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Antes de que se recuperara y volviera a intentar alejarse de su lado, JongIn coloco la punta de su polla en la estrecha y sonrosada entrada, y de un empujón se sumergió por completo, tomándole sin preparación, gruñendo al sentir como aquel estrecho agujero le apretaba su gruesa y larga verga con intensidad, notando hasta los espasmos como pequeñas caricias que le producían puro placer.

Se negó a cerrar los ojos, disfrutando ver la cara de dolor y gozo que mostraba SeHun. Durante unos segundos mientras le permitía que se recuperara de la invasión, comenzó a bombearle la polla buscando que fuera él quien se moviera buscando más, que le indicara que quería que comenzara a empujar con fuerza, poseyéndole con intensidad, golpeando aquel lugar que le provocaba a su amante que se estremeciera y temblara jadeante bajo él.

En el momento en que notó como las paredes internas de su amante aflojaban su agarre, comenzó a penetrarle con embestidas fuertes y poderosas. Saliendo a penas unos centímetros, para luego embestirlo de nuevo. Echó el cuerpo hacia adelante, comprimiéndole contra el suelo, moviendo las caderas sin poder controlarse, marcándole la carne con la palma de la mano con la que le mantenía las piernas, al empujar su muslo izquierdo hacia abajo.

—Abre los ojos SeHun —ordenó, moviendo las caderas hacia arriba, y en círculo buscando los puntos en los que el omega gemía sin control y cerraba los ojos, apretándole por dentro con sus estrechas paredes. Cuando este le hizo caso y sus ojos se conectaron, continuó—. No puedes negar que estas a punto de correrte al sentir mi polla en tu culo. —Se movió de nuevo, golpeándole en la próstata, provocando unos temblores que sacudieron su hermoso y sudoroso cuerpo que se arqueó hacia arriba buscando más contacto, sentirlo más adentro de él—. Mírame SeHun, porque quiero ver cómo te corres, como mojas mi mano con tu semilla, como ahogas los gemidos de tu placer sobre la tela que cubre tu boca. Quiero ver como tu cuerpo se estremece por el placer, cómo me va a apretar tu vicioso culo porque desea que le llene con mi esencia —Las últimas palabras las dijo jadeante, con la voz enronquecida por el placer. Ya no podía contenerse por más tiempo. Con él no había término medio, era pura dinamita, un veneno que le corría por dentro y le ponía al borde del precipicio cada vez que estaba con él.

Esta vez fue él quien cerró los ojos, y echó el cuerpo hacia atrás. Introduciéndose hasta el fondo, sin llegar a salir de su cuerpo.

Abrió los ojos y apretó con la mano la erecta y húmeda polla de su amante, para masturbarle con fuerza, notando como temblaba con su toque.

—Ahora SeHun córrete para mí.

Con un gemido ronco así lo hizo, arqueando la espalda y respirando agitadamente, ahogándose a través del trozo de tela que le cubría la boca. Apenas podía respirar y sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Quería llorar de rabia, aullar de furia al ver como su cuerpo era incapaz de rechazar al hombre que estaba penetrándole, y aplastándole contra el suelo.

JongIn era su mayor error, su obsesión, él único que poseía la llave a su corazón, a sus más oscuros deseos.

Le odiaba con la misma intensidad con la que lo amaba.

Le odiaba por necesitarle, por desearle cada día, por haberle mostrado el amargo sabor de los celos, por hacerle débil.

Le amaba por su fuerza, por lo que hacía sentir cuando le miraba con aquella cruda necesidad en los ojos, por como sus manos eran pura arcilla que se moldeaba a su placer.

Le amaba al verle perder la capa de frialdad con la que se cubría una vez que entraba por la puerta de los moteles a los que iban o se encontraban, le amaba por mostrarle al verdadero JongIn.

Abrió los ojos y gimió por dentro al verle, ya que el alfa seguía moviéndose sobre él. Adentrándose en su interior con erráticos movimientos hasta que explotó, pero no dejo su nudo adentro, solo lo lleno con su semilla inundándolo de calor.

MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora