Libro 1 Completo [Bilogía Mafia] REESCRIBIENDO
Cuando la cordura y lo prohibido se juntan en dos personas distintas, Chiara tendrá qué decidir que es lo que prefiere.
Ella es agente de la DEA y su nueva misión es infiltrarse en la mafia más poderosa...
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09 de agosto, 2020.
Nos habíamos despertado muy temprano para poder desayunar antes de tomar nuestro vuelo hacia Florencia. Mientras hacíamos tiempo después de desayunar, Grace nos dio nuestras identificaciones y también me dio unos papeles donde salía todo lo que conocía la DEA sobre Simone Ventura. Mañana lo conocería y debía saber con quién trataba.
Nombre: Simone Ventura.
Edad: 24 años.
Nacionalidad: italiana.
Estado: soltero.
Hijos: no.
Amistades: desconocidas.
Descripción: ojos negros, piel pálida, pelo negro, corto y rizado, 1,85 metros. Sin barba y con tatuajes.
Lugares de interés: reside en una mansión en la Via Dei Massoni, Florencia. Ventura S.A.
Familia: Luciano Ventura (padre), madre fallecida, no tiene más familia.
Actos criminales: ninguno.
Historia criminal: ninguna.
Modus operandi: ninguno.
Se me hacía muy extraño que este hombre no tuviera nada por donde sacar algo contra él, entendía que estuviera investigado por la DEA porque era hijo del capo más grande de Florencia, si no supiéramos eso, podría pasar desapercibido perfectamente ya que es un empresario muy conocido y solidario, cada poco tiempo solía hacer eventos solidarios para recaudar dinero para asociaciones. Grace también le dio a Aaron su hoja con los datos de Luciano, pero yo no tenía ni idea de lo que ponía en esa hoja, debía tener un historial delictivo muy largo. Preferiría que nuestra misión fuera en el mismo sitio porque así podríamos cuidarnos el uno al otro, pero la misión se había dado así, cuanto antes acabáramos, antes volveríamos a nuestras casas con nuestras vidas.
—Es hora de irnos. —habló Aaron.
—Buena suerte, chicos. Nos vemos en Florencia. —dijo de repente Sara, nuestra asistente virtual.
—Gracias, hasta luego. —respondimos Grace y yo.
Agarramos nuestras maletas y bajamos los tres por el amplio ascensor hasta la calle, donde ya nos esperaba el taxi para llevarnos al aeropuerto. Como siempre el viaje hasta el aeropuerto fue muy silencioso, ninguno intentaba a hablar desde la pelea entre Grace y Aaron, yo era la tercera en discordia.
El vuelvo desde Arlington a Florencia duraría algo más de doce horas, al menos iríamos en un vuelo privado. El jet privado era amplio, pero no lo suficiente como para que la cosa estuviera calmada.
***
Ya llevábamos la primera hora de vuelo y ninguno había hablado aun, creo que era momento de hablar, ninguno tenía escapatoria, así que inicié la conversación.
