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Estaba esperando a que comenzara el ataque, estaba esperando ver como todos los hombres que supuestamente estaban ahí para "protegerle" eran derrumbados, estaba a punto de reaccionar ante aquel que le había obligado a tumbarse sobre el césped, hasta que pudo sentir como gritos y tiros iban y venían, pero para su suerte y gracias a lo poco que podía contemplar gracias a su escaso campo visual, esta vez no estaban cayendo los hombres de JongIn, es más, podía apreciar que cada vez ingresaba mas seguridad, ¿de que parte? Ni el mismo sabio, sólo sabia que ahora su cabello era jalado y su mejilla era lamida, mientras que claro, aquel imbécil que había burlado todo el sistema le comenzaba a hablar.

—Oh... que decepción saber que en verdad necesitas toda esta maldita seguridad cuando había oído por rumores que, eras uno de los más fieros querido SeHunnie, que eras capaz de acabar con todos si te lo proponías y mira, estas aquí debajo de mi como un cachorro... —río ChanYeol al ver como aquel omega estaba poniendo aquella cara de cabreado que comenzaba a calentarle de sobremanera, que tomo con fuerza su rostro para seguirle hablando, quería ver que tan fiero era de verdad aquel chico, quería deleitarse y ver su contraataque, aunque lo tuviese sometido, aunque estuviese sentado ahora mismo sobre su espalda.

—No me digas que el abrirte de piernas para Kim JongIn te hizo vulne...

Y hasta ahí quedo, un golpe impacto a gran velocidad contra su cara y aquel no fue el único golpe que impacto contra aquél, y es que, aunque estuviese herido podía pelear, no a todo su nivel, pero podía callarle la boca a un hijo de puta como ese.

—Creo que esa es suficiente prueba para demostrarte todo lo contrario, ¿no es así?

Se había liberado mientras este se había tomado el tiempo de comenzar a decirle semejantes estupideces, y si bien se encontraba malherido aún, podía apreciar que ahora en ese momento, solo se encontraba aquel bastardo nomas frente a él, puesto que, todos los hombres que le habían acompañado yacían muertos ya en los alrededores.

Ahora era él, los hombres de seguridad que quedaban y aquel tipo que limpiaba su boca sangrante con una sonrisa.

—Me gustan fieros, creo que debes saberlo...

Expresó el de cabellos grises ahora riendo, haciéndole frente al omega, quien no retrocedió pulgada alguna.

—Yo creo que debes saber que a mi me importa un carajo eso.

Dijo SeHun serio, haciéndole frente a quien ahora le hacia una reverencia.

—Soy ChanYeol, Park ChanYeol, aunque puedes decirme Loey hermosura y quiero que sepas, que precisamente no estoy del lado de nadie, es más, yo solo he venido a conocerte, porque veras, yo no tengo interés alguno en matarte, es más quería saber quien era la manzana de la discordia en este cuento, y puedo decirte que, hasta yo les haría guerra a esos dos, después de verte. Pero bueno, creo que es hora de irme, aunque claro cariño, tu solo llámame si te encuentras en problemas — Expresó el de cabellos grises, entregándole una tarjeta, guardándola en el bolsillo trasero del pantalón de su ajeno a la vez que hacia estallar una bomba de humo que dejó a todos tosiendo, permitiéndole así escapar con facilidad.

<< ¿Qué demonios había sido eso?>> Pensó SeHun al momento de caer al suelo, desmayándose al sentir como sus pulmones se comprimían al recibir aquel humo formulado por la bomba recientemente lanzada.


Hace poco había podido viajar, para ser mas exactos, después de la muerte de su padre y la liberación de lo que era su herencia, estaba exhausto, preocupado y perdido buscando al único ser con el que sabia que compartía lazo sanguíneo, si bien ambos no pudieron llegar a conocerse, su padre en su lecho de muerte había comenzado con pequeños delirios a relatarle una historia algo escambrosa donde le había revelado que poseía un hermano menor, que había engañado a su madre una vez cuando había viajado al complejo sur de Corea, en Seúl para ser mas exactos. Si bien no había dado con quien era su hermano, dio con quien había oído que era cercano a este.

Ahora mismo se encontraba frente a la empresa de quien podría ayudarle a dar con SeHun.

Suspirando y divisando la puerta enorme de vidrio potentado que esta poseía, tomó aire nuevamente y con valor ingreso, yendo a recepción, donde la secretaria negó de forma inmediata la presencia de quien podría saber el paradero de su hermano. Mas una voz ronca y malhumorada le hizo voltear viendo, al que buscaba ahí presente, parado de forma inquebrantable, con el ceño fruncido y con sus manos en sus bolsillos.

Era un alfa, lo suponía, pero no uno cualquiera y al parecer por la expresión dirigida ahora a su persona, podría decir que era algo mas que el jefe de su hermano.

—He sabido por rumores que eres cercano a SeHun, y por ende he venido hasta aquí para saber del paradero de él.

Espetó de forma segura, sin tener en cuenta en como reaccionaria su contrario, puesto que este no dudo en sacar un arma y apuntarle en la cabeza, mientras una pequeña sonrisa atravesó por sus labios.

—Primero que nada, escoria altanera antes que acabe con tu vida, dime ¿quién eres? Porque como veras, ya estoy lo suficientemente cabreado para aguantar que un omega venga y me exija cosas.

Respondió JongIn al extraño chico que ahora se presentaba en su empresa queriendo saber sobre el paradero de su preciado omega.

—Soy LuHan, y...Habló sin temor alguno el delicado chico, tomando incluso el arma con sus manos para alejarla de su cabeza y así proceder a seguir hablando antes de que el moreno ahí presente nuevamente reaccionara y de una vez le encestara un jodido tiro— y vengo en busca de SeHun porque soy su hermano, y si no me crees puedes ver esto, acaba de fallecer nuestro padre y por ello he venido en busca de quien es mi única familia.


Mal herido llego al fin a la mansión donde se encontró con un olor desagradable que le hizo entrar de forma rápida hacia el interior de la mansión en donde estaría el omega de su jefe, más su sorpresa fue el encontrar al socio de su jefe cargando a este mismo, mientras que sus hombres se encargaban de limpiar y rescatar a los hombres que habían quedado vivos, porque claro, al parecer aquel lugar había vivido una jodida masacre donde los hombres de YiFan habían sido los primeros en padecer, aquello sin duda le había llenado de calma pero, esta fue interrumpida, cuando el socio de su jefe le habló.

—Espero que esta sea prueba de que, si vamos en serio, que por mi parte estoy dentro de lo que es el plan de destruir a ese malnacido de YiFan.

Tao, asintiendo con su cabeza recibió el cuerpo del omega, quien al parecer se encontraba intacto, estaba sorprendido por lo que ahora estaba pasando que, cuando vio como después de terminar con la limpieza el socio de JongIn se marchaba, atino a reír algo quebrado por dentro, sintiendo que había esperanza en esto, o eso era lo que quería creer, teniendo ahora a algo tan valioso en sus brazos, teniendo que proteger a aquel que odiaba de ChanYeol.

Pero lo que no sabia Tao, era que SeHun, ya había recibido aquella visita. 

:3 Espero les haya gustado el cap

MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora