Capítulo 15

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15 de septiembre, 2020

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15 de septiembre, 2020.

—¿Simone? —dije adentrándome en su despacho.

—Hola, ¿qué tal está tu hermano? —su tono era algo molesto, me lo esperaba, el comportamiento de Aaron no fue el correcto y estaba fastidiando todo.

—Siento mucho lo de anoche, no me avisó de que venía.

—Habíamos quedado en algo.

—Lo sé, de verdad que lo siento. No fue intencionado, no volverá a ocurrir, lo prometo.

Me acerqué lentamente hasta su asiento y me senté sobre él, para después besarlo suavemente. Sus ojos negros parecían recorrer mi alma al completo, como si mis ojos pudieran desvelar todo lo que tenía en mi interior.

—¿Quieres quedar esta noche? —propuse jugueteando con su camisa.

—Si no hay ningún problema con tu hermano, por supuesto.

—Ya te he pedido perdón por eso, deja eso atrás.

—Perdóname, lo olvidaré. ¿Dónde quieres ir hoy?

—No sé, sorpréndeme.

—Vale, quédate como siempre y te llevaré a algún sitio.

—Perfecto, voy a seguir trabajando. —Le di un rápido beso antes de volver a mi oficina.

Esperaba que hoy no hubiese contratiempo por culpa de Aaron o Graziella. No podía permitir fallar más a Simone porque sino perdería su confianza y ya sería muy complicado volver a ganármela. Cruzaba los dedos para que todo fuese bien.

Recordé a Graziella y esperaba que hubiera vuelto al apartamento, aunque no nos lleváramos bien, pero tampoco quería que le pasase nada malo. Realmente no era mala persona, pero sus celos la habían cegado de una manera algo turbia y poco normal.

Volví a mi trabajo, debía hacer varias cosas de contabilidad: balances de comprobación, cálculos de impuestos, etc. Además de seguir comprobando que este trimestre todo estuviera correcto, era un trabajo bastante complejo. Todo iba bien, no había nada extraño en todos los movimientos de la empresa, era bastante complicado sacar algo extraño de aquí.

***

La hora de irme con Simone había llegado, todo había estado tranquilo, no había habido ninguna llamada por parte de nadie que hiciese que cambiase los planes, así que recogí todo y cuando me levanté, la puerta se abrió de pronto y vi a un Aaron bastante nervioso.

—¿Qué haces de nuevo aquí? Tienes que irte antes de que te vea Simone.

—Necesito que vengas conmigo, no podemos volver a casa esta noche.

—¿Cómo? ¿Por qué dices eso?

—No puedo contártelo aquí, necesito que vengas conmigo.

—No puedo, he quedado con él para... —guardé silencio porque lo que hiciera realmente no le importaba.

La Infiltrada (+18)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora