La Infiltrada (+18)✓

Capítulo 28

21 de septiembre, 2020.

Daba vueltas por la habitación pensando qué podía hacer para salir de aquí, hoy estaban pasando demasiadas cosas para poder asimilarlas con rapidez. Di un golpe en la pared de la impotencia de no poder hacer nada en esta situación. La puerta se abrió y Grace entró.

—¿Qué haces aquí, Grace? ¿A qué has venido?

—Solo vengo a saber cómo estás.

—¿Te importa cómo estoy? Porque estaría perfectamente si no hubieras hecho esto, si no hubieras destrozado tanto tu carrera como la de nosotros.

—¡Tú solo piensas en ella y en ti!

—¡Eso no es verdad!

—¡Claro que lo es! Cuando estabas a solas con Chiara me criticabas, pero ahora sí piensas en mí, ¿no? ¡No seas hipócrita!

—¿Cómo conseguiste llegar hasta Luciano y poder hablar con ellos?

—Luciano es un psicópata, está deseando tener cualquier excusa para hacer sufrir y matar a cualquier persona y sobre todo les tiene especial asco a los agentes de la DEA y fue pan comido, no te voy a mentir.

—Has caído muy bajo, Grace. Andrew está al tanto de todo y cuando todo acabe vas a pagar muy caro todo esto, más de lo que crees.

—¿Piensas que me voy a quedar aquí después de matar a Chiara?

—No te quitaré los ojos de encima, no voy a dejar que te vayas.

Ella se acercó a mí y me dio un beso cuando estaba desprevenido, la aparté de un empujón tirándola a la cama. Me alejé todo lo que pude de ella para mantener las distancias.

—¡No vuelvas a hacerlo! No sé en qué momento pensé que te quise, pero estaba muy equivocado, nunca te amé porque Chiara siempre estuvo en mi cabeza y en mi corazón, tenlo claro.

—Pues ve olvidándola porque ella no saldrá de aquí vida y yo me encargaré de que eso no pase.

—No la voy a dejar de querer nunca.

Grace salió corriendo, ella creía que lo tenía todo controlado, pero sabiendo que estaba tratando con un psicópata no sabía cómo podía estar tranquila, no quería darle mucha importancia, pero era una persona a la que tenía cariño y no quería que le sucediera nada malo. Segundos después entró Simone, podía jugar con el amor que sentía por ella para intentar que la ayudara a escapar.

—Podéis mentir lo que queráis, pero sé la verdad.

—¿Cuál verdad? ¿La que os ha contado Grace, una traidora?

—Sé que dice la verdad.

—Si tanto quieres a Gia tienes que ayudarla porque eres el único que puede salvarla. —él se apoyó en la ventana y miró hacia fuera.

—El único que puede salvarla es mi padre y eso es muy complicado que eso suceda si ella no decía la verdad antes de que se enfadase más de lo que estaba. Yo también la quiero, al igual que tú y quiero salvarla, pero eso se escapa de mis manos.

—No es el mismo amor que sientes tú, eso seguro.

—Sé que los tres sois agentes de la DEA, pero no entiendo por qué mi padre se empeña en creer que tú no eres uno de ellos.

—Creo que ve en mí lo que te falta a ti, Simone.

—¿Qué es lo que estás intentado decirme? —su posición había cambiado, ahora se encontraba rígido y algo enfadado.

—Que siempre te han faltado huevos para ser su hijo.

—No sabes lo que estás diciendo, quieres provocarme, pero no lo vas a conseguir.

—Confías demasiado en Grace, pero ella tiene la grabación que os envió, porque fue ella, quiere destruir a Gia y le da igual quien se lleve por delante, comprueba realmente que está de vuestro lado porque en cualquier momento os puede joder.

Simone parecía echar humo por sus orejas, salió de la habitación como alma que llevaba al diablo, él parecía no saber que Grace tenía la grabación y eso podría perjudicarle su fama de buena persona y de decente. Alguno de los dos cometería algún error tarde o temprano y aprovecharía esa ocasión para sacar a Chiara de aquí.

Mi estrategia era ponerlos todos en contra y separarlos, haciéndoles creer que eran enemigos entre ellos, era la mejor táctica en estos casos cuando no se conocían, haciendo que mi posición fuese la más ventajosa posible.