Capítulo 1

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04 de agosto, 2020

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04 de agosto, 2020.

Los tres entramos y en la mesa que se encontraba frente a nosotros estaban tres iPhone nuevos, encima de sus pantallas se encontraban unos papelitos con nuestros nombres. El mío era de color blanco, Andrew sabía que amaba ese color, el de Aaron era negro y el de Graziella era morado. Lo encendí y comenzó a darme instrucciones sobre el uso de este dispositivo. Tenía dos opciones: modo DEA, donde se encontraban todos los datos que irían actualizándose conforme nos dieran instrucciones y el modo normal el cual usaríamos cuando estuviéramos trabajando en la operación Ventura.

—¡Bienvenidos! —dijo una voz robótica. Graziella y yo nos sobresaltamos al escucharla—. Mi nombre es Sara y seré vuestra asistente en este departamento. Estoy conectada directamente con la DEA y os daré las órdenes que me transmitan.

—Bien, un robot que nos espía.

—¿Tiene algo que ocultar, agente Caruso? —respondió la voz robótica y las risas de Graziella y mías resonaron por toda la habitación—. Vuestras habitaciones se encuentran en el piso superior, todas vuestras pertenencias se encuentran en su interior. Este apartamento incluye un gimnasio, una oficina donde los tres trabajareis, una sauna en el piso inferior. En los próximos cinco días quedareis incomunicados con el exterior, excepto con la DEA. Debéis conoceros a la perfección y trazar un plan para llevar a cabo en la operación Ventura. El lunes diez de agosto cogeréis un vuelo directo a Florencia y se os asignará otro apartamento similar a este. Os seguiré informando de las novedades.

—¡Bah! —dijo Aaron haciendo un gesto con la mano y dirigiéndose al piso superior.

Lo vimos subir y después de escuchar como su puerta se cerraba, las dos hicimos lo mismo.

—Por cierto, puedes llamarme Grace. —Me dijo mientras subíamos por la escalera.

—A mi puedes decirme Chia o Kia, como prefieras.

Terminamos de subir en silencio, mi habitación era la única que no tenía a ninguno de los dos a mi lado. Ellos dos tenían sus habitaciones contiguas y agradecí ese espacio para mí.

—Después nos vemos. —Le dije a Grace y abrí la puerta de mi habitación.

No estaba muy decorada. Nada más entrar, a la derecha se encontraba la cama en tono beis con toques azules por los cojines, también una mesita de noche blanca con el cajón en madera del color de la cama, esta tenía un cabecero en madera clara y detrás un papel pintado con tablas de madera azul pintadas. A la derecha era todo cristal y podía ver el centro de la ciudad. Al fondo se encontraba el armario con espejos en todas las puertas de este.

Frente a la puerta de la habitación se encontraban mis maletas que yo misma había preparado en Roma, y que por supuesto no desharía porque si no tendría que volver a hacerlas en pocos días. No me apetecía nada.

No me había percatado que en la mesita había un pequeño dispositivo estilo a Alexa, pero de menor tamaño. Suponía que sería Sara, nuestra asistente robot.

La Infiltrada (+18)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora