.
—¡Chiara, cuánto tiempo sin verte! ¿Cómo estás? —Nos separamos y nos miramos a los ojos.
—Bien, algo cansada porque ahora debería estar descansando y Andrew, —Lo miré y él puso mala cara—, perdón, el agente Riley, me llamó para que viniera con urgencia aquí y espero por el bien de todos que no me vuelva a mandar otra misión por lo menos en un mes. —dije riendo.
—Sabes que sí él te llama es para una misión.
—Lo sé, pero aún me queda un mínimo de esperanza de que no sea así.
—Vamos a sentarnos, debo contaros algo. —pidió Andrew. Los dos asentimos y nos sentamos en nuestras sillas correspondientes. Yo a la derecha y Aaron a la izquierda—. Agente Milani siento fastidiar tus merecidas vacaciones, pero hay una misión muy importante y urgente que debéis llevar a cabo.
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La Infiltrada (+18)✓
RomanceLibro 1 Completo [Bilogía Mafia] REESCRIBIENDO Cuando la cordura y lo prohibido se juntan en dos personas distintas, Chiara tendrá qué decidir que es lo que prefiere. Ella es agente de la DEA y su nueva misión es infiltrarse en la mafia más poderosa...