La Infiltrada (+18)✓

Capítulo 22

21 de septiembre, 2020.

Chiara ya se había ido a trabajar y yo seguía acostado en la cama. Me metí a la ducha. Me vino a la cabeza que Graziella habría visto lo que pasó ayer, pero... ¿y si no lo había visto? No había llamada y mucho menos intentado nada por ahora, pero la conocía y si lo hubiera visto haría algo tarde o temprano.

Estuve casi toda la mañana haciendo papeleos atrasados y que se debía entregar cuanto antes, hasta que el timbre del apartamento sonó. Bajé lo más rápido que pude porque podía ser Graziella y quería pillarla, pero como siempre era tarde.

Otra tarjeta había entrado bajo la puerta, me agaché para cogerla y leí su contenido:

"Va a pasar en cualquier momento"

<<¿Qué quería decir con eso?>>

Me comenzó a faltar el aire, Chiara estaba en la empresa de Simone, sola, completamente vulnerable a lo que pudiera pasar y yo no sabía qué hacer. La intenté llamar, pero estaba apagado o fuera de cobertura. Esa opción de avisarla quedaba descartada, otra de mis opciones era llamar a Grace, así que no perdí tiempo y subí hasta mi habitación. No dudé ni un segundo en marcarle y ella tampoco dudó en cogerlo.

—¡Teníamos un trato, Grace! —su respuesta fue reírse de una forma que nunca antes había escuchado. Ella ya no era Grace, esa persona parecía haber muerto dentro de ella.

—Quitaste todas las cámaras y micrófonos de la casa, pero yo fui más lista y volví a poner otras cuando no estabais y os he escuchado todo este tiempo. Vi como ayer os acostabais en tu habitación, ¿lo hiciste sin querer o para desafiarme? Da igual, eso fue la gota que colmó el vaso y decidí no esperar más.

—¡Para lo que estés haciendo! ¡Te estás equivocando!

—Quise daros una oportunidad, —ignoró lo que dije—, pero me habéis provocado, no sé si para hacerme daño o realmente quieres matar a Chiara porque sabes que no te quiere del todo ya que siente por Simone y en su corazón no solo estás tú. ¡Date cuenta ya que Chiara no te ama!

—¡No es así y lo sabes, pero te duele reconocerlo!

—Por mucho que quieras protegerla ya no hay forma de hacerlo, además lo peor de todo esto es que no sabes cómo la voy a destruir, pero estará en las peores manos.

—¡Grace, para lo que estés haciendo! ¡Te estás equivocando por completo!

—Mala suerte, Aaron Caruso.

Colgó, no me dio tiempo a decirle nada más. Me quedé pensando en las últimas palabras que había dicho Grace:

"Pero estará en las peores manos."

Se tenía que referir a Luciano, pero necesitaba la opinión de alguien en esta situación, busqué en mis contactos a Andrew, él siempre había cuidado de mi cuando mis padres murieron y me adoptó. Le debo la vida y eso siempre lo tendré presente. Mis padres fallecieron cuando yo tenía 15 años, me quedé absolutamente solo, mi familia siempre estuvo en contacto con Andrew y cuando murieron por un tiroteo en medio de una avenida, él se quiso hacer cargo de mí.

—¿Andrew?

—¿Pasa algo, Aaron?

—Va a pasar o está pasando, no lo sé, necesito ayuda. Chiara me pidió que no lo hiciera, pero esto es de vida o muerte.

—¿Le ha pasado algo a ella? —sabía que la trataba como su propia hija y notaba en su voz la preocupación.

—No lo sé, Graziella se fue hace unos días y sabes que ella le tenía celos y creo que está haciendo algo contra nosotros, pero sobre todo contra ella. Y creo que está en peligro, he conseguido hablar con ella, me ha dicho que Chiara estará en las peores manos y me temo que la habrá delatado ante Luciano Ventura, necesito saber qué hacer.

—¿Crees que la ha delatado?

—Sí, me ha dejado una tarjeta en la que ponía que pasaría en cualquier momento. No pinta bien, Andrew. Además, Simone mató el otro día a un hombre por órdenes de su padre y si te soy sincero pienso que le tiene miedo a su padre.

—Ambos son culpables, volviendo a Chiara, espero que vuelva hoy y Graziella no haga nada, si vuelve tienes que prepararla para lo peor, eso que pueda pasar le creará un trauma que si no la ayudas puede ser peor. Confío en ti y en el plan que hagas para que todos salgáis vivos de esta situación, mandaré agentes a la policía de Florencia para preparar un efectivo, en cuanto nos avises llegaremos a donde estéis para sacaros, ¿entendido?

—Sí, señor. Todo claro.

—Espera un par de horas más, sino llega sal a buscarla.

—Lo haré, prometo llevarla sana y salva a Arlington.

—Mucha suerte, agente.