Capítulo 14.

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—Hay partes de mi cuerpo que no sabía que sudaban—murmura con cansancio Maggie, mientras salimos del ascensor de nuestro edificio

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—Hay partes de mi cuerpo que no sabía que sudaban—murmura con cansancio Maggie, mientras salimos del ascensor de nuestro edificio. Río levemente mientras caminamos por el pasillo con algo de lentitud debido al entumecimiento de nuestras piernas.

—Y hoy sólo fue el inicio. Quiero que esto termine ya y ni siquiera ha empezado—suelto un suspiro—Al menos Ashley aceptó cambiar nuestras reuniones. Está tan cansada como yo, lo único que queremos es terminar ese maldito proyecto ya.

Suelto un bufido. Hemos hecho siete sesiones de dos horas esperando cumplir con todos los requisitos de cada fotografía que ha impuesto el profesor. La luz, los contrastes, las temáticas, el paisaje, los focos, enfoques, etc. En nuestra opinión se ha vuelto completamente loco con tantas exigencias y detalles, además de las mejoras digitales que tenemos que hacer si o si en Photoshop o algún programa especializado para  mostrar el antes y el después en una exposición de al menos 15 minutos de duración.

Maldito viejo amargado.

—Menos mal que Noah te dejó su auto—me dice con una mueca mientras estira sus cansados brazos de un lado a otro.

—Lo sé. Al parecer Chloe llevó el suyo y no tuvo problema en traer a Noah a casa, después de todo tienen que hacer un proyecto juntos—ruedo los ojos sin poder evitarlo a lo que ella hace una ligera mueca sabiendo el disgusto que me provoca imaginarla a solas con el.

Saco mis llaves de la maleta deportiva tomándolas por mi llavero de una linda nutria y abro la puerta de nuestro apartamento. Me detengo abruptamente al oír las risas escandalosas y demasiado chillonas de parte de Chloe, además de jadeos de parte de Noah a través de la puerta. Mi ceño se frunce, mi cuerpo se tensa al igual que mi mandíbula, miro a mi mejor amiga quien se encuentra a igual de confundida que yo.

—Son como siete treinta, ¿porque sigue aquí?—susurra indignada hacia mi.

Me encojo de hombros tragando grueso y termino por entrar con ella detrás mío. Me detengo de golpe otra vez al ver a la morena encima de mi novio tirado sobre la alfombra, sujeta sus manos contra el suelo y se mantiene sentada sobre las piernas cerradas de Noah evitando que se mueva o se ponga de pie. O al menos eso cree. Con la fuerza que el posee bien podría sacarla volando de un empujón, por lo que completamente sometido no está.

Está ahí por que quiere y eso sólo hace a mi bilis recorrer mi esófago.

—¡Hola nena!—me saluda el castaño como si nada y con una sonrisa divertida. Sus mejillas están sonrojadas, su respiración agitada y su cabello muy desordenado.

—Ah, hola—me saluda la morena con una muy mínima sonrisa que denota su muy poca felicidad porque hayamos vuelto a nuestro hogar. Maggie suelta un bufido incrédulo mientras cierra la puerta con fuerza.

—Hola—muevo la cabeza con media sonrisa fingiendo que no me interesa la horrible imagen que estoy presenciando. Inspiro hondo cuadrando los hombros—Yo... iré a tomar una ducha.

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